Juan Belmonte fue una de las figuras centrales de la
tauromaquia de la primera mitad del siglo XX. No es preciso que les recuerde
que tomó la alternativa en Madrid, en una lamentabilísima corrida en que
alternó con Machaquito y el Gallo y en el que fue tal el baile de
corrales que ni siquiera estamos seguros de a quién perteneció el toro de su
alternativa, en aquella lejana tarde del 16 de octubre de 1913. Probablemente
acabase siendo de Bañuelos, aunque quién sabe si fue uno de Olea…
Sea como fuese, desde entonces, y como decíamos en anterior entrada,
Belmonte llegó a torear como matador de toros unas 781 corridas, cifra abajo o
arriba, alternando con lo más granado de la torería de su época, como cabía
esperar en un espada que atraía las más grandes atenciones de la afición. Estando
Belmonte anunciado –como también Joselito-
el cartel era ya prácticamente de lujo.
La presente entrada es para mostrarles quiénes fueron sus
acompañantes en aquellos 781 paseíllos y para que calibremos, en su justa
medida, uno de los aspectos que marcan la importancia del espada trianero. Como
cabía esperar Belmonte alternó, más que con ningún otro matador de su época,
con el gran José Gómez Ortega, Joselito
o Gallito, como quieran nombrarle.
Con José hizo el paseíllo en 258 tardes, y eso tan sólo en los ocho años
incompletos en los que ambos coincidieron en los ruedos, entre 1914 y 1920. La
primera vez que ambos coincidieron en un cartel fue en la plaza barcelonesa de
Las Arenas, el 15 de marzo de 1914, compartiendo terna con Cocherito de Bilbao y lidiando reses de Moreno Santamaría y Concha
y Sierra (uno de los hierros que llegarían a hacerse de su predilección). Tras
de este primer encuentro apuntamos el de la corrida de Castellón, del 22 del
mismo mes y año, alternando ambos espadas con Limeño frente a toros de Guadalest. Y sin salirnos del mes de
marzo, volverían a coincidir, otra vez en Las Arenas barcelonesas y en
Valencia.
Joselito (Colección personal) |
Esa cifra fantástica de 258 tardes en común, en apenas siete
años, muestra muy a las claras que Belmonte vivió, esta primera etapa de su
trayectoria profesional, a la sombra de José. No es que sus apoderados –especialmente
Juan Manuel Rodríguez- no supieran marcar el camino independiente del joven trianero,
sino que Belmonte, como hemos demostrado en buena parte en otros escritos, se plegaba tantas
veces a la opinión de Joselito en materia de contratos y emolumentos, que tenía
en la más alta opinión los asertos del no menos joven Gallito. Hoy en día sería
difícil encontrar a un diestro que en tan corto espacio de tiempo haya
alternado tanto con la máxima figura indiscutible de su época, y siguiese
manteniendo sobre sí las más altas cotas de atención e interés. No obstante, y
como en las estadísticas de José manteníamos que el número de tardes en común
fueron de 257, habrá que volver sobre ellas para aclarar ese festejo de
diferencia.
Tras de José, el espada con quien más veces compartió cartel
fue el genial Rafael Gómez el Gallo, hermano de Joselito, alcanzando la cifra
de 141 tardes. Es verdad que con Rafael coincidiría muchos más años, incluso
bastante después de la muerte de José, en la reaparición de ambos en 1925,
llegaron a alternar hasta en 23 ocasiones. Otro tanto sucedería con Ignacio
Sánchez Mejías, con el que coincidió en 103 corridas, de las cuales 22 fueron
entre 1925 y 1934, fecha en que fallecería el espada sevillano. Precisamente con Ignacio coincidió en aquella
fatídica tarde de La Coruña en que un espectador resultó muerto por el estoque
de Belmonte que, al ir a descabellar, saltó al tendido, con tan mala fortuna
que le alcanzó en el pecho (vean la entrada en este blog http://recortesygalleos.blogspot.com.es/2013/06/el-estoque-de-descabellar.html).
