Esta tarde se celebrará la tercera de las conferencias del XII Aula de Tauromaquia de la Universidad CEU San Pablo. En esta ocasión, y ocupando yo mismo la tribuna de oradores, el tema escogido para disertar será la evolución de la ganadería vazqueña en tiempos en que la tuvo en sus manos el rey Fernando VII.
Hay que recordar que Fernando VII -o su esposa e hija más tarde- no fueron los únicos ganaderos de bravo entre los monarcas españoles. Muy probablemente, y de ello ya quedan testimonios documentales, en tiempos de Felipe II se forma una vacada en tierras ribereñas de Aranjuez, de las que se extraían reses para los festejos palatinos y aun para los cortesanos madrileños. La vacada siguió activa, y especializándose cada vez más en los productos bravos, durante los reinados de sus sucesores, especialmente en las regias manos de Felipe IV, quizá el más aficionado de todos ellos al espectáculo taurino.
Genaro Pérez Villamil, ""Manada de toros junto a un río" |
Tras del cambio de dinastía, el propio Felipe V, considerado como taurófobo furibundo sin demasiado fundamento, heredó la Real Vacada de Aranjuez y siguió lidiando sus productos durante las dos primeras décadas del siglo XVIII, aunque luego se deshiciera de ella (en 1723, descubrimos un publicamos sobre este asunto en "1723-Primera venta de la Real Vacada" Papeles de Toros 9 -Madrid, UBT, 2000-). Ahí surge, junto a la escasez de festejos en esos primeros años del siglo (sin recordar la guerra civil, llamada de Sucesión, que asoló el territorio español durante los trece primeros años del mismo), la especie de su carácter anti-taurino. Sin embargo, recordemos, Felipe V volvería a formar vacada brava en los mismos parajes, a lidiar asiduamente en toda la comarca ribereña y aledaños, y permitiría se erigiesen en Madrid hasta tres plazas de toros consecutivas (la de Casa Puerta o del Soto de Luzón, en 1737, y las dos erigidas a las afueras de la Puerta de Alcalá, en 1739 y 43). Incluso en estas plazas de las heras inmediatas a la antigua Puerta de Alcalá (la moderna es de 1778, en tiempos de su hijo Carlos III), se lidiaron reses de la Real Vacada con cierta continuidad (lo hemos expuesto y documentado en un largo artículo publicado en “Nueva luz sobre una época oscura. Datos para la
historia de las plazas de toros de la Puerta de Alcalá (1739-1755)” Papeles de Toros 5 -Madrid, UBT, 1995). Seguiría con ella su inmediato sucesor (nos olvidamos del efímero paso por el trono de Luis I) Fernando VI, el que construyó a sus expensas la tercera de las Plazas de la Puerta de Alcalá (en 1749, regalándola a los Hospitales madrileños en 1754) y se deshizo de ella Carlos III en 1765-66 (también hemos escrito sobre el particular en “Segundo ocaso de la Real Vacada de Aranjuez” Papeles de Toros 2 -Madrid, UBT, 1992-). También Carlos III llegóa lidiar sus toros en Madrid. No lo haría, sin embargo Carlos IV, su hijo, a pesar de que quedan datos en el archivo de Palacio sobre la resurrección de la ganadería.
Manuel Gaviria padre, I Marqués de Casa Gaviria |
Fernando VII, al final de su reinado, volvería a recuperar la tradición secular, comprando para ello la mejor parte de la vacada del recién fallecido Vicente José Vázquez, Conde de Guadalete, en 1830. La vacada pasó a tierras de Aranjuez, y de ahí a El Pardo para pasar ese primer invierno y primavera. Fue, a medidados de 1831 cuando se haga cargo de la misma Manuel Gaviria padre, y tras de éste su hijo en 1833 -uno de los hombres de confianza de la reina María Cristina-. Precisamente sobre este periodo, en que se mezclaría inequívocamente la ganadería vazqueña, centraremos la conferencia de esta tarde, aportando datos y documentos que lo justifican sobradamente, curiosidades y particularidades. La Reina, poco interesada en el asunto, acabaría negociando la venta del ganado bravo, que compraron los Duques de Veragua y de Osuna a mediados de 1835.
Surge, más de medio siglo después, la leyenda acerca de que Veragua eliminó todo lo procedente del cruce del ganado con los sementales de Fuentes y Gaviria, pero llegaremos a demostrar lo falso del aserto, desmitificando así la legendaria historia que sólo busca una quimérica limpieza de sangre (muy en boga, especialmente en los últimos años del XIX y comienzos del siglo XX) referida al ganado de determinadas vacadas. Quimérica e irreal, por cuanto lo mismo de Vázquez se había formado -también sin fundamento documental alguno- a base de mezclar todo lo que embestía en el campo bravo andaluz. Son paradojas que nos dejan perplejo: se defiende el carácter híbrido del ganado de Vicente José Vázquez y se niega, apasionadamente a veces, que pudiera hacerse en lo sucesivo, a pesar de pruebas documentales evidentes... Esto tienen los toros. Habrá mucho más esta tarde.
La conferencia, como todas, tendrá lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad CEU San Pablo, calle Julián Romea 22 (Madrid), a las 19.30 horas. la entrada, como saben, es libre y gratuita para todo el que lo desee. Allá nos veremos.
Don Rafael los que no podemos asistir, como podriamos conocer el contenido de la conferencia?
ResponderEliminarGracias