El
comentario de Ángel Arranz
Hace mes y pico, cinco
aficionados y dos aficionadas compartimos mesa y mantel con el criador de
ganado bravo D. José Escolar. Yo lo conocía de vista. En la comida resultó
grato su trato. Hombre afable, sencillo y sincero. Y es, o parece, un
ganadero vocacional y honesto. Hablamos de su ganadería en particular y de la
actualidad torista y torerista en general.
A mi pregunta: “qué plaza cotiza más a los toros”, respondió… hombre la de
la capital de España en la feria de San Isidro. No sé cómo sería la liquidación
económica de ayer con poco más de medio aforo cubierto en los tendidos.
En los cambios de impresiones
genéricos, llegamos a la conclusión de que los toros no han de ser casi
salvajes ni casi domesticados. En este caso, el término medio es lo más aproximado
para intentar la virtud. También dijo que El
Cid, es el torero que más entiende y se entiende con los toros de
procedencia Albaserrada. En todo lo expuesto estuvimos de acuerdo.
El restaurante en conjunto, era
voluminoso, clásico; y moderno en la concreción de sabores y precios. He
comido parecido o mejor en restaurantes más asequibles. Casi 50 euros por
estómago. No sé si el cajero del negocio tenía espíritu de Bárcenas, o, a
nosotros nos confundió en acaudalados como D. Luis. Vaya pájaro este Luis
Bárcenas con los dineros en preventas o prebendas.
Lo cierto es que la modernidad es cara, en
parte, por las extravagancias o caprichos de demasiados modorros y modorras
que la siguen a tontas, a locas y a ciegas.
La corrida que observamos ayer
en Las Ventas no dejaría satisfecho al señor Escolar. Toros parejos en casi
todo… con más o menos kilos y canas. Toros de carácter más ingenuo que
malicioso; toros de trapío más pequeño que grande; toros de juego más moderno
que de eterno en fidelidad a sí mismo; toros con más rareza que raza. Si los
toreros no saben que son de D. José Escolar, habrían andado y lidiado mejor
la corrida. Solo el joven veterano Fernando Robleño, con los trastos, estuvo
igual o superior al comportamiento de los toros… pero manejó muy mal los
aceros. La psicosis –a veces equivocada- suele jugar las peores pasadas a los
toreros. Como ocurrió ayer con el uso y abuso del toreo moderno de Pérez Mota
y Miguel Ángel Delgado. Toda la culpa no es de ellos, están poco placeados;
entre los dos y en toda su trayectoria han hecho menos paseíllos que “El Fandi” en su temporada menos
maratoniana.
Sí, los toros decepcionaron…
pero en manos y cabezas más experimentadas, con menos orejas hubiesen llegado
al desolladero.
Ángel Otero, en banderillas,
saludó con merecimiento a la ovación más unánime de la tarde.
Modernidad no es sinónimo de
calidad
Ni de generosidad, equidad o
estabilidad
Tampoco de solidaridad, capacidad
o “toreabilidad”
Y menos de seriedad,
honorabilidad o responsabilidad
O de naturalidad, credibilidad y
autenticidad
De modernidad son sinónimos
actualidad y vanidad
Hay actualidad que es casualidad
o necesidad
Hay vanidad que es necedad o
precariedad
No hay causalidad con intención
de respetabilidad
Así nos va en este modelo de
sociedad ¿o suciedad?
P.D. Luis Bárcenas, ex senador
de una provincia en que no lo conocía casi nadie. A estas alturas no sé si es
torero, o es el ex tesorero del “Partido Popular”. Tiene o tenía cuentas
millonarias en euros en varios paraísos fiscales. ¡Patriota y patriotas de
una pieza! ¡MARCA ESPAÑA!
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