Parece como si los veedores de la empresa hubieran hecho
acopio de todas las sobras de la ganadería de lidia de España. Pasan por una finca
y preguntan: ¿A ustedes les sobra algo de desecho, algo que no puedan colocar
ni en las calles levantinas? Y se vuelven a Las Ventas con uno, dos o media
docena de sobreros –muchos pasados de edad- y casi todos con un tipo o
presencia… impresentable. Y así van
anunciando, creo que como preventivo para posibles devoluciones, ganado de
cien vacadas diferentes, muchas de su padre y de su madre, sin relación con el
encaste original (ayer las hubo Atanasio, Torrestrella, Veragua y Domecq a
través de Torrealta, o de Marqués de idem desechando lo de Murube), para que la
gente se canse de devolver toros para ver minotauros en su lugar.
Fantástico lo de Taurodelta, que cada día nos regala un cartel diferente –me
refiero a los toros que han de lidiarse y a la diferencia con lo oficialmente
anunciado y previsto-, ¡qué éxito de programación! La Comunidad, me imagino,
batirá palmas de alegría. ¡Viva la diversidad! ¿No pide la afición de Madrid
encastes distintos?, pues vayan cuatro en una corrida y así no se nos quejan…,
entiéndanme la ironía. Luego, también es cierto, cada cual sale como Dios le da
a entender, y nos llevamos algunas sorpresas.
Para no hacer muy largo este comentario de una tarde cargada
de matices déjenme lanzarles una serie de mensajes cortos que permitan recorrer el devenir de la corrida.
Sale el primero, Fullero, del hierro titular, tocado de
púas, manso, brusco y complicado. Bicho que gana terreno y va a tiro hecho en
banderillas y en buena parte de la muleta. Zotoluco cumple apenas, aguantando
bastante. Poco arte y limpieza, pero valor, excepto a la hora de matar en la
que volvió a México y desde allí, bajonazo chalequero.
El primero, Fullero, uno de los dos únicos lidiados de Bañuelos (Foto: las-ventas. com) |
El segundo es una chota indigna, con cara y sin cul…ata.
Inválido, se devuelve por eso... y no porque nunca debió pasar el reconocimiento. Se ve que lo aceptaron para evitar que hubiera devolución de
entradas (sólo se pueden devolver cuando se sustituyen en el cartel tres o más
de los anunciados, ayer sólo dos a priori, aunque se lidiaron al fin cuatro de
otros hierros).
Segundo bis, un sobrero de Aurelio Hernando, vacada mixta
con genes veragüeños todavía. Cumple en varas –como su hermano del año
anterior- y llega a la muleta fiero, bronco y complicado. Urdiales firme ante
las embestidas del trolebús de 593 kilos. Mejor al final de la faena, mucho más
colocado y con ganas de someterlo, doblándose al final. El viento molestó al principio. Pinchazo por
arriba, estocada completa por ahí y un descabello. Vale.
Tercero, otro toro de Bañuelos con más cabeza que remate
alguno, playero además. Se le remata en el ruedo al luxarse la mano izquierda
antes de varas. Dos de tres llevamos.
Tercero bis, un sobrero de Carmen Segovia, de 630 kilos
-¿porqué estos bichos tan grandes no se caen, ni se paran, no dicen eso de los
480…?-, bastante feo y basto, manso en varas y banderillas pero embistiendo al
trapo. Culebrea de salida y se dobla muy bien con el capote el burgalés. El toro mejor
por el zurdo, aunque luego se vendrá a más por el derecho. Se equivoca Morenito. Faena de menos a más, descolocado, con pico y tirando líneas al principio hasta que el
toro le lleva a su terreno, el tercio de toriles, desde los medios. En su querencia, se templa. Y allí lo lleva más
en redondo y más cosido a la muleta; dos lances con la derecha y una serie con
la misma mano, más los adornos, buenos. Una entera un poco delantera, tirándose con
ganas, aunque con desarme, y orejita –de poco peso- para el esportón. Mejor una
vuelta… Buenos pares de Juan Martín Soto en el segundo tercio.
El cuarto otro titular, pero sin cuajo alguno en sus 554
kilos, lavadito de carnes. ¡Qué vergüenza de encierro! Gran suerte de varas de Nacho
Meléndez, citando, dando el pecho del caballo, clavando y soportando un
derribo. Bien Zotoluco, poniendo al toro de lejos. Mal con la muleta, sin
cogerle el aire, sin bajarle la mano como pedía a voces. El manso con codicia
al principio, le desborda. Sucio el trasteo. Acaba quedándose porque le da la
real gana entre las pausas desconcertadas del azteca. Pinchazos, tres, uno bajo
y con desarme; estocada baja para rematar.
Morenito en el de la oreja, de Carmen Segovia (Foto: las-ventas. com) |
El quinto, portugués de nacimiento, de la antigua casta de
Atanasio-Conde de la Corte, feísimo y basto y pobre de cabeza y hechuras; 658
kilos de carne. Manso, soso y mular, le sacuden a modo en el primer tercio.
Urdiales no alcanza a verle entero, a dominar los lomos, y se encoge. Poca
quietud y muchos pases sin fe. Desconfianzas y pajareo entre lances. Le cuesta
cuadrarlo y cuando lo consigue le suelta tres pinchazos malos, sin decisión, suena
un aviso y lo despide de más de media y dos golpes en la nuca.
Un sexto también de Couto de Fornilhos se hace el muerto o
el herido, se tumba y el presidente –incauto- lo cambia. Descaste y ninguna
lesión; apariencias de toro, que no trapío digno en sus 619 kilos.
El sexto, devuelto, de Couto de Fornilhos, 619 en la báscula y poco cuajo (Foto: las-ventas.com) |
El sexto
bis, no reconocido por la presidencia al parecer, un bichejo impresentable, con
dos pitones y cuerpo de novillo, pero el héroe de la tarde. Del hierro de
Domínguez Camacho y creo que Estilo o algo así de mote. Cumple como bravo en
varas, bien picado, empujando, fijo y saliendo con genio. Mansea y se duele en
garapullos, y llega con casta, genio y derrotando, siempre por alto y con salto, a la muleta. Complicado pero encastado,
comiéndose el mundo. Morenito no está a su altura –sobre todo en los saltos...-,
pero tampoco se descompone –como le habría pasado a muchos-, ni se lo come el
toro, aunque… por los pelos. No le baja, ni los humos, ni la muleta en los
remates y así no hay forma. Tendría que doblarse… y sólo lo hace, y poco, al
final. Le cuesta prepararlo a la muerte
el toro quiere más. Un pinchazo bajo y un sablazo chalequero para un toro complicado de matar, que se tapa
y acude antes del cite. Casi hay
devolución de oreja… Silencio y aviso.
Muy bien en éste, y otra vez, el buen banderillero que es
Luis Carlos Aranda.
Gracias. Mañana más, pero esperemos que de menos ganaderías…
No hay comentarios:
Publicar un comentario