Lo prometido es deuda. Esta feria isidril y su continuadora
la del “arte y la cultura” verbenera,
han mostrado el bajo nivel al que se encuentra por una parte, el mundo
ganadero, las exigencias del palco de Las Ventas, por otra, y el de la afición
madrileña, por última. Ésta, probablemente en su nivel más bajo de la historia,
ha sido incapaz de protestar o criticar la peor presentación del ganado desde
hace décadas en el coso de la capital. Bajísimo nivel de exigencia que ha sido
obra de las sucesivas empresas que han dirigido la programación taurina de la
plaza y de bien orquestadas campañas de prensa desde hace –asimismo- décadas.
Antaño la crítica especializada se situaba siempre del lado
de los aficionados; ellos mismos eran aficionados que se habían formado entre
sus filas, ejercían la crítica más como afición que como profesión. Sin
embargo, en los últimos años y con muy honrosas y salvables excepciones, parece
que la mayor parte de la industria de la información se apoya más en los
intereses de los profesionales que del lado de los aficionados, y han llegado a
denostar, zaherir y atacar a aquellos grupos del público que defienden con
ardor sus intereses, o el precio de sus entradas… de las que viven todos.
Sistemáticas campañas en contra de la afición y de que ésta reclame sus
derechos, la presencia de los toros, la retirada de la lidia de reses
inválidas, incluso –con mayor o menor oportunidad- la ética del toreo, han dado
sus frutos. Y hoy cualquier indocumentado que pisa por ver primera un coso sabe
que si se protesta en Madrid hay que insultar a los del tendido 7 –valga por
ejemplo-, aunque no tenga ni idea de lo que es el trapío, no sepa ver o valorar
la bravura o casta de un toro, sea incapaz de reconocer las hechuras
morfológicas de un encaste, o ni aun siquiera sepa –ni le importe un bledo- de
que ganadería son aquellos bichos que corretean por la arena. Ahora bien, los
del 7…, malísimos…, pongamos como mal ejemplo. Y por ende, el aficionado, harto
en buena medida de que sus derechos se pisoteen, de que te ofrezcan “6 hermosos
ejemplares”, “6 bravísimos toros”, “6 fantásticas reses” que luego ni son
bravas, ni hermosas, ni tienen la casta que debe exigirse a un toro de lidia, y
que además se ven amenazados e insultados en los medios de comunicación y en el
coso por los que se aprovechan del negocio –directa o indirectamente a través
de los espectadores eventuales o el público indocto-, se resigna a un silencio
tolerante que es aprovechado para –a su vez- aumentar el fraude.
Pero detengámonos, en vez de seguir por estos derroteros, en
el trapío de esas corridas que no han sido apenas protestadas por los
aficionados que, en la plaza de Las Ventas, antes exigían con más ardor y
clamor, la categoría del coso.
Palomito, de José Escolar, un toro con trapío lidiado el 31-5 (Foto: las-ventas.com) |
Comenzó la feria de San Isidro, el 10 de mayo, con una
corrida en la que se lidiaron 5 reses de El Cortijillo y 1 de Hnos. Lozano.
Decíamos entonces, lo que hoy puede considerarse como premonitorio que “De presencia nos colaron dos reses muy
vareaditas de carnes y sin remate para una plaza como la madrileña: primero y
cuarto; el tercero anduvo justito. Como eso se repita otras tardes –ojo a los
veterinarios- nos espera una feria complicada…; si éste es el nivel en una
ganadería que no suele tener problemas y que además se anunciaba con diestros
que no están para exigencia alguna, imagínense lo que puede suceder cuando se
anuncien las mal llamadas figuras del escalafón. Pónganse a rezar a San Pedro
Regalado, y que Dios nos asista”.
En efecto, hubieron de ser anticipatorias estas palabras,
porque el desastre se consumó, y casi todos los días, al margen del baile de
corrales especialmente intenso en los días en que los de más arriba se
presentaron, hubo más de un toro que salió de chiqueros sin la exigencia mínima
que debiera imponerse en la principal plaza del orbe taurino. Ello, obviamente,
supone que al menos algún otro –o algunos- la presentaron, pero en Madrid
debiera exigirse que las corridas lidiadas no sólo sean parejas (otro de los
factores que han fallado escandalosamente este año, en general), sino que no se
corra ni un solo ejemplar de presencia impecable.
Sálvense de la quema, en cuanto a trapío se refiere, la corrida
del día 16, de El Montecillo, bien
presentada aunque mansa, descastada en general, de juego pobre y desigual; la
del día 20 de mayo, un remiendo completo de Guardiola Fantoni, impecablemente
presentado, aunque su juego fuese manso en general, duros a la muerte, con más
genio que casta, pero alguno toreable; la del 27 –ya en la recta final más
“torista”-, con 6 toros de los Herederos de Baltasar
Ibán, bien presentados (excepto quizá el 4º), encastados en general (menos lo
estuvieron 6º y 1º) y con juego desigual en caballo y muleta, pero donde surgió
el toro más bravo de la feria, Pistolero;
la corrida del día 30 de mayo, con reses de Carriquiri, que no dieron el juego
esperado, mansas, flojas y sosas; la del día siguiente de José Escolar, bien
presentada (el primero más lavado de carnes), pero también mansos en varas,
encastados y complicados en general, aunque varios con más juego del mostrado;
y la fenomenal corrida de los Herederos de
Celestino Cuadri, bien presentada aunque desigual, con casta en general y mejores
los lidiados en número impar.
