Por Ángel Arranz Izquierdo
No son lo mismo las críticas con
criterio que las críticas sin magisterio. No son lo mismo las críticas
objetivas que criticar por criticar o alabar por alabar. No son lo mismo las
críticas triunfalistas que las críticas realistas o las críticas derrotistas… se
construye mucho más con críticas rigurosas que con palmaditas en los hombros.
Hay críticas “positivas” que pueden
ser destructivas, y hay críticas “negativas” que pueden ser constructivas. Las
críticas, dependen de quienes las expongan tienen más o menos credibilidad. La
credibilidad, a medio y largo plazo, las da la calidad y la claridad de la verdad al margen de críticas que en el
momento de hacerlas tengan audiencias “millonarias…o casi caninas”.
Está claro que critica, criterio y
criticar tienen el mismo tronco griego con ramificaciones muy
similares… familiares para ser exactos. Crítica en síntesis es: juzgar; criterio
en compendio es opinar; criticar en resumen es examinar. Volvemos a la
referencia que yo mismo hacía a la Santísima Trinidad en los primeros
comentarios de mi espacio: pasos, pases y poses.
Aunque la crítica taurina es
relativamente fácil, en muchas ocasiones resulta difícil… porque ganaderos y
toreros los suelen ver de distinta forma
y fondo. Los críticos, los espectadores
que pasan por taquilla, los curiosos y los recién llegados también… y luego
están las versiones de unos y otros.
La Tauromaquia, el arte de torear,
además de ser ocio tiene un alto componente de negocio, y es ahí donde los
intereses de todas y cada una de las partes juegan equívocas pasadas. Y más
cuando se intenta o se consigue cambiar publicidad por realidad… o al revés. Por
otra parte está la pasión… ese sentimiento que abre o cierra los ojos.
Curro, Camino y Puerta, junto con el mayoral de Bénitez Cubero, a hombros en 1967. Hubo una vuelta al ruedo al segundo toro de la tarde. |
Los que tenemos la suerte de no
vivir del medio y no ocupamos foros “importantes” somos muy minoritarios en
audiencias, pero nos permitimos el “lujo” de contar y cantar lo que vemos… con sus
errores y sus aciertos… siempre desde la perspectiva de la experiencia y la
imparcialidad. No, no somos sospechosos de malformación o contaminación. Al
pan… pan aunque sea duro, y al vino… vino aunque sea peleón.
El origen del fervor a los héroes y
mitos populares –poco o nada que ver con las “élites populares”-, lo es,
porque los hacen, los cultivan y los alimentan los pueblos.
El fervor a héroes y mitos es
porque son del pueblo y forman parte de la idiosincrasia colectiva. A veces coincide,
y a veces no coincide la difusión “programada” con los gustos y disgustos de
los pueblos. Por eso pasa lo que pasa entre las propagandas que hacen con las
cosas las falsas “elites”, y las
lecturas que de esas cosas hacen los pueblos.
Ya sé que hay pueblos para todo,
pero hay necesidades con un denominador común y mayoritario en todos los
pueblos del mundo, por mucho que dividan, digan o contra digan las cotorras y
loros adiestrados de un sistema de sistemas dramáticamente fracasado.
La verdad, muy aproximada, o
definitiva, de la crítica, del criterio y de criticar es la tranquilidad o
intranquilidad que te susurra la conciencia a los que tenemos la “osadía” de
juzgar, opinar y examinar. Por supuesto las críticas mías, y creo que las de
Rafael, son a partir del respeto a la contradicción pasional que hay en todos
los continentes y contenidos del arte de torear. En eso queremos estar… y porque
hay que dar réplica a críticas partidistas, quizá sobornables, o de usar y
tirar.
Antes de empezar la Feria de San
Isidro 2.014, los críticos oficiales la calificaron -¿hay excepciones?- como la
mejor y la más larga de la historia. Mentira han agrupado ferias y verbenas en
una sola y la suma total –novillada arriba o abajo- es similar a los San
Isidros anteriores más recientes.
¿Cómo se puede decir que una feria
es la mejor sin haberse celebrado?... ¿porqué estaban “todas” las figuras
aunque alguna hiciese el paseíllo una sola tarde?
Hay que ser muy osado –en las
peores acepciones de la palabra-, muy domesticado, o muy indocumentado para
largar dichos sin hechos.
