Quinto festejo
del ciclo de novilladas de verano en Las Ventas
Por José Campos Cañizares
La novillada del domingo 11 de agosto se desarrolló
de menos a más, algo que siempre da a un festejo taurino un punto final de
esperanza y gratitud. Pensemos en aquello de que no hay quinto malo, de otros tiempos cuando el concepto del toreo
era otro. Ese final grato se produjo porque los dos mejores novillos fueron el
quinto y el sexto, de Hnos. Mateos Sánchez y de El Montecillo, respectivamente.
Dos novillos distintos. Uno, el quinto, con clase y nobleza, sobre todo por el
pitón izquierdo. Y el otro, el sexto, con casta y nobleza unidas, lo que llevó
a que todo lo que hiciera Luis Gerpe tuviera mérito y valor. Así, las cosas,
todo quedó a merced de la disposición de los novilleros, y es aquí donde se
puede decir existió cierta diferencia de comportamiento. Porque, en primer
término, a Mario Diéguez, a pesar de
demostrar que posee un concepto clásico y artístico del toreo, nos pareció que
se le fue la ocasión de hacerle una faena al quinto novillo acorde con las
características del mismo, una oportunidad que es difícil que le vuelva a
surgir en Las Ventas, y que no es otra que la de verse ante un enemigo con
recorrido y bondad. En este sentido, a Mario Diéguez se le notó la falta de
contratos, uno de los males que padece el escalafón de novilleros de hoy, que
impide que un torero, como él, con un buen concepto del toreo, vaya haciéndose
y mejorando para limar defectos y alcanzar la madurez deseada. Queda dicho que
Mario Diéguez posee unas cualidades que podrían llevarle a tomar la alternativa
y hacerse un hueco entre los matadores de toros, pero sin contratos es difícil
que pueda llegar a demostrarlo con la garantía que se necesita.
Luis Gerpe recibiendo al sexto a la verónica (Foto: las-ventas.com) |
En segundo
término, Luis Gerpe, si aprovechó en
parte su oportunidad, la de mostrar que atesora un estilo enjundioso en su tauromaquia,
espléndido en el apartado de los remates, adornos y toreo florido, aunque menos
en el terreno de dejar sobre la arena de la plaza de Madrid, al menos, una
tanda de muletazos completa llevando embebido al encastado novillo que le
correspondió, al que toreó casi exclusivamente por el lado derecho, y al que
dio distancia, pero sin llegar a aguantarle en el primer muletazo del cite. Aún
así, su entrega y disposición hizo que, junto a la emoción que tuvo la suerte
de matar, el respetable pidiera una oreja para él. Tanto Mario Diéguez como
Luis Gerpe merecen volver a Madrid ante una buena novillada.
El quinto de la ganadería titular fue uno de los dos novillos interesantes del festejo (Foto: las-ventas.com) |
Madrid, domingo 11 de agosto. Menos de un cuarto de entrada. 4 novillos de Hnos. Mateos Sánchez (1º, 3º, 4º y 5º), procedencia
mixta de Domecq, de discreta presentación, terciados, mansos, flojos; el 5º. con
clase, pero con poco motor, fue aplaudido en el arrastre. El novillo que estaba
anunciado como 2º., fue devuelto a los corrales por inválido. A todos, en las
dos entradas reglamentadas al caballo, las varas se les colocaron traseras,
caídas, y, dos de ellos, 3º. y 5º., recibieron en la segunda un simple picotazo. Al
4º. se le rompió el pitón izquierdo en la entrada al caballo. 2 novillos de El Montecillo, procedencia
Domecq, corridos como 2º. (sobrero) y 6º. El 2º., un sardo con trapío de toro, si
bien, muy pobre de pitones, manso, mirón, embistió con la cara alta, fue complicado.
El 6º., castaño, encastado, con cuajo, poder y noble, dio juego y fue muy aplaudido
en el arrastre. El 2º., picado en la paletilla y trasero, en la segunda muy
castigado. El 6º. fue barrenado en la segunda vara.
