Desde hacía más de sesenta años no se publicaba un tratado
de jineta inédito en España. La Unión de Bibliófilos Taurinos, de la mano de Valentín
Moreno y José Campos, acaba de publicar un nuevo texto que hasta ahora
permanecía manuscrito y casi inédito en los anaqueles de la British Library (la
Biblioteca Británica). Y permanecía casi desconocido desde que su autor Don Hernán
Ruiz de Villegas lo escribiera, en alguna parte de su puño y letra, en plena
mitad del siglo XVI. Reinaba a la sazón don Felipe II en el Imperio español,
aquél sobre el que no se ponía el sol.
Los españoles nos batíamos, con muchos más éxitos que lo
contrario, en los cuatro rincones del orbe, afianzando una posición política y
militar que jamás hemos vuelto a alcanzar. De Indias llegaban flotas con
preciados tesoros para mantenerlas y aun ni con ellos eran las finanzas reales
capaces de soportarlas. El genio, la erudición y la bizarría españolas
brillaban a la par que el astro rey. En España se recupera en aquel tiempo una
nueva escuela de cabalgar, la jineta, en la que, con estribos cortos, había de
manejarse al caballo con las rodillas en muy buena manera, y permitir con ello
el más libre uso de las manos, ora para atacar o para defenderse con mayor
soltura y desenvoltura. La jineta sirvió también para el ejercicio cortesano,
bien en juegos de parejas, bien en diferentes modalidades de cañas, o bien para
alancear o lidiar toros en plaza o coso.
Este tratado, escrito según su rescatador, nuestro compañero y
buen amigo Valentín Moreno Gallego, Bibliotecario del Palacio Real, en torno a
1567-1572, no deja de ser rareza también por su antigüedad. Quizá pase por ser el
tercero de los tratados que, cronológicamente, asocian la monta a la jineta y
el toreo, tras el de Francisco Chacón, Tractado
de cauallería de la gineta (Sevilla, 1551) y el de Diego Ramírez de Haro, Tratado de la brida y de la gineta y de las
caballerías que entrambas sillas se hacen…, que se publicó por vez primera
por esta misma Unión de Bibliófilos en 1961, y que también es de mediado el
siglo XVI según, nuestro también compañero y amigo, José Campos Cañizares.
Uno de los frenos que el autor propone (imagen del original manuscrito con letra del autor) |
En él nos brinda don Hernán sus experiencias y saberes, dirigidos
como en tantos escritos de la época a su propio hijo, nos ilustra con preciosos
dibujos de bocados, frenos, espuelas o estribos, y nos introduce en el toreo a
caballo de aquel siglo, donde aun la lanzada era la suerte por excelencia.
Suerte estática, rara vez dinámica, en la que el caballero esperaba a caballo
parado al toro para introducirle el acero por los pechos o por el morrillo. Aun
no se practicaba, con la asiduidad que lo haría más adelante, el rejoneo, arte
quizá todavía poco valorado, entre otras cosas porque con él no siempre se
acababa con el lunado antagonista al primer intento, con lo que ello conllevaba
de riesgo adicional y desdoro del caballero.
Teníamos constancia de la remota existencia del manuscrito por
Pascual de Gayangos, quién lo menciona en 1875, o por las referencias al mismo en
la edición que Antonio Balenchana hiciera de otra pieza rarísima, el libro de
Bañuelos de la Cerda que hasta 1877 permaneciera inédito, en los “Apuntes bibliográficos” de José María
Nogués que se incluyen en la reedición de la Caballeriza de Córdoba de Alonso Carrillo Laso, allá por 1895, o en
la bibliografía del marqués de la Torrecilla (en 1916). Ello, sin embargo, no
era sino meras referencias bibliográficas en su mayor parte, y sólo el primero
de los autores llegó a estudiar levemente el texto conservado en la British
Library, manuscrito conocido como Egerton 592.
Otro complejo bocado con detallada explicación de Ruiz de Villegas |
De ahí que ésta sea la primera vez que se imprime y divulga el
preciado manuscrito, esfuerzo en el que han tenido mucho que ver los dos
bibliófilos citados. Valentín Moreno Gallego, ha sido el impulsor de la idea,
el transcriptor de la obra, el biógrafo del autor y quien ha estudiado el
devenir del original y sus referencias. La ardua labor de estudio,
transcripción y anotación del texto le hacen acreedor del mayor y más plausible
de los reconocimientos, que desde aquí le brindamos. José Campos Cañizares,
entusiasmado también por el hallazgo, pronto se brindó para colaborar en la
edición, acompañando a la obra del necesario estudio introductor que explicara
las formas y maneras del toreo ecuestre de aquel siglo, pues no por nada pasa
por ser uno de los máximos expertos –si no el que más- de aquella materia en la
actualidad. De uno y de otro puedo dar completa fe; no se trata de recién
llegados al mundo de las letras y la investigación, sus obras son numerosas y
de extraordinaria calidad, ambos dos se doctoraron con la más alta calificación
y ambos, asimismo, han estudiado detenidamente la época, el toreo de antaño y
las circunstancias políticas, sociales y literarias de uno de los momentos más
preciados de la historia de España.