Con y desde esos cuentos y cuentas
empezó la que ha resultado ser una mediocre feria de muestras del mundillo
taurino y del arte de torear.
Ruiz Miguel, Esplá y Palomar a hombros, junto con Victorino, en 1982. Hubo una vuelta al ruedo al cuarto dela tarde. |
Mediocre porque el balance final es
de cuatro salidas a hombros –resumo solo las corridas de toros- una de ellas
triunfal, las otras tres más triunfalistas que realistas… me viene a la memoria
la corrida de Victorino en la que salió a hombros por la Puerta Grande
acompañado de Ruiz Miguel, Esplá y Palomar. Y hubo cortes de orejas en la misma
proporción, como he dicho estos días: “hay más orejas de verbenas que de las
unas”. Las Ventas tiene que tomar su primacía porque si permite frivolidades:¿qué
pasará en el resto de plazas?
No nos engañemos, para que haya una
limpia y larga mejoría en los resultados
artísticos tienen que pasar un par de lustros, eso haciendo las cosas
bien… dejándolas como están, la continuidad de más de lo mismo o peor está
asegurada.
Una salida a hombros triunfal por
la Puerta Grande y contados exitillos no justifican la programación y
consolidación de veinticuatro corridas de toros donde también hemos visto: una
corrida de once toros por la incapacidad de los seis titulares; tres toreros a
la enfermería en el segundo toro con la correspondiente suspensión del festejo;
la decepción de toros, toreros y toreos en carteles “estrellas”… estrellados;
las carencias y equivocaciones de recursos y repertorios en las lidias de
demasiados toros… con medios toros hay medios toreros y medios toreos; ha
habido más indiferencias que aplausos y más silencios que ovaciones, más
voluntad que aciertos; ha habido más toros vulgares o raros que bravos y ha
habido mala suerte en toreros y… toros.
Programa de la llamada corrida del siglo (Colección personal) |
Sí, la valoración final es casi de
“ni fu ni fa”, en parte, por combinaciones descompensadas en muchos carteles.
No hay que ser un genio para
pronosticar que poco más o menos así ocurrirá los más próximos San
Isidros… ”porque lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”
Es una quimera pensar que se puede
mejorar en el inmediato futuro con los parámetros actuales de pesar y medir las
posibilidades reales en el arte de torear… y en cualquier otro arte, ciencia,
oficio, invento y evento. Parámetros viciados, agotados o viciosos de falsos o
trucados espejos donde han de mirarse los que empiezan en el universo taurino… y
que el sistemático sistema y sus voceros se empeñan en que es el buen camino a
seguir y pronto darán frutos sabrosos y sanos.
Los críticos “clandestinos” creemos
que para mejorar lo establecido hay que empezar en la formación y compromiso en
los genes de todos los implicados a seleccionar, promocionar y potenciar. Es
decir, la mejoría tiene que venir desde abajo, y además tienen que rectificar o
renunciar los que todavía manejan el regular-irregular y vulnerable cotarro
taurino.
Cuando Rafael y yo mismo exigimos
artes de torear más puros y completos es porque nuestra veteranía los ha
degustado. Noventa años de vivencias entre los dos… es para explicar, exponer y
reivindicar, con propiedad y conocimiento de causa, las esencias de pasos,
pases y poses… en toros, toreros y toreos… con y sin ton ni son. Modernidades,
las justas, enriquecedoras y gratificantes.
Reclamamos lo que hemos visto hacer
a extraordinarios toreros clásicos y menos clásicos desde el año 1960 a 1975
en Las Arenas y La Monumental de Barcelona en mi caso, y los 38 años que cada
uno de nosotros hemos visto casi todo lo que se ha programado en Las Ventas… sin
contar múltiples festejos en otras plazas.
Solo con el optimismo y
triunfalismo no se superan insuficiencias y crisis. Los problemas hay que
cogerlos por los cuernos para estudiar, tratar y curar sus causas y
consecuencias… y se repitan lo menos posible. Las crisis son de formas, pero,
fundamentalmente, son de fondos y no se solucionan con el “ji ji-jaja, las
negligencias, o ya vendrán tiempos mejores”.
Hay que cambiar estructuras y
organigramas anacrónicos, hay que recuperar o implantar principios, prioridades
y fines sinceros… porque el más de lo mismo o peor rompe la grandeza del
melodrama en el ruedo, rompe el respeto propio y ajeno… y provoca el rechazo de
lo artificial, rutinario o superficial.
