La negativa del Consell a declarar la Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial se enfrenta, es cierto, a la decisión en sentido contrario de multitud de poblaciones no sólo de la Comunidad Valenciana, sino aun de otras muchas localidades de toda España. La voluntad popular expresada de esa forma, en distintas localidades pesa mucho más que cualquier informe técnico (muchas veces sesgado desde las propias opiniones de sus individuales y muy limitados -en número- autores), y así se ha hecho sentir en la propia Comunidad que ahora niega su realidad.Es más, el propio ámbito universitario en la Comunidad no necesariamente subraya esa postura, ya que la Universidad CEU Cardenal Herrera organizó el pasado estío un Curso de verano que abordó con profundidad, independencia y criterio científico el mundo de la tauromaquia, dirigido por ese gran profesional que es Santiago Celestino.
La AIT que tantos y tan buenos esfuerzos está dedicando al asunto, añade que "La decisión del Consell de Cultura de Valencia de archivar su pretendida declaración de la Tauromaquia como BICI en esa Comunidad, no por esperada resulta menos desagradable ya que “el revolcón” sufrido viene dado por utilizar un procedimiento que, como desde el departamento jurídico de esta AIT al propio Conseller se le hizo saber, es impropio e injustificado al otorgar un papel determinante a instituciones que nada tienen que ver con el proceso de identificación del Patrimonio Cultural de los pueblos, papel que corresponde única y exclusivamente a los ciudadanos, quienes lo vienen realizando exitosamente".
Una de las revistas taurinas valencianas más antiguas: "Las astas del toro" |
Por ello en su comunicado la Asociación Internacional de Tauromaquia quiere subrayar:
"Primero: Que la Tauromaquia en la Comunidad Valenciana sólo requiere que el Conseller la inscriba en el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) valenciano, atendiendo sin mas dilación la solicitud que en este sentido le están haciendo miles de ciudadanos a través de sus ayuntamientos.
Segundo: Que el Patrimonio Cultural Inmaterial es propiedad de los pueblos que lo practican y recrean y no de los Estados.
Tercero: Que las declaraciones que han venido realizando los ciudadanos, refrendadas por sus autoridades locales, tienen mucha mayor legitimidad que las consideraciones de cualquier institución pública o privada por prestigiosa o importante que esta sea.
Cuarto: Que la Administración Central debe de reconocer la importancia de la Tauromaquia durante siglos de historia, atendiendo el clamor popular de más de 500 ciudades y pueblos, que han declarado los festejos taurinos PCI e incorporar la Tauromaquia en el inventario del PCI del pueblo español.
Quinto: Que la medida más rápida y eficaz para proteger la Tauromaquia a nivel nacional es la inscripción de ésta como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español, conforme a lo previsto en la Convención para la Salvaguardia del PCI de la Unesco.
Sexto: Que con esa sola declaración de PCI del pueblo español, (sin necesidad de ingresar en la lista representativa de la UNESCO) se alcanzaría el blindaje y la protección que otorga un tratado internacional como el referido, que es Ley en todo el territorio español.
Séptimo: Que si Francia aprobó una declaración de PCI nacional con tan solo 47 localidades que festejan toros, y aquí se aplaude la medida y se habla de imitarles, ¿ a qué esperan las autoridades españolas para hacerlo? [el subrayado es nuestro].
Octavo: Que por todos los anteriores motivos, instamos al gobierno nacional, a través de su Ministerio de Cultura, a cumplir su función de coadyuvar en la identificación del Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español, incluyendo a la Tauromaquia en el Inventario del PCI Nacional, previa designación de un grupo de expertos españoles que elaboren la definición correspondiente".
"Primero: Que la Tauromaquia en la Comunidad Valenciana sólo requiere que el Conseller la inscriba en el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) valenciano, atendiendo sin mas dilación la solicitud que en este sentido le están haciendo miles de ciudadanos a través de sus ayuntamientos.
Segundo: Que el Patrimonio Cultural Inmaterial es propiedad de los pueblos que lo practican y recrean y no de los Estados.
Tercero: Que las declaraciones que han venido realizando los ciudadanos, refrendadas por sus autoridades locales, tienen mucha mayor legitimidad que las consideraciones de cualquier institución pública o privada por prestigiosa o importante que esta sea.
Cuarto: Que la Administración Central debe de reconocer la importancia de la Tauromaquia durante siglos de historia, atendiendo el clamor popular de más de 500 ciudades y pueblos, que han declarado los festejos taurinos PCI e incorporar la Tauromaquia en el inventario del PCI del pueblo español.
Quinto: Que la medida más rápida y eficaz para proteger la Tauromaquia a nivel nacional es la inscripción de ésta como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español, conforme a lo previsto en la Convención para la Salvaguardia del PCI de la Unesco.
Sexto: Que con esa sola declaración de PCI del pueblo español, (sin necesidad de ingresar en la lista representativa de la UNESCO) se alcanzaría el blindaje y la protección que otorga un tratado internacional como el referido, que es Ley en todo el territorio español.
Séptimo: Que si Francia aprobó una declaración de PCI nacional con tan solo 47 localidades que festejan toros, y aquí se aplaude la medida y se habla de imitarles, ¿ a qué esperan las autoridades españolas para hacerlo? [el subrayado es nuestro].
Octavo: Que por todos los anteriores motivos, instamos al gobierno nacional, a través de su Ministerio de Cultura, a cumplir su función de coadyuvar en la identificación del Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español, incluyendo a la Tauromaquia en el Inventario del PCI Nacional, previa designación de un grupo de expertos españoles que elaboren la definición correspondiente".
El toro Ratón en Valencia, una manifestación popular tradicional y más que secular en todo el levante español |
Y por último añade:
"La paciencia de los aficionados se empieza a agotar. Señores representantes políticos e institucionales: dejen de torear de perfil, de adornarse con pases por alto y pónganse de frente; paren, templen y manden como los cánones del toreo verdadero exige: en corto y por derecho. Agarren el toro por los cuernos y acaben de una vez por todas con las desmesuradas embestidas y agresiones que la Tauromaquia y los ciudadanos que la recreamos venimos indiscriminadamente sufriendo".No cabe sino adherirse a los comentarios de la AIT y de lamentar, una vez más, que los políticos sólo sean sensibles a las posibles críticas y al estado "artificial" de opinión creado desde diversos medios, y no afronten con valentía, no sólo su postura ante la tauromaquia, sino ante los verdaderos problemas que afronta hoy por hoy la población española. Eso... y una mayor lectura y aprendizaje de su verdadera historia.
"La paciencia de los aficionados se empieza a agotar. Señores representantes políticos e institucionales: dejen de torear de perfil, de adornarse con pases por alto y pónganse de frente; paren, templen y manden como los cánones del toreo verdadero exige: en corto y por derecho. Agarren el toro por los cuernos y acaben de una vez por todas con las desmesuradas embestidas y agresiones que la Tauromaquia y los ciudadanos que la recreamos venimos indiscriminadamente sufriendo".No cabe sino adherirse a los comentarios de la AIT y de lamentar, una vez más, que los políticos sólo sean sensibles a las posibles críticas y al estado "artificial" de opinión creado desde diversos medios, y no afronten con valentía, no sólo su postura ante la tauromaquia, sino ante los verdaderos problemas que afronta hoy por hoy la población española. Eso... y una mayor lectura y aprendizaje de su verdadera historia.
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