Toros, toreros y toreos
El
comentario de Ángel Arranz
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Apariencias 
El refranero castellano o español, salvo
  excepciones, es sabio y extenso. 
Por ejemplo cuando decimos: “no es oro todo lo
  que reluce”, “el hábito no hace al monje”, “las apariencias engañan” o “la
  mona, aunque se vista de seda, mona se queda”; estamos matizando o alertando
  de los posibles fraudes que hay detrás del trapío o la fachada de objetos o
  sujetos, que para el caso es lo mismo. 
El toro que salió en la tarde de ayer por toriles
  será uno de los más guapos de la feria. 
Pero… el interior no tenía ni energía ni bravura.
  Es decir, el contenido, que es lo fundamental, era la negación del continente,
  y era la negación de los atributos que se le supone a un toro de lidia. 
Y un torero –David Galván- estuvo elegante y
  ceremonioso con el toro que confirmaba su alternativa. 
En general la corrida no dio opciones a la terna
  para el toreo “bonito”, llegaron a la muleta, asfixiados y a la defensiva. En
  el inicio de la faena de Curro Díaz hubo lindeza y estética para exportar;
  no, no es lo suyo el toreo moderno de suertes o desgracias con el pasito
  atrás. 
Y poco más. Bueno sí, la ambición de El Fandi para entrar en el “libro
  Guinness de los récords” en el tercio de banderillas propiamente dicho… sin
  distinguir -cabalgadas aparte- cantidades y calidades. 
Un par de banderillas competente y genuino  protagonizado por  Montoliu 
  será uno de los más votados al mejor de la feria. ¿Eso del Guinness es
  solo un camelo o una verdad a medias de no se por qué y para qué? 
A propósito de apariencia, récord o premio. Es
  una falta de respeto al historial torerista y a sí mismos, que El Fandi,
  y antes Espartaco, hayan encabezado
  el escalafón superior tantas o más veces que José Gómez Gallito y Domingo Ortega que lo hicieron en seis ocasiones. Es
  como comparar uno de mis libros con la Enciclopedia Cossío. 
Al pan, pan y al vino, vino. Esa es la cuestión a
  tratar para intentar salir de la crisis de crisis con torería, grandeza y
  justicia social. 
Lo demás es dura o impura apariencia. 
           
  Liturgia, melodrama y ritual 
           
  Asociamos al arte de torear 
           
  Está bien ser ceremonioso 
           
  Con aire solemne y garboso 
           
  Eso ha de ser lo primordial 
           
  Sin caer en lo cursi o soso. | 


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