Pistolero, de Baltasar Ibán, con trapío conforme a su encaste, lidiado el 27-5 (Foto: las-ventas.com) |
En el lado negativo, día tras día íbamos apuntando al resto
de las corridas lidiadas, ello siempre al margen de lo que se hubiese anunciado
en los carteles. Es verdad que en la mayor parte de los días hubo también reses
bien presentadas, con hechuras y cuajo dignos de Las Ventas, pero sea uno en
aquella, dos en esta otra, o más en alguna, casi todas las fechas de la feria
se vieron ensombrecidas con el borrón de la falta de trapío. Si al menos se
hubiesen tapado con la fantástica capa de la casta… Pero veamos…
El segundo día de feria, el 11 de mayo, se corrieron 5 toros de
Montalvo, desiguales de presencia aunque correctos en general, muy mansos,
inválidos y descastados y 1 toro de Yerbabuena (2º bis), manso, flojo y soso. El
problema de este día, más que la presencia, fue la flojedad y extrema
mansedumbre del ganado.
El
día 13 tan sólo se aprobaron dos del hierro titular, de El Vellosino (2º y 4ª),
el primero anovillado y el segundo pasable, mansos ambos, embestidor el primero
y complicado el segundo, pero ambos bajos de casta y 4 más de Valdefresno,
impresentables, mansos y descastados. Apuntábamos en la crónica que “Espanto es lo que nos causó la salida de la
cabeza del primero de los remiendos de Valdefresno: una cabeza de las de
disecar… y un cuerpo del torillo de poner sobre el televisor, junto a la
flamenca. Bueno, con esto de los televisores planos, se habrá perdido ya ese
buen negocio…, así que al matadero. VEINTICUATRO
toros han reconocido los veterinarios para esto; veinticuatro, 24, dos docenas,
dos decenas casi y media, para que tragásemos con esta ignominia, con esta
birria, con esta excremencia ganadera. Cuatro ratas con sombrero, que es como
se las ha llamado de toda la vida, del hierro salmantino de Valdefresno y un
becerrote agigantado del “Vellosino de hojalata”. El público, el paciente
público, ese que va a estos festejos con la entrada del abono regalada, tragó y
tragó, hasta que terminó por soliviantarse un poquito ante la indecencia de
alguno de los que nos sacaron. Y aparecieron unos -poco más que tímidos-
gritos, pitos y palmas de las de tango. Y aquí no pasó nada más. (…) Como no
se estila tampoco, que un ganadero, viendo cómo te echan dos tercios de los
toros que traes a la plaza atrás, por falta de trapío –veinticuatro, 24 toros
reconocidos para esto-, se lleve los dos restantes. Quita, quita, al menos me
pagan dos y con eso amortizo los camiones… La honra ganadera ha quedado para
los libros de historia en gran parte de la cabaña brava –que siempre, a Dios
gracias, habrá excepciones honrosísimas-”.
Dudosillo, un impresentable bicho de Valdefresno corrido el 13-5 (Foto: las-ventas.com) |
El día del santo, 15 de mayo, sólo hubo un pequeño lunar en
el encierro de El Ventorrillo, al que
catalogábamos de bien presentado –excepto el quinto, sin culata-, muy manso,
descastado en general, de juego pobre y desigual predominando lo mular y
complicado. De ese quinto
decíamos: “Preso, ¡vaya nombrecito en casa del herrero…!, era
el único mal presentado de la tarde, un toro culi-pollo que desdecía de sus
hermanos, aunque en comportamiento les fue a la par: manso y descastado.”
Al día siguiente, 16 de mayo, se lidió la del Montecillo,
sin peros en cuanto a trapío se refiere. Pero volvimos a las andadas con el 17
de mayo, con las figuritas en el cartel y 5 toros de Victoriano del Río y 1 toro
de su segundo hierro, Toros de Cortés (3º), mal presentado, manso, flojo y a
menos. Los titulares resultaron de juego desigual, justos de casta y algo a
menos, aunque complicados quinto y sexto. Dijimos ese día que “El flojo y nada cuajado tercero no debió
pasar el reconocimiento veterinario en Madrid –no por peso, 542 kilos, los hubo
menos pesados- sino por trapío y remate, y fue el más flojo del encierro
viniéndose también a menos a lo largo del trasteo.” El ganado embistió, es
cierto, pero con notables desigualdades, y no apareció la casta y la nobleza
que ha hecho famosa a la ganadería.
Malbajito, el sexto de Torrestrella, precioso sardo lidiado el 19-5 (Foto: las-ventas.com) |
Paso al frente. El 19 de mayo nos echaron un encierro de
Torrestrella, diferente en trapío, calidad y hechuras. El mejor presentado el
6º, varios algo encastados y con genio alguno, pero casi todos con
posibilidades. El borrón de la corrida vino representado por las carencias de
varios de ellos: “Toros en cuanto a la condición
imprescindible que deben tener, casta, porque de trapío, así, así, anduvieron
algunos. El quinto era un bicho anovillado de cara y cuerpo, y segundo y
tercero reses justitas –sobre todo por detrás- para las exigencias de una
corrida en la primera plaza del mundo; en Pamplona o Bilbao no hubieran pasado…
creo”.
Pájaro, de Guardiola, lidiado el día 20-5 (Foto: las-ventas.com) |
El
día 20 se lidiaron los de Guardiola, a los que no se les puede objetar cosa
alguna en este apartado. No les canso más por el momento, habrá nueva entrada
mañana con lo restante de la feria.
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