Santiago Fausto (catafalco y oro, con cabos blancos). De Querétaro
(México), hizo su debut en Las Ventas. 25 años. Con dos paseíllos en 2012. 1º)
Estocada baja. Aviso. Silencio. 4º) Tres pinchazos, media estocada tendida y
atravesada, y cinco descabellos. Dos avisos, el primero antes de entrar a
matar. Silencio. Resultó herido de gravedad al torear en un quite al sexto
novillo, recibiendo una herida de 30 centímetros en el gemelo derecho.
Pronóstico grave.
Mario Diéguez (blanco y azabache). De Coria del Río (Sevilla). 28
años. Repetía en Las Ventas tras su actuación del 14 de julio. 2º) Estocada
tendida y contraria. Aplausos. 5º) Media delantera atravesada, aviso, y un
descabello. Ovación.
Luis Gerpe (azul celeste y oro, con cabos blancos). De Seseña
(Toledo). 19 años. En 2012, sumó 16 novilladas. 3º) Metisaca bajo, pinchazo
bajo y estocada caída. Silencio. 6º) Media, en la que fue cogido sin
consecuencias; luego sufrió un revolcón al descabellar. Oreja.
Luis Gerpe, elegante y clásico, en una trinchera; destacó mucho en los remates (Foto: las-ventas.com) |
Como más arriba hemos referido, el novillero que
triunfó fue Luis Gerpe, que a su
primer novillo, el tercero de la tarde, un novillo flojo, le toreó por las
afueras y con el pico. El novillo se
derrumbó en alguna de las tandas que dio Gerpe. Toreó más con la mano derecha
que con la izquierda. Influyó para que su labor no despertara la mortecina
embestida del novillo, muy pobre, que ya a comienzo de la faena estaba agotado.
A su segundo, el sexto de la tarde, le planteó una labor dinámica, entregada,
en la que a veces corrió bien la mano, y en otras no llegó a embarcar con mando
a un novillo que tuvo raza y le dio brillantez a lo que Gerpe planteaba. Buen
comienzo de faena, y, después, completado con inspirados adornos. Destacaron
las verónicas de recibo al sexto ganándole terreno.
Mario Dieguez a la verónica en el interesante quinto novillo (Foto: las-ventas.com) |
Por su parte, Mario
Diéguez, convenció con el novillo malo que le correspondió, el segundo,
sobrero. En la faena de muleta, ante un animal que embestía con la cara alta y
mirando al cuerpo antes de las series, Diéguez, estuvo firme y con valor. Le
faltó ahormarle en los muletazos de inicio, un error que pagó más adelante,
teniéndole que aguantar al novillo con mérito y con temple. Le toreó por el
lado derecho, y, por el izquierdo se vio desbordado y el novillo le enganchó
para romperle la taleguilla. Ante el quinto de la tarde exhibió unas excelentes
verónicas de recibo ganando terreno hacia los medios. En la faena de muleta, le
faltó mando. Comenzó con muletazos a media altura. Después fue acortando la
distancia cuando el novillo tomaba mejor la muleta con menos apreturas. A Mario
Diéguez le faltó rodaje, y puede que estuviera demasiado preocupado por la pose
estética.
A Santiago
Fausto, se le vio un concepto clásico del toreo, pero nunca llegó a correr
la mano con el temple necesario para llevar a los novillos con mando. Así, lo
liviano de su estilo impidió que aflorase su buen corte de torero.
Muy buena crónica. ¿Pero seguro que es el “quinto” festejo del ciclo de novilladas de verano? A nosotros, aun siendo de letras mixtas, nos salen ocho novilladas: dos en junio (días 23 y 30), cuatro en julio (días 7, 14, 21 y 28) y dos en agosto (4 y 11). Y aun no contando las dos de junio, no sería la “quinta”, sino la sexta. Por lo demás, se plasma muy bien todo lo que sucedió. Si acaso, seríamos más entusiastas con las verónicas de Mario Diéguez (para nosotros, lo mejor de todo el año en Madrid), y algo menos con Luis Gerpe, un diestro que domina mejor los recursos ratoneros que el toreo puro. Enhorabuena.
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