Por Fernando Bergamín Arniches
Con esta breve nota birlibirloquesca quisiera señalar una aparición de
la que me gustó ser testigo directo, en la lamentable Corrida de Beneficencia
del lunes 5 de Junio de este año. Podría haberlo hecho en mi artículo anterior,
pero prefiero que vaya por separado.
En un cierto momento de la corrida, concretamente en el quinto toro de
la tarde, cuando Morante de la Puebla intentaba centrarse con su manso de turno
en la muleta, se escuchó una ovación que salía del tendido 7... dirigida a la
presencia allí, en ese tendido, nada menos que de Rafael de Paula, que tuvo que
levantarse a saludar dos o tres veces. Para mí fue una alegría verlo en la
Plaza..., pero no me parece que pensara lo mismo el crítico titular del diario
El Mundo, Vicente Zabala de la Serna, que al día siguiente escribió -pienso yo que
con extrema falta de respeto e indudable mal gusto- una crítica que tituló:
"LA TOALLA DE LAS PAPAS ENTERAS", que naturalmente aludía a Paula,
queriendo mezclar al genial torero de Jerez con algunas protestas que habían
surgido anteriormente en ese tendido 7 molestando con su habitual pesadez a Morante.
Y escribe Zabala: "El caso es que cuando se levantó Rafael de Paula a
saludar a las musas ausentes, todavía con la toalla del homenaje en Ronda, la
toalla del bidé, la toalla de yo ya estoy en Jerez de la Frontera, donde se
comen las papas enteras, y un sombrero jipijapa muy Juncal, la sospecha de
quién había salido la puya se torció en una dirección, la escena resumía el esperpento
de la Beneficencia."
Rafael de Paula en la entrega del Premio Joaquín Vidal, del Círculo Taurino Universitario Luis Mazzantini, donde dio una lección de torería |
Yo sólo quiero agregar unas palabras: Rafael de Paula, con toalla y
sombrero jipijapa... o sin ellos, ha sido un torero de época, muchas veces
escribí sobre Rafael. Cuando toreaba bien ACABÓ CON TODO Y CON TODOS. Recuerdo
este texto mío escrito hace algunos años: "El de Rafael de Paula es el
toreo más pleno que nunca hayamos visto en nuestras varias décadas de
contemplar ese extraño sentimiento del arte de torear. Toreo de místico
temblor, cierto e incierto..., laberíntico y claro, oscuro y luminoso como la
vida misma, y siempre esperando en el silencio del aire... eco de su voz
gitana, gitanísima, que, sobre todo por serlo, llegaría a romper en la memoria
si hiciera falta, haciéndolo saltar en mil pedazos, el propio cristal del
tiempo. Un solo instante de su toreo lo consigue."
Desde aquí, ya en este verano "incierto" del 2013, vaya para
el gitano Rafael de Paula, en un abrazo fraternal, mi amistad y admiración
extrema de siempre y para siempre, heredada de mi padre José Bergamín que
descubrió en el toreo de Rafael su inmortal "música callada del
toreo". Y que le llegue mi grito desde mi andanada del 9 de ¡TORERO,
TORERO, TORERO! La oscuridad de los genios... siempre aclara la verdad de la
vida. Con y sin toalla...
Para su hijo Jesús de Paula, espléndido escritor taurino -gitanísimo y
original-, también mi admiración y cariño grande de amigo y lector.
28
Junio 2013
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