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miércoles, 20 de junio de 2012

Feria sin arte y sin cultura taurina


Por Santiago Orozco

Concluyó hace unos días el ciclo mal denominado del arte y la cultura, que en esta nueva andadura bautizó la empresa de Madrid. Arte hubo muy poco, toros, casi todos brillaron por su ausencia y algunos toreros que se subieron al carro del triunfalismo barato, que no a triunfos rotundos para abrir la puerta grande de la primera plaza del mundo. Se ha demostrado en este ciclo que hubo un considerable bajón de público y que algunos matadores no arrastran a la plaza ni a sus propias familias y que cada día interesan menos al público en general, porque al aficionado hace tiempo que dejaron de interesarles. Entre col y col, la Corrida de la Beneficiencia, en la que Talavante abrió la Puerta Grande, a la que sólo le queda el nombre y que se salvó en último minuto y de penalti, aunque por fin se abriese. También ocurrió el día anterior con la salida a hombros de David Mora tras cortar una oreja a cada toro. Ambos trofeos a la vulgaridad y al destoreo actual.
El sexto de Valdefresno, el día de la puerta grande de David Mora. A la escasa presencia sumó una condición perfectamente boyar (Foto: las-ventas.com)
La corrida estrella –Cuvillo- también resultó remendada con dos toros de Victoriano del Río –llegándose a reconocer hasta doce toros titulares- dejando la autoridad pasar cuatro cuvillos de escasa presencia.
Algunos del Puerto de San Lorenzo fueron toros de matadero y no de Las Ventas del Espíritu Santo. El nos asista en estos momentos de tanta dificultad. Luque cortó una oreja.
Alberto Aguilar cortó otra oreja en la corrida de Victorino, aunque la corrida no fue lo que se esperaba ni en juego ni en presentación y tampoco el público respondió a la llamada del ganadero de Galapagar, ya que hubo media plaza.
El quinto de Victorino (Foto: las-ventas.com)
El cierre de feria de las corridas de a pie fue de petardo que no de traca, pero claro no cabía esperar otra cosa con dicho cartel en Madrid. El Fandi cortó una oreja, ¿y sus compañeros con apodos y apellidos ilustres en la historia del toreo que iban a cortar…?, aunque con el tipo de público que ha habido en dicho ciclo nunca se sabe. Hubiera sido un problema a la hora de pasear el trofeo, ya que ambos no suelen prodigarse en plaza de primera. A lo mejor se les tendría que haber puesto un guía para dar la vuelta al ruedo. Claro que, en honor a la verdad, también habrá que decir que otros compañeros del escalafón, para abrir la puerta grande de Madrid, se tendrán que colocar de porteros.
Con los datos en la mano hay que darle la enhorabuena a la empresa porque casi todas las tardes ha dejado buenas estocadas a la afición y a la fiesta. Sería de desear que alguien ponga orden a tantos despropósitos, que no deberían ocurrir pero siguen ocurriendo y con su pan se lo coman. Pero que tengan en cuenta, los organizadores y las autoridades, el daño irreparable que se le está haciendo a la Fiesta. También la que hace una parte de la prensa especializada, unos por ir con el paso cambiado y otros por mirar hacia otro lado. ¿Dónde va a llegar esta fiesta…?, o mejor dicho, ¿dónde hemos llegado ya? Los hechos son irrefutables, así que desde aquí pedimos menos cuentos, más cultura taurina y más casta.

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