Por Ángel Arranz Izquierdo
Mesa redonda:
presentador, tres ponentes, veinte y tantos asistentes en un aforo para
trescientas personas. ¿Indiferencia, pereza, boicot, desconocimiento, orden o
desorden de prioridades?
Ponentes
independientes, solventes, altruistas… pero casi anónimos. Es verdad, si los
ponentes son más conocidos –no importa su valía y compromiso- hubiesen asistido
sesenta o setenta personas. Es evidente, los límites de asistentes de esa o
parecida naturaleza y temática oscila entre quince y ochenta aficionados y
curiosos. Insuficiente a todas luces en una población de treinta mil
habitantes. Otra cosa es la asistencia en homenajes o ágapes a unos u otros
toreros.
(Foto: Salvador Giménez) |
“Del desastre
taurino y sus causas”, es un título genérico interesante y llamativo. Nunca o
casi nunca se habla de la causa o causas de los desastres. También se podría
haber titulado: “Del desastre empresarial taurino y sus causas”, “Del desastre
ganadero de bravo y sus causas”, “Del desastre en los escalafones taurinos y
sus causas”. O se puede y se debe llevar el título a otros sectores como por
ejemplo: “Del desastre educativo y sus causas”, “Del desastre
económico-político y sus causas”, “Del desastre laboral-laborioso y sus
causas”, “Del desastre enchufismo-corrupción y sus causas”, “Del desastre
bipartidista y sus causas”, “Del desastre de desastres que nos sofoca y sus
causas”… etc. El desastre es casi total aunque haya excepciones. Pero,¿las
excepciones son suficientes para superar y anular los desastres?
El título de
la mesa redonda y los posibles títulos que he apuntado molestan a las
autoridades mediocres, opacas, cómplices, egoístas o autoritarias ya sean
locales, regionales, nacionales, europeas o mundiales y ponen zancadillas a sus
cacareadas libertades de expresión, opinión y reunión.
Fotografía cedida por Alejandro Martínez |
El día de
nuestra mesa redonda, el concejalillo o concejalilla de turno y de festejos
convoca a la misma hora a las peñas taurinas para “negociar” las condiciones de
las siguientes y lejanas fiestas de la localidad. Divide y vencerás. Sí, los
asistentes a casi todos los actos son escasos y están divididos.
También es
verdad que la mitad o más de la población no llegan, o llegan con muchas
dificultades a final de mes para cubrir sus necesidades básicas; las energías y
reservas de los “ciudadanos” están casi agotadas. De momento, el experimento
del sistema capitalista globalizador solo sirve para desbordar a casi todos los
seres humanos en problemas individuales y colectivos. “EL CAPITALISMO MATA”, HA
CONFIRMADO EL PAPA DE ROMA. No, no hay humor ni amor hacia el fracaso perpetuo
del blablabla insustancial y establecido o decir lo que la audiencia quiere oír;
y no se ponen los medios para dar a conocer otras alternativas y posibles
soluciones más lógicas y humanitarias. La hemorragia es gravísima, demasiadas
voluntades están crispadas, traicionadas, viciadas o rotas. Sí, la mayoría de
la población se siente amenazada, asustada, desesperada, desmoralizada o
estafada ante la salvaje situación de incertidumbre, inestabilidad y
desigualdad que han conseguido los “filósofos” del: “sálvese el que pueda” o el “búscate la vida” cuyo logro es, “más de lo mismo o peor”… al que nos quieren
acostumbrar. Las causas de los desastres son la suma de numerosos errores,
injusticias y despropósitos.
En la mesa
redonda de hace unos días señalamos algunos de ellos. Mis compañeros ponentes
hablaron del bajón en el número de festejos, del bajón en la concurrencia de
público en las plazas, del interés o desinterés económico que da lugar al
cierre o anuncio de cierre de cosos taurinos, de la desidia o descalificación
política al hecho taurino, de probar revoluciones de abajo hacia arriba porque
las revoluciones de arriba hacia abajo han sido, son y serán naufragios a
corto, medio o largo plazo…al ser solo revulsivos reaccionarios.
Por mi parte
hice tres observaciones al respecto. Las resumo añadiendo un decálogo de
exigencias a los que nos exigen…mirar y callar.
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1ª)
INFORMACIÓN. En la llamada era de la información, apenas hay noticias taurinas,
y sin información veraz, hay más deformación que formación. Hoy los jóvenes
españoles en general y de varias regiones en particular, tienen las mismas o
parecidas nociones taurómacas que los jóvenes polacos, coreanos, sudaneses,
canadienses o australianos. Y no sé, si eso es bueno, regular o malo, pero el
saber no ocupa lugar. Lo que dicen las estadísticas, es que nuestros jóvenes
están arriba del escalafón en los defectos y abajo del escalafón en las
virtudes…partiendo de parámetros parejos. No recurriré más a las excepciones.