Fue la última vez que torearon juntos. Ignacio salió de allí para encontrarse
con la parca en aquella otra trágica tarde de Manzanares…
Rodolfo Gaona en el lance que hoy lleva su nombre |
No podía ser de otra forma, y así, tras dos de los grandes
de la época, Juan alternó –en siguiente lugar- con el mexicano Rodolfo Gaona,
tanto en España como en México. Hasta en 98 ocasiones se encontraron en el
ruedo, la primera de las cuales fue el 7 de diciembre de su primer año de
alternativa, 1913, en la plaza de la capital mexicana, frente a ganado de
Atenco y Piedras Negras en mano a mano. Repetiría con el Califa de León de las Aldamas en
esa temporada invernal hasta en siete ocasiones, solos ambos o acompañados,
tanto en la capital como en Puebla. Sin embargo, todas estas tardes fueron en
los primeros años de su vida taurina, coincidiendo por última vez –casi con
toda probabilidad- vestido de luces la tarde del 16 de abril de 1922, en
Guadalajara del estado mexicano de Jalisco, y frente a toros de Santín. Tres
años más tarde se retiraba el importante espada azteca en la plaza del Toreo de
la Condesa en México capital.
Detrás de estos grandes astros de la tauromaquia universal,
se sitúa un notable caso de nepotismo. Igual que José colocó a su hermano
Rafael en muchos festejos, imponiendo su voluntad sobre la de la empresa, o
incluso llegó a hacerlo con su cuñado Sánchez Mejías en los inicios de la
carrera de éste, Juan Belmonte también impuso a sus hermanos en más de un
cartel. El primero de ellos, Manuel Belmonte, fue diestro de moderadas
aptitudes, pero con el que llegó a hacer hasta 68 paseíllos, desde aquella
tarde alicantina del 2 de febrero de 1919 (en unión de Fortuna y con reses de
Campos Varela), hasta la del 15 de junio
de 1925, alternando con el gran Ignacio con toros de los Hermanos Gallardo
(antes Vda. de Salas) en Algeciras. Con su hermano José fueron bastantes menos,
sólo 22, y todas ellas tras de su retirada y reaparición en 1925.
El genial Chicuelo |
En 45 ocasiones coincidiría de luces con el vizcaíno Diego Mazquiarán Fortuna, desde 1916 en adelante. Con el Niño de la Palma
alternó 44 veces, todas en su segunda y tercera etapas como matador, pues
Cayetano Ordóñez tomó la alternativa el 11 de junio de 1925, precisamente de
manos de Juan, en la Maestranza sevillana lidiando reses de Félix Suárez. Y en 43 con otro trío
de ases de épocas y momentos distintos: Vicente Pastor, Julián Sáiz, Saleri II y Manuel Granero. Con “er sordao romano”, el madrileño Chico
de la Blusa, coincidió por vez primera –paradójicamente- en México, el año
de su primera aparición en América, 1913. Fue en la plaza de México, ante toros
de San Diego de los Padres, y luego repetiría varias tardes con él en aquellos lares,
antes de volver a verse en Madrid el 13 de abril de 1914, con Cocherito y reses de Benjumea en el
cartel. Vicente Pastor es diestro
anterior a su época, con el que se vestiría de luces por última vez el 12 de
septiembre de 1917 en Zamora, lidiando toros del salmantino Matías Sánchez, de
las oriundas de Tabernero.
Sin embargo el alcarreño Saleri
II es diestro plenamente contemporáneo, algo más joven que Juan, ya que
tomó la alternativa en la plaza de la Villa y Corte apenas un año después que
Belmonte, el 13 de septiembre de 1914 de manos de Vicente Pastor. Juan y Saleri
coincidieron por primera vez en Granada el 3 de junio de 1915, toreando astados
del hierro colmenareño de los Herederos de don Vicente Martínez, acompañados de
Gaona. La última vez que se encontraron en la plaza, vestidos de luces, fue el 21
de junio de 1925, en la Monumental de Barcelona, alternando con Nacional II
frente a reses de Albaserrada, ya en poder de José Bueno.
