El
comentario de Ángel Arranz
Confundir
Nueve de mayo del año dos mil catorce. Estamos en
otro ciclo -¿o túnel de túneles?- donde la confusión forma parte del “circo”
en el hacer o deshacer de nuestras perspectivas y vidas.
Cuando el enredo supera la claridad; cuando se vende
ficción por realidad; cuando el lío y el río desbordan el cauce de la lógica
y el sentido común; cuando el continente se cotiza más que el contenido… aparece
la confusión… y la credibilidad, la naturalidad y la autenticidad están
perdidas, olvidadas o heridas… en todos los casos, casas y cosas… desde el
ruedo de las plazas de toros a los rodeos que nos imponen los malos o peores
dirigentes.
La Tauromaquia tiene un gran paralelismo con la vida
misma: ¿o es al revés?
Dos “acontecimientos” empiezan hoy: la mejor feria
taurina de la historia como han dicho o escrito algún que otro papanatas
pesebrero; y las decisivas elecciones al parlamento europeo como han dicho o
escrito demasiados papanatas bipartidistas. Acontecimientos con minúsculas
según mi criterio.
Es la feria más larga, eso, ni de lejos quiere decir
que sea la mejor. Ya veremos.
La otra realidad, es que España tiene una
representación parlamentaria del 7% aproximadamente en la eurocámara…
normalmente manejada por la o el Merkel de turno que a su vez dependen de los dictados del o de
la Obama provisionales… y que solo son los “directores comerciales” del
capitalismo más o menos especulativo y globalizador. Es decir, más que
elecciones decisivas son selecciones decimonónicas.
En ambos “acontecimientos” confunden cantidad y
calidad; longitud y profundidad; endeudamiento y crecimiento; posturas y
composturas; publicidad y verdad; dichos y hechos, etc. etc. El fracasadísimo
bipartidismo se caracteriza porque la mitad de sus “gallitos” defiende el
capitalismo propio y de las élites, y la otra mitad de “gallitos” el
capitalismo propio y el abstracto. Lo cierto es que en sus alternancias gestionando España baten records de injusticia social,
desigualdad y malestar. Ojo, en el resto de países que conforman el sistema, y en mayor o menos proporción, ocurre lo
mismo. Basta ya de disfraces. ¡Qué desastre!
Es imposible pasar de lo mediocre a lo correcto o
sublime solo a base de propaganda y marketing. Los toros, desde que los
engendran han de tener garantías de bravura, energía, sentido y carácter…
para que los toreros y los toreos desde su niñez, juventud y aprendizaje
justifiquen su vocación, estilo, sentimiento, compromiso, principios,
proyección y admiración sin fecha de caducidad. En efecto, llegar a ese ideal
es trabajo de varios lustros, y no nos engañemos, ni siquiera se ven
voluntades para ir en esa dirección.
Ayer en Las Ventas hubo mucha abstención en los
tendidos… como la habrá en las elecciones. Mejor hoy que mañana hay que
empezar a exigir dimisiones, rectificaciones y soluciones.
De la mansedumbre de los toros, de la “imaginación”
de los toreros y de la “técnica” de los toreos en la infame y confusa corrida
inaugural, informa –sin confundir-, el Doctor Cabrera Bonet.
Confundir es
hipocresía
Sin miramiento ni
pleitesía
Confundir es
corrupción
Sin razón ni compasión
Confundidor o
confundido
Es mala leche o
mal entendido
Del arte de torear
y sus fases
Daré mi opinión
en: pasos, poses y pases.
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