Fruto de sus desvelos, de su esfuerzo, de su abnegada y gratuita
entrega a la causa bibliofílica nace este volumen. Desde 1961, si nuestra
memoria no nos falla, tan sólo se había publicado un tratado inédito manuscrito
sobre monta a la jineta y toreo ecuestre en nuestro país, las Advertencias para torear… de don Juan
Núñez de Villavicencio, por la propia Unión de Bibliófilos Taurinos en 1965 y
de la mano, como el precedente, de Diego Ruiz Morales. Era ya obra tardía,
fechada en el reinado de Carlos II y no tan temprana como la que hoy
presentamos. Los restantes textos que han visto la luz en este medio siglo son
reediciones –facsimilares o no- de ediciones previas.
Detalle de un estribo |
Pero el Tratado no sólo se limita al toreo ecuestre, al que dedica
apenas dos de sus capítulos, sino que es un completo recorrido por el mundo del
caballo, de la doma y de la monta, por lo que nos parece apropiado copiar en
estas líneas toda la amplitud de su Índice, en el que el curioso y el lector
podrán encontrar la riqueza excepcional de este “nuevo” Tratado de Caballería a
la Jineta, escrito entre 1567 y 72, por Ruiz de Villegas.
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
ESTUDIOS INTRODUCTORIOS
Ruiz de
Villegas y el manuscrito de su Tratado (1567-1572), por Valentín
Moreno Gallego.
Una
decidida atención por la caballería a la jineta y el toreo caballeresco, por José
Campos Cañizares.
Bibliografía consultada.
TRATADO DE CAUALLERÍA A LA GINETA,
1567-1572
Capítulo
primero en que se dize de la naturaleza de los cauallos y de que talle deuen
ser.
Capítulo
segundo en que se trata de las colores de los cauallos.
Capítulo
3º que habla de las señales y remolinos de los cauallos.
Capítulo
4º en que se dize de qué tiempo y quando se han de domar los cauallos y cómo se
han de criar y regir.
Capítulo
5º de cómo se han los cauallos de herrar.
Capítulo
6º que habla de los frenos y de la naturaleça de las bocas de los caualleros.
Capítulo
7º De las sillas y espuelas de la gineta y de los otros xaeçes y de cómo se han
de poner en los cauallos.
Capítulo
8º. De cómo se han de enseñar los cauallos después de domados.
Capítulo
nono. De cómo se a de poner el cauallero en la silla de la gineta y passear en
su cauallo.
Capítulo
dézimo. De cómo correrá el cauallero la carrera a su cauallo.
Capítulo
XI. De cómo a de correr el cauallero la carrera con lança.
Capítulo
XII. De cómo correrá el cauallero con lança y adarga.
Capítulo
XIII. De cómo correrá el cauallero poniendo mano a la espada y capa.
Capítulo
XIIII. De cómo se a de correr la carrera con capuz çerrado.
Capítulo
XV. De cómo se a de poner el cauallero en las cauallerías.
Capítulo
XVI. De cómo el caballero a de jugar a las cañas.
Capítulo
XVII. De cómo deue el cauallero guiar una escaramuça a los galopes.
Capítulo
XVIII. De cómo se an de esperar los toros con lança, e cómo sin ella se habrá
el cauallero con ellos.
Capítulo
XIX. De cómo esperará el cauallero al toro con espada.
Capítulo
XX. De algunos siniestros que los cauallos tienen y de los remedios de ellos.
Capítulo
XXI. De algunas enfermedades que los cauallos tienen y de la cura de ellas.
Capítulo
XXII. Que trata de los piensos de los cauallos.
Capítulo
XXIII. Que diçe cómo se a de mudar el pelo al cauallo en blanco en los lugares
de las señales.
Capítulo
XXIIII. En que se enseña qué cossa es lançar a tablado.
Capítulo
25. De todos los frenos en general.
Un completo texto sobre equitación y
caballo que aborda de forma precisa e interesante el pretérito del toreo
ecuestre. De ahí que nos enorgullezca presentar, en una ocasión más, una nueva
edición de texto hasta ahora inédito que permanecía manuscrito, y que lo hagamos
de la mano de dos grandes amigos bibliófilos, más que dignos herederos de Ruiz
Morales. Enhorabuena y muchas gracias.
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