Más importancia tiene la alta cifra que compartió con el
valenciano Manuel Granero, uno de los posibles sucesores de Joselito en los
ruedos. Granero tomó la alternativa el 28 de septiembre de 1920, en la feria de
San Miguel de la capital hispalense, de manos de Rafael el Gallo, y como saben
falleció en Madrid, en las astas de Pocapena,
de Veragua, el 7 de mayo de 1922. Así que en esa exigua, corta e intensa
carrera suya, el que coincidiera hasta en 43 ocasiones con el grandísimo Juan –que
no toreó en España en 1922- es cifra verdaderamente colosal, y que muestra como
las empresas intentaron enfrentarlos para remedar el colosal encuentro entre
José y Juan de la década previa. La primera vez que ambos coinciden fue en
Valencia, el 19 de junio de 1921, con reses de José Bueno también (antes
Albaserrada), y en esa media temporada (hasta el 19 de octubre en Jaén, con
toros de Concha y Sierra) volverían a hacerlo hasta en 42 ocasiones más, impresionante.
Marcial Lalanda en una imagen de su Tauromaquia |
A partir de ahí, como es lógico, las cifras siguen
disminuyendo, pero no así la importancia de muchos de los espadas con los que
compartió cartel, aunque fuera alguna exigua vez. Apunten, con Marcial en 35 tardes, con Cocherito o Paco Madrid, 20 ó 21 tardes respectivamente, con Vicente
Barrera 17, con Cagancho 10, con Domingo
Ortega, Manolito Bienvenida o Victoriano de la Serna 9, con
el célebre Armillita en 8… Véanlo, si
no, en el siguiente cuadro:
Toreros con los que alternó Juan Belmonte
Torero
|
Número de corridas
en total
|
Número de corridas
sólo desde 1925
|
Joselito el Gallo (de ellas 43 en mano a mano)
|
258
|
0
|
Rafael el Gallo
|
141
|
23
|
Ignacio Sánchez Mejías
|
103
|
22
|
Rodolfo Gaona
|
98
|
0
|
Manuel Belmonte
|
68
|
5
|
Manuel Jiménez, Chicuelo
|
58
|
18
|
Fortuna
|
45
|
2
|
Niño de la Palma
|
44
|
44
|
Julián Sáiz, Saleri II; Manuel Granero; Vicente Pastor
|
43
|
1, 0, 0
|
Manuel Varé, Varelito
|
38
|
0
|
Marcial Lalanda
|
35
|
31
|
Francisco Posada
|
32
|
3
|
José Belmonte
|
22
|
22
|
Paco Madrid; Vázquez II
|
21
|
0, 1
|
Cocherito de Bilbao
|
20
|
0
|
Dominguín
|
18
|
0
|
Márquez; Vicente Barrera
|
17
|
15, 17
|
Algabeño II
|
14
|
11
|
Luis Freg
|
12
|
0
|
Camará; Manuel
Mejías, Bienvenida
|
11
|
0, 0
|
Chiquito de Begoña;
La Rosa; Nacional I; Torquito; Cagancho
|
10
|
0, 0, 0, 0, 10
|
Domingo Ortega; Gitanillo de Ricla; Manolo Bienvenida; Pacomio
Peribáñez; Victoriano de la Serna; Silveti
|
9
|
9, 9, 9, 0, 9, 0
|
Armillita chico;
Limeño; Martín Agüero
|
8
|
8, 0, 8
|
Isidoro Martí Flores; Valencia
I; Zapaterito; Zurito
|
7
|
0, 0, 0, 7
|
Agustín García, Malla;
Alcalareño; Alfredo Corrochano; Celita; Gitanillo de Triana; Matías Lara, Larita; Valencia II
|
6
|
0, 0, 6, 0, 6, 0, 1,
6
|
Lagartijillo chico; Manuel Torres, Bombita III; Morenito de Algeciras;
Punteret; Rayito
|
5
|
0, 0, 0, 0, 4
|
Chaves; Félix Merino; Félix Rodríguez; Florentino
Ballesteros; Manolete (padre);
Nicanor Villalta; Pacorro; José Paradas;
Relampaguito
|
4
|
4, 0, 4, 1, 0, 4,
0, 4, 0
|
Fernando Domínguez; Pablo Lalanda
|
3
|
3, 1
|
Ale; Bernardo
Casielles; Camisero; Carnicerito de México; El Estudiante;
El Soldado; Enrique Torres; Joseíto
de Málaga; Laine; Litri;
