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lunes, 12 de mayo de 2014

Pasos, pases y poses

El comentario de Ángel Arranz


Modernidad

Hace mes y pico, cinco aficionados y dos aficionadas compartimos mesa y mantel con el criador de ganado bravo D. José Escolar. Yo lo conocía de vista. En la comida resultó grato su trato. Hombre afable, sencillo y sincero. Y es, o parece, un ganadero vocacional y honesto. Hablamos de su ganadería en particular y de la actualidad torista y torerista en general.
 A mi pregunta: “qué  plaza cotiza  más a los toros”, respondió… hombre la de la capital de España en la feria de San Isidro. No sé cómo sería la liquidación económica de ayer con poco más de medio aforo cubierto en los tendidos.
En los cambios de impresiones genéricos, llegamos a la conclusión de que los toros no han de ser casi salvajes ni casi domesticados. En este caso, el término medio es lo más aproximado para intentar la virtud. También dijo que El Cid, es el torero que más entiende y se entiende con los toros de procedencia Albaserrada. En todo lo expuesto estuvimos de acuerdo.
El restaurante en conjunto, era voluminoso, clásico; y moderno en la concreción de sabores y precios. He comido parecido o mejor en restaurantes más asequibles. Casi 50 euros por estómago. No sé si el cajero del negocio tenía espíritu de Bárcenas, o, a nosotros nos confundió en acaudalados como D. Luis. Vaya pájaro este Luis Bárcenas con los dineros en preventas o prebendas.
 Lo cierto es que la modernidad es cara, en parte, por las extravagancias o caprichos de demasiados modorros y modorras que la siguen a tontas, a locas y a ciegas.
La corrida que observamos ayer en Las Ventas no dejaría satisfecho al señor Escolar. Toros parejos en casi todo… con más o menos kilos y canas. Toros de carácter más ingenuo que malicioso; toros de trapío más pequeño que grande; toros de juego más moderno que de eterno en fidelidad a sí mismo; toros con más rareza que raza. Si los toreros no saben que son de D. José Escolar, habrían andado y lidiado mejor la corrida. Solo el joven veterano Fernando Robleño, con los trastos, estuvo igual o superior al comportamiento de los toros… pero manejó muy mal los aceros. La psicosis –a veces equivocada- suele jugar las peores pasadas a los toreros. Como ocurrió ayer con el uso y abuso del toreo moderno de Pérez Mota y Miguel Ángel Delgado. Toda la culpa no es de ellos, están poco placeados; entre los dos y en toda su trayectoria han hecho menos paseíllos que “El Fandi” en su temporada menos maratoniana.
Sí, los toros decepcionaron… pero en manos y cabezas más experimentadas, con menos orejas hubiesen llegado al desolladero.
Ángel Otero, en banderillas, saludó con merecimiento a la ovación más unánime de la tarde.
            Modernidad no es sinónimo de calidad
            Ni de generosidad, equidad o estabilidad
            Tampoco de solidaridad, capacidad o “toreabilidad”
            Y menos de seriedad, honorabilidad o responsabilidad
            O de naturalidad, credibilidad y autenticidad
            De modernidad son sinónimos actualidad y vanidad
            Hay actualidad que es casualidad o necesidad
            Hay vanidad que es necedad o precariedad
            No hay causalidad con intención de respetabilidad
            Así nos va en este modelo de sociedad ¿o suciedad?

P.D. Luis Bárcenas, ex senador de una provincia en que no lo conocía casi nadie. A estas alturas no sé si es torero, o es el ex tesorero del “Partido Popular”. Tiene o tenía cuentas millonarias en euros en varios paraísos fiscales. ¡Patriota y patriotas de una pieza! ¡MARCA ESPAÑA!

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