Estos días atrás teníamos la oportunidad de -aprovechando nuestra presencia en la plaza de toros- conocer los primeros trabajos del desmontaje de la famosa y "exitosa" cubierta. Como parece que el tema se va de rositas y que nadie da la cara si no es para mostrarse satisfecho de las pruebas de esfuerzo/carga (cuya realidad dudamos más que mucho ya que las mismas no se realizan entre las cuatro y las cinco de la madrugada y sin nadie que evalúe el resultado in situ...), me ha parecido oportuno mostrarles algunas panorámicas de aquella y lo que de ella va quedando por si alguien estima necesario investigar qué ha pasado para que no vuelva a ocurrir sobre las cabezas de quienes pudieran ocupar los tendidos -bajos y los disponibles altos- en próximos eventos taurino-musicales con amplio repertorio percusionista.
Ahí van y comentadas algunas de ellas.
Véase como el mecanismo de torsión / rotación ha sido el responsable del hundimiento, algo que estudian en las Escuelas de Arquitectura y Aeronáuticos y se ha puesto como ejemplo en ambas facultades de la Universidad Politécnica de Madrid.
Otra visión de la cubierta hundida sobre el ruedo. Obsérvese como los radios -las vigas de la boina venteña- no se dirigen hacia el centro geométrico, sino que serpentean primero hacia un lado y luego al contrario.
Ha habido que apuntalar con andamios metálicos parte del hundimiento para que no fuese a más y se acabase de desplomar el resto de la "exitosa" estructura. Yo estoy más que satisfecho...
Uno de los soportes de la estructura del tornavuelto paraguas de Las Ventas. Las tracciones, peso y soportes de éste ¿habrán podido afectar a la estructura de la plaza? ¿Se harán pruebas de esfuerzo ahora para asegurarnos de su absoluta seguridad? ¿Alguien nos asegurará que la plaza puede ser ocupada por miles de personas sin riesgo alguno para su futura integridad?
Fíjense en el estado retorcido de las vigas radiales del simpático e innecesario sombrerillo venteño. Y se nos aseguraba que todo estaba previsto y calculado... acuérdense. Torsión de la viga más que evidente. Esta era la estructura probada y demostrada, eficaz y segura, la que hubiera mantenido a la fiesta de los toros en pie según algunos.
El impacto de la estructura contra el albero. ¿Recuerdan que sólo tres días más tarde ese mismo ruedo se vería ocupado por centenares de personas en la inauguración del desastre?
El comienzo del trabajo de retirada de la estructura fallida. En primer plano comprueben las curvas y contracurvas del varillaje.
Otra panorámica de aquello...
Aunque se nos ha dicho que el peso de la cúpula sólo afectó al ruedo, fíjense a que distancia pasan las hundidas vigas de la barandilla que protege el frontal de los vomitorios. ¿Hubiese o no dado en la cabeza a alguien que pudiera estar de pie en el mismo?
Más de lo mismo. Vean el detalle de la torsión de las vigas. ¡Lo más seguro del mundo!, ¡sin duda!
¿Se imaginan ustedes ocupando una de esas localidades más altas del tendido, de pie por la emoción o formalmente sentado? Pero no ha pasado nada, a Dios gracias, y alguno anda satisfecho con el resultado de las hipotéticas pruebas...¡Vivir para escuchar! Unas vigas, las más próximas convexas... pero otras -al fondo- cóncavas... ¡mi madre!
Trabajos de retirada en marcha. El apuntalamiento, en este caso, es debido a la obligada retirada de la "exitosa" boina que prometían tan feliz.
Hola, interesante el post. Saludos desde Lima - Perú.
ResponderEliminarHe observado las fotos, soy ingeniero civil. No dudo que la estructura haya sido bien calculada para fuerzas y momentos de primer orden, pero han subestimado los momentos de segundo orden: en este caso los momentos de tosión axial de los vigas.
Lamentablemente muchos sistemas de cómputo no contemplan esta coyuntura, porque es difícil de cuantificar en torsión biaxial. Por eso los proyectistas clásicos se curan en salud y colocan "cruces de san andrés" entre cada viga, para evitar que se retuerzan sobre su propio eje.
Es lo mas sencillo del mundo, costaba muy poco en tiempo y en dinero implementar estas cruces. Lamentablemente es muy cierto aquello que dicen que "después de la guerra todos somos generales"
Lo siento por los proyectistas que resulten responsables, ni modo. Así es la profesión, debemos tener sumo cuidado. No todo es programas de cómputo ni software sofisticado, lo que al final debe primar es el sentido común y la experiencia que tenemos obligación a encontrar por nostros mismo o a través de libros, o medios como este.