Es urgente reparar y equilibrar averías inaceptables que siguen en vigor y
vienen de lejos. Es menester que los jóvenes españoles se auto exijan o superen
y no es dañino que sepan algo, bastante o mucho acerca de la simbología que más
nos caracteriza en el mundo mundial. Ser anti taurino sin conocimiento de causa
es impresentable en una conversación abierta y cosmopolita. Innumerables y prestigiosos creadores
artísticos con y sin fronteras han dedicado parte de sus obras a La Tauromaquia
con elogio y admiración. Negarlo o ignorarlo es hacer el ridículo en todo foro
y lugar…y más, cuando se trata de españolitos profanos. Tampoco son
representativos los españolitos fanáticos que pretenden justificar “el todo
vale en Tauromaquia”. Admito que haya españolitos que le pongan peros al
melodrama del ruedo…pero que sea a partir del conocimiento y no del
analfabetismo sobre el sensible y peculiar asunto. Cuando la “información” es
nula, partidista, poca o mala el viaje hacia el desastre está asegurado. Tiene
más espacio “informativo” el morbo y accidentes del toreo que su mérito,
belleza y grandeza. Tienen más espacio “desinformativo” diario diez o doce
profesionales del chismorreo y diez o doce tertulianos del nefasto bipartidismo
que todos los autores, libre pensadores, emprendedores constructivos e
intelectuales juntos en una legislatura entera. Así nos va.
Guerrita y el famoso Cocinero de Félix Gómez (1894) |
2ª) PICARESCA.
El excesivo e injustificado poder de contados grupos taurinos todo terreno que
hacen y deshacen a su medida y antojo es desbastador. “Todo terreno” porque
controlan plazas, ganaderías, toreros, etc. etc., como si de productos o
mercancías al uso, abuso o desuso se tratara. Su mezcla de intereses y
contradicciones es palpable… no salimos del toro desmesurado y difícil para el
torero chico y del toro manejable y amable para el torero grande. Lo de los
dineros a repartir es para llorar… y aunque las plazas estén medio vacías, esos
genios de ocio-negocio las ven como llenas, hay que ser positivos como dicen
ser los cursis, simplistas o gilipuertas. La picaresca, en el peor sentido de
la palabra, es la clave y la llave del fraude y la corrupción, aquí y en
cualquier actividad del planeta Tierra…como ocurrió en el festejo inaugural de
la temporada en la importantísima plaza da la capital mejicana: no es que la
corrida fuese anovillada, es que resultó ser una novillada abecerrada y todas
las autoridades y profesionales que protagonizaron el acontecimiento tendrían
que ser sancionados. No es de extrañar los desmotivados que andan los
aficionados cabales y la mayoría de los que componen los escalafones de
toreros, novilleros, becerristas, rejoneadores y no sé si también los toreros
cómicos o toreros primarios tipo recortadores, corredores o maletillas. ¿Y los
toreros del montón a los que presentan como figuras, y se prestan a ruidos, roneos o ruinas en programas televisivos
vomitivos… han pensado el daño que hacen a la imagen del historial y conjunto
de la torería? ¡Lo que hay que hacer para mal comer! Por otra parte, las
influencias y las billeteras son más trascendentes que las cualidades y
calidades de los aspirantes para llegar a becerristas, novilleros o matadores.
Mantenerse, es otra historia.
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3ª) EVOLUCIÓN.
A carencias en la información y tantas picarescas en las prácticas hay que
añadir la evolución de los tiempos y sus gentes. No es lo mismo que la
población rural sea mayor que la urbana, y viceversa. Cambian estructuras,
organigramas, hábitos, planes, ocios, negocios, etc. etc. Ni es lo mismo que la
parte mayoritaria de la economía sea autóctona y autodidacta, a que las
economías mayoritarias sean manipuladas, inducidas, monopolizadas o
globalizadas por reducidísimos clanes financieros con más potencial de decisión
que los “políticos elegidos democráticamente”. Parece que las cúpulasdel
irracional, insoportable y libertino poder económico privadísimo y su
evolución, se permiten el lujo de programar politicastros con el objetivo de
que la barbarie que sufre casi toda la ciudadanía española y mundial –en todos
los órdenes y desórdenes- continúe y se perpetúe. Estamos avasallados por
vulgarísimos y vanidosos mercaderes insaciables. No lo sabemos del todo, pero
intuimos y vamos comprobando que casi todas las elites y elitistas solo son
embusteros compulsivos y peligrosos drogadictos de dinero… en la peor versión
de la ambición. Claro, a estos pájaros de mal agüero no les interesa
promocionar la sensibilidad, pensamiento y razón humanista que suelen despertar
las verdaderas artes, ciencias y culturas que nos recuerdan y memorizan
donde estamos, de dónde venimos y a
donde vamos. Prefieren patrocinar la competitividad y la fuerza en cabezas,
troncos y extremidades con muchas derramas, y… “regocijarse con las risas y
sudores de los ganadores y con las lágrimas y los sudores de los perdedores”.
