El
comentario de Ángel Arranz
La corrida de ayer en Las
Ventas superó en cantidad –por encima de los 600 kilos- y calidad media… a la
medianía de los toreros. Tres toros de oreja larga y tres para lidiar primero
e intentar el toreo bonito después… pero los “maestros lo hicieron al revés.
Hoy quiero adelantar algo –con
sus aciertos y errores- del Producto Ibérico Bravo.
Antes, es obligado decir algo
–con sus aciertos y errores- del producto interior bruto… porque este último
P.I.B. en mayor o menor proporción, está relacionado con los malos o peores
síntomas que se aprecian o desprecian en todos los ámbitos y rincones de este
modelo de sociedad-suciedad, quizá agotada, que nos tiene bloqueados y
deprimidos hasta límites desconocidos.
Claro que hay “genios elitistas
y palmeros” que sacan provechos brutales o tal vez delictivos de la alarmante
situación que padecemos. Son los mismos que tienen varios cargos remunerados,
y los que no lo son, proporcionan contactos, influencias o decisiones para
autoabastecerse. Son los mismos que
descalifican, insultan o amenazan a la mayoría de ciudadanos que en cada
votación les dan más la espalda que la confianza o el voto.
Son los que justifican lo
injustificable; sus “opiniones y debates” se quedan en la superficie de los
análisis y soluciones en los problemas de fondo; se aparcan las lógicas
reivindicaciones de millones de ciudadanos -más desorganizados que
organizados- hasta que el tiempo y la “casta” política establecida las
tergiversa y olvida… o hasta que las “élites” las solucionan a voleo en sus
propias fincas. Así, lo malo que podría ser regular se convierte en peor. Y
así llevamos varias legislaturas democráticas… quizá todas, sin excepción,
aunque se hubieran hecho con la mejor intención. Hoy por hoy el resultado es
decepcionante como lo fue en la etapa política anterior.
El producto interior bruto es
una abstracción diabólica tan inexacta
como manipulable.
Los dirigentes bipartidistas
–son los que han manejado y todavía manejan el 90% o más de nuestros
destinos- sacan pecho y pico cuando el P.I.B. económico medio, de todos o de
casi todos los países, pasa de 10 a 12, por ejemplo. Lo que callan o dicen a
medias, y además lo asumen, es que hay ciudadanos que tienen 1.000 y
ciudadanos que no tienen nada o tienen hipotecas leoninas. Esa desigualdad
asumida y potenciada es tan evidente como inmoral y sádica.
Hay que echar a todas las
castas que solo valoran la pasta… pasta de dinero, casta de grupo. Ayer
abdicó el Rey; estas “élites casposas y roñosas” ni abdican ni dimiten… todavía.
Antes hay que cerrar todos los paraísos fiscales, quizá sea mejor dejar uno…
y agruparles para que se las apañen como puedan… sin la colaboración de
ningún –ninguno- trabajador. Y sino lo conseguimos ya se conseguirá… mientras,
vencen pero no convencen… y un amplio sector de la población hoy sufre más
que ayer y menos que mañana. Hay que tomar notas definitivas de los
atropellos que cometieron y cometen. No hay que dar más cobas ni más vueltas
al asunto.
En lo que se refiere al
Producto Ibérico Bravo, serían “productos” derivados del toro y su hábitat;
desde la gastronomía a los documentales, o desde el turismo hasta la
ecología. “Productos” autóctonos, únicos, originales, rentables y exportables
que den satisfacciones a ciudadanos con y sin fronteras. “Productos” donde la
calidad-precio y los promotores-trabajadores tengan por bandera el ir de la
mano.
De momento la Marca España es
un logotipo, un mal intento de exportar ¿imagen? a ver si cuela... porque no
es fiable que uno de los países con más paro y desigualdad del mundo pueda
ofrecer mucho o un todo fiable. La numerosa afluencia turística es otra
historia. Ya sé que hay alguna excepción. Y sé que con estas reflexiones más
de uno me pondrá a parir… porque otras verdades no las aceptan ni comparten.
Peor para ellos y sus aduladores porque van a contracorriente del porvenir.
Hago todas estas observaciones “atípicas” en mis crónicas, porque es decente
hablar y escribir de toros teniendo en cuenta el contexto donde se van
desarrollando este y otros acontecimientos.
La corrida de ayer, de Cuadri,
es de las que provocan respeto propio y ajeno. Para exportar su trapío y sus
filetes, criadillas o cecina… “transmitían” energías. Nada que ver con la
corrida que “torearon” tres figuras el jueves pasado. Toros correosos y duros
que justifican su mitología. No entiendo a las lumbreras que combinan toros y
toreros. Entre Iván García y Venegas sumaban ocho actuaciones la temporada
pasada. Hubo toros que fueron de menos a más y sus lidiadores fueron de más a
menos. Lo mejor del pundonoroso Castaño, es que suele dejar lucir a los toros,
y deja lucir por sistema a su cuadrilla… luego… Ayer vimos dos otres pares y
una lidia de lo mejorcito de la feria, y de los peores pares y de las peores
lidias también. Lo detalla al dedillo el amigo Rafael. El P.I.B. taurino está
por descubrir, el P.I.B. económico
está para destruir. Hay que templarse y equilibrarse, desde el
príncipe real… a los príncipes de cuentos o
colores. En fin.
Si las vacas bravas fuesen
chinas
Habría toros en la remota
Cochinchina
Si los toreros fuesen rusos o
gringos
Habría toreros en Odesa y Santo
Domingo
Si los toreros los hiciesen
unos y otros
Se expondrían en el
Metropolitan de Nueva York
Como los toros, toreros y
toreos
Han nacido y crecido en la piel
de toro
No los entienden muchos
cristianos ni moros
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