Por José Ramos, Profesor de Literatura Española e Hispanoamericana,
Universidad Tamkang, Taipei, Taiwán
En el espléndido texto del catálogo –muy bellamente editado por La
Casa de España en Taiwán, con traducción al chino de Lucía Yang– el profesor
José Campos, del Departamento de Español de la Universidad Wenzao (y, dicho sea
de paso, secretario de La Casa de España en Taiwan), autoridad indiscutible en
la materia (esto es, un verdadero humanista taurino), nos dice que la corrida
de toros es una “consumación simbólica”, ya que representa “el ciclo cósmico,
religioso y mágico, del universo, de la vida y de la muerte”, para que nadie
olvide cuál es el destino del hombre y de la vida en este desdichado mundo.
Pero el aciago tiempo que vivimos, dominado por toda clase de relativismos
reduccionistas y por lo que el filósofo Fernando Savater llama certeramente “la
compasión exterminadora”, la fiesta de toros está hoy seriamente amenazada (su
reciente prohibición en Cataluña es sólo el primer paso) por esa fiera legión
de bien pensantes y buenistas (y oportunistas políticos) que, en su ciego afán
por “salvar” al toro de la “crueldad” de los hombres, lo condenan
irremediablemente a su extinción. Como bien señala Campos: “Ya nadie ve morir a
un animal, ni a un hombre. Sólo de manera virtual. Así cuando vemos la muerte
auténtica nos parece un espanto”. Signo de los tiempos.
Lo que nos ofrece Santiago Vera es una serie de postales taurinas
antiguas que muestran los más variados aspectos del arte de la tauromaquia,
postales sobre las que el artista dibuja, pinta, marca, rasga, modifica,
transforma, añade nuevas formas gráficas, a modo de comentario, exégesis,
interpretación, paráfrasis y homenaje de las diversas facetas de la fiesta. Las
fotografías, así “intervenidas” por Vera, adquieren una atractiva dimensión
reflexiva en torno al rito taurino y la propia expresión artística. Como
observa José Campos: “Su pintura nos muestra los espacios presenciales
alegóricos que estaban traspuestos porque se situaban más allá de nuestra
capacidad intelectual de poder percibirlos”. Propuesta artística tan personal
como estimulante.
Buena oportunidad, pues, para que, de la mano de un pintor, Santiago
Vera, y un investigador, José Campos, contemplemos en esta isla lejana sugestivas
e interrogadoras imágenes artísticas de la tauromaquia, y asimismo para que
meditemos una vez más sobre el sentido último de la vida y la muerte,
escenificados en un rito antiguo donde se funden en un todo mistérico belleza,
ritmo, música, duende, ética y tragedia.
Comentario: José Ramos, Profesor de Literatura
Española e Hispanoamericana, Universidad Tamkang, Taipei, Taiwán.
Descargar el Catálogo desde la página web de la Universidad de Granada:
http://wdb.ugr.es/~pintura/web/wp-content/uploads/catalogo_3_tz_bj.pdf
Descargar el Catálogo desde la página web de la Universidad de Granada:
http://wdb.ugr.es/~pintura/web/wp-content/uploads/catalogo_3_tz_bj.pdf
Soy un estudiante español en Taiwán que ha dado con este blog por casualidad. Estoy muy sorprendido con los argumentos de los autores, especialmente con sus inquietudes ecológicas. Supongo que es cuestión de tiempo que, con el objetivo de conservar estos ciclos cósmicos, religiosos y, ¿por qué no? mágicos también empecemos a lanzar burros de campanarios y a torear linces. ¡Que ya está bien de compasión!
ResponderEliminarMis saludos a estos artistas,
Un fiero bien pensante y buenista