El arte de torear es o no es. El sí
pero no, o el no pero sí acaba perdiendo en crédito y credibilidad que para
mantenerse o crecer necesita cualquier actividad que se precie y aprecie.
Faltan causas en vez de escusas por justificar y sobran oídos sordos y evasivas
¿por casualidad?
Sí, hay optimismos triunfalistas que no se los creen ni los que
los dicen ni los que los hacen… pero hay
que comer todos los días, y hoy por hoy, los estómagos son más urgentes de
atender que las ciencias, conciencias y experiencias... esas amistades
peligrosas, esas confidencias o intereses cómplices, ese quiero y no puedo.
Solo hay que ver los usos y abusos de casi todos los poderosos con infinidad de
ciudadanos a los que humillan hasta la máxima deshumanización. Eso no es valor,
ni valer, ni calor, ni color, ni riqueza; eso es error, terror, horror,
oscuridad y bajeza. Y cuanto más tiempo tarden en corregir o dimitir actitudes
y aptitudes más culpables son de las ruinas actuales y de las que se avecinan.
Ficha del festejo de la corrida del siglo (Colección personal) |
Hay que recuperar la verdad y la
dignidad individual y colectiva porque los intereses generales están a años luz
de los intereses de grupos o particulares… en todos los casos, casas, cosos y
cosas.
La crítica, la verdadera crítica
genérica, y especializada, debe tener un protagonismo soberano y clarividente
sobre el pasado y el presente para que el futuro sea mucho más creíble que
engañoso, más puro que duro, más lógico que tragicómico…es bueno reír a partir
de un mínimo de seriedad. La autocrítica es tan necesaria como la crítica.
Precisamente de esos pros y contras
en el ruedo Las Ventas y en los ruedos y rodeos de la vida, damos cuenta sin
sospechas –otra cosa es el porcentaje de coincidencias de autores y lectores-
Rafael y yo de los San Isidros 2012, 2013 y 2014. Tres temporadas a las que
en realidad casi podrían sumarse las cuatro anteriores y las cuatro venideras
porque como ha quedado claro los cambios profundos de La Tauromaquia necesitan
de una década o más para construirse, asentarse y consumarse.
Hemos editado las ferias de 2012 y
2013, creo que también lo haremos con la de 2014, será difícil que haya más, porque la labor es
tan densa como ¿desértica?
Reconocimiento en Las Ventas a la trayectoria y diez Puertas Grandes de Francisco Ruiz Miguel |
Los libros, como los autores, son
previsibles, imprevisibles, prescindibles, imprescindibles, perdurables,
imperdurables, de consulta, y del montón.
Por cierto, para escribir estas
reflexiones finales me he leído varios apuntes propios de esta feria,
he encontrado alguna letra fuera de lugar, añadida o sobrante, hay otros
adjetivos que irían mejor en mis “coplillas”… pero no sé sí dejarlo como está,
porque son los “borrones” que tienen todas las faenas que se hacen sobre la
marcha. El lector lo entiende y será capaz de perfeccionar los textos.
Yo me conformo con que el 10% de lo
mucho que he dicho, escrito y hecho como invitado en el espacio abierto de D.
Rafael Cabrera Bonet, sirva como orientación y contraste para el presente y
futuro de jóvenes y primerizos aficionados…con criterios solventes. Con esa
pequeña aportación a mi verdad, a otras verdades no oficiales… me doy por
satisfecho.
Termino con 25 paradojas casi
duales –las mismas que las crónicas críticas de la feria 2.014- con las
pinceladas siguientes:
Comentario para interrogar
Silencio por dudar
Opinión para contrastar
Callada por comparar
Juicio para entender
Mutismo para equivocar
Crítica para compartir
Regla para dividir
Crítica para pactar
Mudez para resolver
Criterio para informar
Parecer para callar
Criterio para decidir
Nora para anular
Criterio para proyectar
Principio para suprimir
A criterio colectivo y libre
Idea gremial con calibre
Criticar por criticar
Es hablar por hablar
Hacer pasos, pases y poses sin
compases
Es potenciar virus en las peores
fases
Hacer sin ton ni son reglas de
juego
Es eternizar crisis y desasosiegos
¡Infernal sistema “ecosocial”, poco
tiene de ideal!
Muchas gracias.
AMEN. De lo mejor que he leído sobre San Isidro, críticas... en muchos años.
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