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martes, 4 de marzo de 2014

Este jueves a las siete en punto, analizaremos el PENTAURO

En el Aula de Tauromaquia de la Universidad CEU San Pablo, dentro de su programación regular, y en comunión con la Unión de Abonados y Aficionados Taurinos de Madrid, analizaremos este jueves -a las siete en punto de la tarde- el llamado PENTAURO (Plan Estratégico Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia).
Nacido a la sombra de la nueva Ley Taurina 18/2013, el PENTAURO surge como un proyecto para conocer, vigorizar y potenciar a la tauromaquia en estos comienzos del siglo XXI, intentando adecuarla a criterios modernos, ya que muchos aspectos de la misma -especialmente en el ámbito empresarial y de difusión- siguen anclados bien en el siglo XIX, bien a mediados del pasado siglo. 


El problema, sin embargo, es que en su amplia definición y desarrollo se han dejado innumerables cabos sueltos, que no se han definido muchos aspectos de los que habrá que tratar, que se ha orientado prácticamente en su totalidad desde criterios profesionales, dejando de lado la participación o diseño que puedan hacer los aficionados independientes, y que -en el fondo- la creación de hasta 46 grupos de trabajo no parece adecuada para una eficaz y rápida concreción de sus objetivos. Por ejemplo, y para que conozcan ustedes su limitada amplitud de miras, así como se dedican decenas de grupos de trabajo a la difusión, a la reforma legislativa, al conocimiento de datos y cifras económicas, nada se dice en materia cultural sobre el mismo, tan sólo muy tangencialmente, y eso que la la propia ley es la que ha acordado que la Tauromaquia sea declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial... paradojas de esta fiesta gobernada por "profesionales".
Mucho del trabajo podría y debería haberse iniciado una década atrás, o al menos cuando se creó la famosa y "dichosa" Mesa del Toro, que tan brillantemente nos veta a algunos. Este organismo, en el que también está muy hipo-representado el sector de los aficionados que -recordémoslo- es quien mantiene y soporta económica y anímicamente el espectáculo, no se ha preocupado en sus años de existencia de clarificar cuáles son las cifras reales de la tauromaquia, cuántos los espectadores que acuden a sus plazas, cuánto lo que se recauda y paga por IVA, cuánto el gasto en toreros y ganados, cuáles son las repercusiones económicas de esos pliegos que dicen abusivos por el arriendo de cosos públicos, por qué pujan hasta el punto que lo hacen por los mismos frente a otras empresas por quedarse con aquellos, etc. Tampoco los toreros, subalternos o ganaderos han aclarado y definido realmente cuáles son sus problemas, por más que algunos los sospechemos, entre otras cosas porque no existe unión ni unidad en sus intereses o pareceres.La Mesa del Toro, puramente endogámica, no ha sabido dar respuesta a todas estas y muchas otras cuestiones, no ha sabido tratar -creo que ni siquiera se habrán puesto a pensar en ello...- cómo publicitar este espectáculo en el siglo XXI, cómo dotarlo de mayor interés -y emoción- para públicos y aficionados, como percibe la sociedad un festejo al que muchos -y no les falta razón en bastantes casos- acusan de "casposo". 


Es precisamente trabajando con los sectores implicados en la Mesa del Toro, y olvidándose de algunos otros (entre ellos los aficionados que sólo figuran en 3 de los 46 grupos de trabajo creados) de donde se pretende sacar el filón de información y soluciones para la Tauromaquia en este PENTAURO. De ahí que algunos estimemos que nace con algunas malformaciones, deficiencias que habrán de incrementarse a medida que se avance -si es que se hace- en muchos aspectos. Esos mismos grupos de interés que no se han  puesto de acuerdo libremente en años, ahora, con intervención omnipresente de la Administración... ¿lo conseguirán? Por otro lado, ¿lo lograrán favoreciendo al espectáculo y promoviendo uno de mayor calidad e interés para la afición, o mirarán -como en los numerosos casos previos de reformas reglamentarias- a favor del suyo propio y peculiar (entiéndanlo como particular y como acomodado al peculio) de cada cuál?
La ley 18/2013, en uno de sus artículos (art. 5, punto 2) decía lo siguiente:
"Para lograr los fines a que se refiere el apartado anterior, el Gobierno desarrollará las siguientes medidas:

a) La aprobación de un Plan Nacional, en el que se recogerán medidas de fomento y protección de la Tauromaquia, garantizando el libre ejercicio de los derechos inherentes a la misma.
b) El impulso de los trámites necesarios para la solicitud de la inclusión de la Tauromaquia en la lista representativa del Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad a que se refiere el artículo 16 de laConvención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural inmaterial aprobada el 17 de octubre de 2003 en París por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
c) La actualización de la normativa taurina, a través del marco de colaboración de la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos.
d) El impulso de normas y actuaciones que fomenten el principio de unidad de mercado, responsabilidad social y libertad de empresa en el ámbito de la Tauromaquia, en consideración a los beneficios económicos, sociales y medioambientales que esta actividad genera.
e) El impulso y fomento, en colaboración con las restantes Administraciones Públicas, de los mecanismos de transmisión de los conocimientos y actividades artísticas, creativas y productivas que confluyen en la corrida de toros y el arte de lidiar. Así como potenciar otras medidas de identificación,documentación, investigación, valoración y transmisión de este patrimonio en sus distintos aspectos."

Es así como nace el PENTAURO, dando respuesta a su primer apartado. ¿Se solucionarán con éste los problemas de la fiesta, se llegará a definir sus auténticas cuitas, serán capaces los sectores "interesados" de dejar de un lado -precisamente- sus intereses particulares y volcarse sobre el de la fiesta?  Mucho miedo me da que se hable tanto de libre mercado, responsabilidad social, libertad de empresa, beneficios económicos, y se haya pensado -en este PENTAURO- tan poco en la fiesta más como fenómeno cultural y generador de cultura y de otras manifestaciones artísticas que también la soportan (vean lo que dice el apartado e/ del artículo copiado). Y si, por otra parte, tampoco se ha presupuestado nada sobre el particular, ¿se podrá abarcar todo lo que se pretende? Son  dudas que nos asaltan y que intentaremos aclarar en las dos Mesas Redondas que se inician este jueves a las siete de la tarde en la Facultad de Derecho del CEU (c/ Julián Romea 22, Aula Magna, 2ª planta). La entrada,  como siempre es libre y gratuita y las opiniones asimismo libres y fundadas.

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