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sábado, 9 de junio de 2012

Birlibirloqueando 5





Fernando Bergamín Arniches

Pretendo ser conciso en este comentario; apasionado, creo que debo serlo. Pasó la Corrida de la Beneficencia (6 junio 2012) en la Plaza de Madrid. Corrida de ilusión y esperanza al ser el único cartel de toros después de muchísimas tardes, esperpénticas casi todas ellas, vistas y no vistas en el ya tristemente histórico ciclo isidril madrileño del 2012, resumido a la perfección en este blog por Rafael Cabrera (3 - 6 - 2012). Fue la única tarde de toros con tres toreros - no solamente de arte - sino simplemente: toreros. El gacetillero del diario El País, Antonio Lorca, en su reseña de la corrida (7- 6- 2012) dijo textualmente: "A las figuras siempre acompaña el baile de los corrales. (No olviden que estaba Curro Vázquez, apoderado de Morante, lo que es plena garantía de que se intentará colar gato por liebre)." Hago aquí un inciso que me parece necesario. Hace pocos días me quedé profundamente extrañado cuando en homenaje público y entrega a Rafael de Paula del último Premio Joaquín Vidal, me enteré de que este gacetillero llevó parece ser la voz cantante... y sonante en dicho acto, el mismo que en la historia pasada del grandioso toreo de Jerez fue uno de sus más "sucios" detractores en las malas tardes de Paula, y digo "sucios" porque más que juicios críticos, eran verdaderos insultos sus opiniones sobre Rafael. A tanto llegó la cosa, que yo escribí a Joaquín Vidal, del que fui amigo personal y colaborador invitado en muchas de sus páginas estupendamente compuestas en el diario El País durante las Ferias de San Isidro, le escribí repito, extrañado al conocer la aparición de esos textos tan difamantes. Joaquín me señaló, y creo que con razón, que estaba de acuerdo conmigo, pero que debería ser yo el que se entendiera con Antonio Lorca. Le escribí una carta de la que nunca supe nada, tal vez pudo extraviarse en ese largo camino y desencuentro que va de la crítica a la difamación.
Hoy ante las calumnias públicas de ese señor (no son las primeras) contra el gran torero, amigo y magnífico apoderado Curro Vázquez, he querido sacar la palestra este tema. Quiero aclarar que no fui invitado a este acto, ni hubiera asistido en esas circunstancias, sintiéndolo con verdadero dolor por mi entrañable amistad y admiración sin límite hacia Rafael de Paula.
Volviendo a la Corrida de Beneficencia, mi primer comentario tiene que ser rotundo. Un sector muy determinado y determinante, impide materialmente en esta Plaza que ciertas figuras del toreo puedan actuar y triunfar en ella. Esto no es ninguna novedad. Es un hecho concreto. Lo han sufrido los mejores toreros y curiosamente empieza a producirse, creo recordar, ya en plena y  confusa Transición, seguida más tarde por la gloriosa Movida Madrileña... A las famosas palmitas de tango se añaden los pañuelones verdes... y gritos insoportables de sabios reventadores. Yo siento ahora cierta vergüenza al comprobar que aficionados, más bien "entendidos", siguen hoy aplicando ese tipo de protestas con más de 50 años sobre sus espaldas para defender el honor de la primera Plaza del mundo: frente al "pico", al llamado toro "gato", y otras faltas rechazables, pero no para crear el ambiente dogmático y casi infantil que producen sus autores, muchas veces además equivocados en su grosera sabiduría. Casi siempre amparados en la pureza castellana anónima de la mala leche. Así es el reventador, que no revolucionario de nada. Para todo ello existe y ha existido siempre en el toreo: la bronca, la gran bronca, siempre en su sitio, al final del fracaso, y tan torera y tradicional como la ovación y el clamor, las orejas y los rabos.
Morante en la corrida de beneficencia (Foto: las-ventas.com)
Morante de la Puebla con su primer toro de Cuvillo, pobre de presentación y rematadamente manso, nada pudo hacer más de lo que hizo. Siempre con torería y en su sitio. Con su segundo toro de Victoriano, del Rio, cinqueño de 631 kilos de peso, cumplió intentándolo. El toro bronco, descastado y de contra estilo total al toreo grande de Morante. Destacó un primoroso quite por chicuelinas morantianas. Estuvo en torero durante toda su actuación.
A Manzanares, con un pobretón y pésimo lote, no le dejaron intentarlo. Indignante el griterío histérico que le acompañó toda la tarde de un público preparado para cargárselo. Ya se dice, que hasta mata mal... Yo pienso que Manzanares tiene que pensarse mucho lo de volver a esta Plaza. ¿Vale la pena? Sigue en su sitio de primerísima figura del toreo actual. Creo que no necesita bendiciones venteñas.
En cuanto a Alejandro Talavante, en mi opinión se inventó dos toros que no había, y los toreó con su clase, variedad y sorprendente imaginación. Merecidas cada oreja y su Puerta Grande. Aún lo toleran... hasta que se compre la gran finca o corte 4 orejas en Sevilla. Lo ven aún como un "buen chico", y además no es guapo, lo que también gusta en Madrid.
Y nada más, que ya es mucho. Mal los Cuvillo, de bronca, y más pasables los dos de Victoriano del Rio. Bien todo el resto, incluido el gran Curro Vázquez a quien dedico en desagravio esta nota. Y para su difamador Antonio Lorca, le recuerdo aquello que sostenía el gran Tolstoi: "Crítica, es cuando los tontos hablan de los inteligentes." Aunque no suceda siempre así, por suerte para el toreo y los críticos que lo son de verdad.

8 junio 2012

1 comentario:

  1. Lo de Curro Vazquez es publico y notorio y el que haya sido un buen torero lo obliga a respetar un poco la profesión y al aficionado, que sea su amigo no lo exime de su cuota de responsabilidad y los toreros que ud alaba están muy escasos de compromiso y de hacer el toreo de verdad y los "reventadores" no será que compran una entrada para ver TOROS y TOREROS y los defraudan?

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