Comparada “con esa crueldad al límite y bien vista entre personas”, la entrega
y el pundonor transparente del hombre y la fiera en los alberos es la imagen
que más nos acerca a los principios, desarrollos y fines de las imperecederas
leyes de la Naturaleza, de las necesidades humanas y no sé si también de las
leyes del más allá o divinas. En todo caso, solo las personas vegetarianas
integrales y las personas sin agresividad interna o externa para seguir
viviendo, tienen autoridad para cuestionar los festejos taurinos donde hay
muertes tan discutibles como indiscutibles. No, los que deciden a su medida y
antojo no cuentan con la lidia y el arte de torear para sus dictatoriales y
forzados objetivos… amansando, atontando o tergiversando a infinidad de jóvenes
urbanos. Los jóvenes rurales, en ese aspecto son más problemáticos de manejar
porque son más bravos y conocen la realidad acerca de la relación, causas y
casualidades entre personas, animales, fieras, cadenas alimentarias,
consecuencias y soluciones. Es decir, la mayoría de jóvenes rurales distinguen
el grano de la paja, y la mayoría de los jóvenes urbanos se tragan lo que les
echen las distintas y distantes factorías que los adiestra, expolia y explota.
Esa es la dura e impura verdad. No, no sé si una parte del horizonte de La
Tauromaquia pasa por festejos sin sangre. Sé que el arte de torear consiste en
demostrar la superioridad de la fuerza de la razón a la razón de la fuerza; esa
metáfora de naturalidad y autenticidad es necesaria para un porvenir mejor o
menos malo de los seres humanos desde que nacen hasta que mueren en cualquiera
época y mundo posibles o imposibles.
Emilio Muñoz, en la Maestranza, ante un toro de Cuadri |
Decálogo que
exigimos a los que nos exigen.
1.- Hay que exigir mesas redondas con títulos como:
“Causas del desastre X, consecuencias y posibles soluciones”. Con presentadores
y ponentes ejemplares por supuesto.
2.- Hay que exigir a los opresores que se pongan en
la piel de los oprimidos.
3.- Hay que exigir un mínimo de intención y atención
informativa, decorosa y sin complejos a singulares señas de identidad para no
hacer o decir disparates.
4.- Hay que castigar todo cotilleo o picaresca cuyos
efectos secundarios perjudican y dañan el criterio y equilibrio de personas
aisladas, negadas, ultras, indefensas o inmaduras.
5.- Hay que exigir ética, sentimiento, enjundia,
maestría, torería, unidad en la lidia, toque de distinción, variedad y estilo a
los toreros y toreos con suficiente rodaje. La técnica sin más, es imitación o
repetición anodina y cansina.
6.- Hay que exigir a los ganaderos y a los toros
bravura, temperamento, carácter y diversidad para que el valor y el valer del
ritual taurino tenga interés y emoción.
7.- Hay que exigir explicaciones coherentes y
elegantes a todas las organizaciones y autoridades taurinas porque viven o intentan vivir de nuestro paso
por taquilla o de nuestros impuestos.
8.- Hay que exigir sensatez y apoyo de voluntad o
enmienda a todos los acontecimientos y evoluciones taurinas que perfeccionen y
mejoren toda conexión y confección del único arte vivo existente… con participación de los aficionados y del
sector público en el tino y destino de La Tauromaquia si pedimos declararla
Patrimonio Cultural Inmaterial.
9.- Hay que exigir respeto y credibilidad a los que
no nos respetan porque tampoco son dueños de la veracidad absoluta.
10.- Hay que exigir conocimiento de causa y
compromiso sea de lo que sea a los que nos exigen.
Todo lo demás
está moribundo o es imposición y
demagogia.
Estimado amigo. He leído con detalle el artículo que amablemente pones en nuestras manos, a guisa de contarnos aquello que muchos venimos denominando Manual de teoría y práctica del desastre taurino. Lástima que este volumen se vaya lentamente escribiendo, mientras que la tinta y papel que le dan ideas y forma estén ha disposición de quienes podrían dejar que no llegara a publicarse. ¿A veces es inevitable lo evitable?... quizá de la ruina de los imperios nacerán nuevos reinos... vamos hacia un cambio en la tauromaquia: concepto-forma. Yo afortunadamente no soy adivino pero con lo ojos entreabiertos puede reconocerse que sin un remedio eficaz y comprometido el mundo del toro, abandonado hoy a su suerte, al único que le dejamos la elección es al destino.
ResponderEliminarMiguel A. González Rodgers
Saludos. Quisiera saber si en la foto de Guerrita no se evidencia el para Bleu "abominable paso atrás" a la hora de estoquear. Nunca pude entender ese término, ojalá me lo pudiesen explicar. Comprenderán que es muy difícil hallar bibliografía sobre el tema en Bogotá, porque lo que hoy conocemos como "toreo moderno" llegó en los años 30`s, y hasta entonces tuvimos capeas anárquicas en las plazas. No conocimos el toreo del siglo XIX. Muchas gracias.
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