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sábado, 5 de octubre de 2013

Toros, toreros y toreos

El comentario de Ángel Arranz

Alternativa

Soñar es una de las pocas satisfacciones gratis que nos quedan.
¡Que bonito y necesario es soñar… sobre todo en los años más jóvenes de la vida! De todas las vidas.
Pero, ¡ojo!, al mismo tiempo hay que estar muy despierto y ser muy honesto consigo mismo y con los demás para conocer las verdaderas posibilidades de conseguir los sueños.
Todos, casi todos los adolescentes que intentan el dificultoso arte de torear sueñan con el día de la alternativa.
“Será como tiene que ser: plaza, afición, padrino, testigo, toros y triunfo de primera categoría”. Y con las entradas agotadas en las taquillas… por supuesto.
La realidad es que hay alternativas para todos los gustos, disgustos y suertes en la misma o parecida proporción que en casi todas las profesiones, alternancias, opciones o turnos.
En el arte de torear la importancia de la alternativa se asocia a conocimiento, antigüedad, capacidad, finalidad, logro, prestigio, etc., etc.
Cuando el escalafón superior lo constituían 30, 40 ó 50 lidiadores-matadores de toros, es posible –salvo excepciones- que fuesen doctores en lo suyo, o al menos licenciados.
Pero, ¿qué pasa cuando el escalafón lo componen 300 lidiadores-matadores, más en el paro que en activo, y el aumento de festejos no tiene la misma progresión con respecto al número de toreros?
Pasa lo que está pasando: ni son todos los que están, ni están todos los que son… y se pierde mucho tiempo, credibilidad y energías en separar el grano de paja. Firmo y afirmo el párrafo anterior a partir del máximo respeto a los toreros en general.
La práctica del arriesgado y complejo arte de torear, fundamentalmente, es vocacional, sólo al alcance de auténticos héroes, artistas, y si acaso algún iconoclasta o autodidacta que con sus inventivas o maneras supere o aporte más interés o atractivo a lo ya conocido.
Lo demás es repetición o imitación, por parte y sin arte, de intérpretes mimados o miméticos que desembocan en hartazgos… echando de los tendidos a los entendidos.
Son curiosas las consecuencias de demasiadas alternativas “estándar”. En igualdad de méritos, dependiendo de donde seas –Madrid, Barcelona, Sevilla- vas directamente a la inactividad en tu oficio. Si eres de provincia con afición y varias plazas tienes opciones de hacer algún que otro paseíllo. Si eres de otro país tendrás las oportunidades que suele otorgar el paisanaje a la novedad cercana hecha en la cuna del toreo.
Sí, hay alternativas para mejorar, para probar, para más de lo mismo y para empeorar. Es necesario recordar estos principios para seguir soñando…con los pies en la tierra.
Alternativa es una palabra que suena bien, pero también tiene versiones y significados tan polivalentes y evasivos como ambiguos o abstractos.
Las fracasadísimas “elites” del bipartidismo político saben mucho de esas tramas y trampas de las palabras, y emplean términos como: recortes, reformas, ajustes, flexibilidad, privatización, evolución, innovación, crecimiento, globalización, transparencia, rentabilidad, eficacia, etc., etc., sin explicar por qué, para qué o para quién en sus intenciones de alcance y de fondo.
La estafa es dramática y evidente, han conseguido llevar a sus países y al sistema al mayor grado de frustración, desigualdad y ¿corrupción?, que recuerdan no pocos historiadores o viejísimos seres humanos de todo el mundo. Insistir y repetir que no hay alternativa al actual desastre: es otra infamia histórica… pero eso es otro ensayo.
Ayer, 4 de octubre del año 2013, a las seis menos cuarto de la agradable tarde, en la “verbena” de Otoño, tomó la alternativa en Las Ventas, el novillero colombiano de dinastía: Sebastián Ritter, con toros de Victoriano del Río, El Cid de padrino e Iván Fandiño de testigo ante 16.000 espectadores aproximadamente.
De lo ocurrido en el ruedo –la oreja a Fandiño, la voluntad del toricantano, la excelsa muñeca izquierda del Cid, o el “juego” del toro Berbenero- les cuenta sin cuentos nuestro amigo Rafael.

            Millones de parados caminan desesperados
            Millones de productores están desmotivados
            Millones de votantes se sienten engañados
            Millones de abstencionistas sin atención ni analistas
            Cientos de toreros deambulan ensimismados
            Por el I.V.A, o falsos vivas… al margen de alternativas
            Miles de cotorras y loritos equivocan a ciudadanitos
            Estudiar al Nobel, J. Stiglitz en su libro: El precio de la desigualdad
            Hay datos, informes, ejemplos, ideas, denuncias, fórmulas y paridad
            Hay que desmantelar y doblegar tanta mentira y calamidad
            La Tauromaquia es metáfora de la antigüedad, actualidad y posteridad
            Para bien, para regular y para mal. Exijamos, solo… la autenticidad.



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