El
comentario de Ángel Arranz
Montones
No me gusta la moda –de modorro- en general, y, en el toreo en
particular. Se han “pegado” más bernardinas en lo que va de feria que en
temporadas anteriores enteras. ¿Es un asunto de nuestra idiosincrasia? Porque,
o no llegamos o nos pasamos. Hace unos años eran las largas cambiadas. Y
todas las tardes… chicuelinas. Ayer, con el capote, hubo toreo vistoso y
también horroroso. Tejela manejó con soltura las telas. En su primero a punto
estuvo de cortar oreja. Bautista, con oficio y muy inexpresivo. El Payo
anduvo desdibujado.
Demasiadas veces en lugar de torear con calidad, se amontonan pasos,
poses y pases.
Los toros a la moda (más ni fu ni fa, que de fe), varios anovillados
y escasos de fondo, aunque se podían haber aprovechado mejor.
Buen tercio de varas en el segundo de la tarde por parte de Briceño
al toro Respondón. Bien con las banderillas Robles y Zamorano.
Hubo protestas y broncas, más o menos merecidas. Mañana será otro
día.
Demasiadas chicuelinas
empiezan a ser
cansinas.
Las buenas son
garbo y majeza
las del montón son
canijas en grandeza
las malas son
error y rareza
¡si Chicuelo
levantara la cabeza…!
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