Lorenzo Garza; Maera; Mazzantinito; Rafael Vega de los
Reyes; Regaterín; Venturita; Vicente Segura
|
2
|
0, 0, 0, 0, 2, 2,
2, 0, 2, 2, 2, 1, 0, 2, 0, 2, 0
|
Abaito; Amorós; Angelete; Chanito; Claridades; Corcito; Ernesto Pastor; Fausto
Barajas; Félix Colomo; Gordito; Llaverito; Manolo Martínez; Minuto; Nacional II; Paco
Perlacia; Pazos; Pepe Ortiz; Pouly; Rafael González Machaquito; Rubio;
Salvador Freg; Samuel Solís; Carlos Sussoni; Torcuato; Vaquerito
|
1
|
0, 1, 0, 0, 1, 0,
0, 1, 1, 0, 0, 1, 0, 1, 1, 0, 1, 0, 0, 0, 0, 0, 0, 0, 0
|
No quisiera terminar sin destacar un aspecto que también me parece interesante para resaltar la figura de Juan Belmonte. Y no es otro que el número de manos a mano que Juan toreó entre 1913 y 1927 (de ahí en adelante no volvería a hacerlo). Estos "mano a mano" no se hacían tanto –que también, especialmente en tierras americanas donde los emolumentos de Juan eran bastante elevados- para abaratar corridas –como se estila hoy y ahora- sino también para enfrentar al máximo nivel a espadas que reunieran condiciones dispares pero complementarias en buena medida. Eran reclamo de primer orden para los públicos de aquellos tiempos, y aunque se ahorraban los emolumentos de un tercer o cuarto espada, bien es verdad que los honorarios por matar tres toros se elevaban con respecto a lo que cobraban cuando mataban sólo dos. Juan Belmonte llegó a torear hasta un total de 106 “mano a mano”, un 13,5% de todas las corridas en las que participó como matador.
José y Juan (Colección personal) |
Y, como también es lógico, fue con Joselito con el que más alternó en este tipo de festejos, sumando
ambos 43 tardes en común. Tras de esta increíble
cifra, se sitúan las 13 corridas con Gaona, las 6 de Zapaterito (todas en México), las cuatro con su hermano Juan, o las
tres de Chiquito de Begoña, Fortuna, Torquito o Vicente Pastor. Sin embargo, sólo hubo dos “mano a mano”
con Rafael el Gallo o uno sólo con
Ignacio Sánchez Mejías, cosas de la vida…
Corridas en mano a mano toreadas por Juan Belmonte
Torero
|
Número de corridas
entre 1913 y 1922
|
Número de corridas
entre 1925 y 27
|
Joselito el Gallo
|
43
|
0
|
Gaona
|
13
|
0
|
Zapaterito
|
6
|
0
|
Manuel Belmonte
|
4
|
0
|
Chiquito de Begoña;
Fortuna; Torquito; Vicente Pastor
|
3
|
0
|
Cocherito de Bilbao;
Silveti
|
2
|
0
|
Rafael el Gallo;
Marcial Lalanda
|
0
|
2
|
Samuel Solís; Llaverito;
Gordito; Chanito; Manuel Mejías, Bienvenida;
Lagartijillo chico; Bombita III; Saleri II; Vázquez II;
Rubio; Nacional I; Punteret; Ignacio Sánchez Mejías; Dominguín; Bernardo Casielles; Carlos
Sussoni; Torcuato
|
1
|
0
|
Gitanillo de Ricla; José Belmonte; Vicente Barrera
|
0
|
1
|
Iremos desgranando nuevos datos de la vida taurina de
Belmonte en ulteriores entregas. Mediten sobre las cifras…
Don Rafael: Con una aclaración. "El Tigre de Guanajuato" fue uno de los sobrenombres de Juan Silveti Mañón (el iniciador de la dinastía). A Rodolfo Gaona se le conocía como "El Califa de León", en mención o recuerdo de su lugar de nacimiento, León, Guanajuato. Así, Gaona y Silveti eran nativos del mismo Estado, pero el segundo fue originario de Guanajuato capital.
ResponderEliminarSaludos desde Aguascalientes, México.