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miércoles, 22 de mayo de 2013

Toros, toreros y toreos


El comentario de Ángel Arranz

Espejos
La novillada de anteayer tuvo pasajes de capea. Hay capeas, buenas, regulares y malas. Anteayer hubo momentos de las peores. No, los novillos no fueron los culpables. Dos del habitual montón, dos de oreja y dos de Puerta Grande. Es para celebrarlo tal y como está el “campo bravo”.
Y allí no paso casi nada. ¿Un correcto quite de frente por detrás de Gonzalo Caballero?
¿Dónde estuvieron las averías? En el sistema. En las estructuras y en los espejos que  “madeja” y maneja el sistema. Todo es, casi todo para ser exactos, cajones desordenados de sastre  o desastre con madejas y ovillos enredados, endiablados…quizá inservibles.
Hubo novillos de éxito, de triunfo, el resto manejables…para novilleros puestos y dispuestos.
¿Se puede venir a examinarse en Las Ventas con los escasos estudios taurinos de dos novilleros o la involución del otro? ¿En qué espejos toreros se miran para plantear las mismas y equivocadas lidias que vemos casi todas las tardes sean o no sean las que tienen diferentes novillos? ¿Quién hay detrás de los bienintencionados novilleros? ¿Quién les enseña a ir de menos a más? ¿Quiénes son las lumbreras que organizan novilladas o certámenes novilleriles donde apenas se corta un trofeo y lo que  abundan  son silencios o indiferencias? ¿Por qué casi todas las novilladas suelen ser ruinas económicas?
La culpa es del sistema. Y de los sistemáticos horrores y errores de sus protagonistas. Sí, es la pescadilla que se muerde la cola, es marear la perdiz, todo sin aclarar y sin cariz.
Las novilladas, otrora con llenos en las plazas, se han quedado en un trámite rutinario para completar el pliego de condiciones que se “exigen” en los carteles de las ferias.
Los pocos y necesarios paseíllos que hacen los novilleros dependen más de las recomendaciones o de la cartera, que de sus cualidades, proyección y vocación.
Algunos, copian o imitan antes los defectos que los efectos de las pocas figuras que sirvan de espejos a los principiantes: paso atrás, descolocados, despegados, destoreo tirando líneas rectas con capote y muleta cuando las hay que pueden y deben ser curvas, cantidad repetitiva y “competitiva” en vez de calidad, demasiados y deshilados o descosidos pases aéreos y de rodillas, inicios o finales de faena antagónicos, medios pases en adornos sin gracia o a destiempo. Espejismos.
 A los estudiantes no se les puede sopesar como a los profesores, pero si han de demostrar atisbos de creatividad, personalidad y ambición… en el mejor sentido de la palabra.
Solo a partir de esos principios inquebrantables se podrá empezar a vislumbrar la recuperación y evolución de una Tauromaquia con garantía y credibilidad de futuro.
Pero… a juzgar por las posturas sin composturas que ensayan ciertos veteranos y principiantes, parece que solo se miren en espejos de retretes.
Sin ánimo de ofender, necesitaba hacer estas reflexiones por escrito y sin complejos, sobre falsos sastres, taquillas y espejos para intentar frenar quiebras en cajas, rituales y bobinas. Se echa de menos tratar estas y otras cuestiones transcendentes más o menos vivas. ¿Somos avestruces?
De los atropellos en la corrida de ayer, informa Rafael.

            Parte de la juventud española
            Se va a Brasil, Alemania o Angola
            Expulsamos  a los más formados
            Nos quedamos con prefabricados
            O con trepas enchufados
            Es como un novillero sin dinero
            Es como un novillo sin novillero
            Claro que hay excepciones
            Pero aquí, son pocas las opciones
            En respetar reglas y proporciones.

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