Este pasado invierno,
muchos de ustedes lo recordarán, nos hacíamos eco de la indignidad, de la
vergüenza del ganado lidiado en la plaza de toros de México. No éramos nosotros
solos, gran parte de la opinión pública mexicana, muchos medios generales y blogs
de aficionados se volcaban en la crítica de lo que se estaba lidiando en la
primera plaza del continente. No era una cuestión novedosa, ya que la campaña –en
buena medida forjada por Herrerías, el empresario del coso de Insurgentes-
llevaba ya años en marcha.
No ha corregido el empresario de la plaza más grande e importante de América, los toros o novillos lidiados siguen siendo un ejemplo del choteo habitual de los profesionales hacia el aficionado que los mantiene con su paso por las taquillas (choteo es a chota lo que toro es a toreo, como hace unos días twiteaba un buen amigo en Castellón).
Hace apenas un par de semanas se
presentaba un detenido artículo de investigación en México sobre los fraudes y
abusos para con el ganado en la plaza de México. Artículo verdaderamente ejemplar,
que cita fuentes y escritos, documentos y palabras textuales de los responsables
de uno y otro lado. No sé si aquí, Mundotoro o Burladero, Aplausos o 6Toros6, se
atreverían a tanto; bueno sí lo sé, sin duda no lo harían porque de la continuación
del actual estatus de la fiesta dependen para seguir viviendo.
El artículo no puede
tener un título más significativo:
“Toros:
fraude e impunidad”
Merece la pena
acercarse a un soplo de aire fresco, de cordura, de periodismo de verdadera
investigación y no de loas ni elegías sin más fundamento que lo que en publicidad
se aporta. Véanlo, síganlo, léanlo y juzguen por ustedes mismos si lo que se
está lidiando en la México tiene o no ética, y si esos triunfos –Juli,
Manzanares, Castella…- o fracasos estrepitosos –Ponce, por ejemplo- tienen o no
razones que los avalen.
Un buen ejemplo que
podría reproducirse en España en mil lugares más. ¿Fue digna la presencia de
los chotos del mano a mano valenciano –¿plaza de primera?- del Juli y Manzanares,
sin ir más lejos?, ¿quién, entre los medios oficiales del taurinismo, entre los
especializados, lo denunció e inició una investigación de responsabilidades?
Este nuevo modelo,
como los que se nos muestran desde Francia, debería hacer recapacitar a alguna
figurita de papel, a más de un empresario de -o sin- campanillas, pero ya
sabemos que aquí, como nos han parido sobre una piel de toro, estamos al cabo
de cualquier cosa y sabemos más que nadie… Eso sí, mientras tanto la fiesta se hunde en España (en la primera mitad de la temporada, otros cien festejos menos que
el pasado y más calamitoso año de este nuevo sigo y parte del pasado). Sigan
así y los aficionados terminaremos por emigrar… al fútbol.
Vean el elocuente cuadro que acompaña al artículo al final del mismo:
Vean el elocuente cuadro que acompaña al artículo al final del mismo:
Le agradezco sus palabras y difusión al trabajo que se publicó en Contralínea. Sin embargo, quisiera hacerle una precisión, don Rafael: Usted asegura que "gran parte de la opinión pública mexicana, muchos medios generales y blogs de aficionados se volcaban en la crítica de lo que se estaba lidiando en la primera plaza del continente". Es verdad que gracias a las herramientas digitales los aficionados pueden contar con espacios para verter sus opiniones acerca de hechos determinados -como el fraude que se da cada domingo en La México- y que en efecto hay gente que realiza ese ejercicio. En ello estoy de acuerdo con usted.
ResponderEliminarLo que no ocurre es lo que asevera sobre los medios generales y la opinión pública: La empresa de La México está ligada a Televisa y Televisa controla el grueso de la llamada "opinión pública" del país, no sólo en materia taurina por supuesto.
Por ello, ni los escasos programas "taurinos" de televisión, ni los de radio del Distrito Federal osan `tocar los lados´ a la empresa del nieto de un expresidente mexicano, Miguel Alemán. De los grandes diarios de circulación nacional, sólo La Jornada ha cubierto la corrupción en la plaza, el resto sirven a la empresa.
El tema de los novillos por toros es comentado por la gente, entre pasillos, en los tendidos, pero nunca en el callejón por los que tienen un micrófono o una pluma. Entre los medios "taurinos especializados" es un tabú, por los intereses -como usted lo menciona- adquiridos con los dueños del espectáculo, lamentablemente.
Le envío un cordial saludo desde la Ciudad de México.
Mauricio Romero