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jueves, 12 de julio de 2012

Prevalencia de los encastes en el toro de lidia actual (I)

Hace ya algo más de un año presentábamos en el VII Congreso Mundial Taurino de Veterinaria (Cáceres, 7 al 9 de abril de 2011) una ponencia con algunos datos que ahora les expongo.
La ponencia fue más amplia y pretendía mostrar la prevalencia de diferentes encastes en el ganado de lidia actual. Para ello partíamos de la legislación vigente, el Real Decreto 60/2001 de 26 de enero, con la Reglamentación sobre Prototipo Racial de la Raza Bovina de Lidia (BOE de 13 de febrero siguiente). La acreditación del ganado de lidia como una raza distinguible venía marcada por exigencias europeas y, desde un punto de vista práctico obligó al legislador español a decir que “Debido a una selección basada en criterios de comportamiento [durante siglos, ha dicho antes], existe en la raza gran variedad de encornaduras, algo grado de variación cromática del pelaje, oscilaciones extremas de perfil fronto-nasal, proporciones, tamaño, peso, etc. De la misma forma, se dan comportamientos característicos por ganaderías y/o encastes, imposibles de aunar, pues cada tipo de toro actual es fruto de un trabajo de selección personal de cada ganadero y sus antecesores. En realidad existen tantos criterios de selección como ganaderos, pues la raza se caracteriza por su diversidad de comportamientos durante la lidia”. Sinceramente creo que es un auténtico éxito el que la citada definición de la raza haya sido aceptada como tal, puesto que para definir una raza, lejos de criterios comunes y uniformes, lo que en este párrafo se señala es que la raza está formada por elementos absolutamente dispares en todo: encornaduras, tipo zootécnico, perfiles fronto-nasales, peso, tamaño y hasta comportamientos, que en definitiva sería, precisamente, el hecho diferenciador real para con otras razas de ganado vacuno. La disparidad, es tal, en efecto, que entre encastes existen mayores diferencias genéticas que entre dos razas de vacuno europeo de cualquier otro tipo (véanse los interesantes trabajos del equipo del Prof. Don Javier Cañón, Catedrático de Genética de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, uno de los cuales hemos tenido el honor de publicar: Cañón, Javier et al., Variabilidad genética de la raza de lidia inferida del ADN; Madrid, CEU Ediciones, 2010; Cuadernos de Tauromaquia, 5).
Para ello comparábamos las principales cifras en la más importante de las asociaciones ganaderas de bravo, la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), en la que se nutren la gran mayoría de los festejos mayores en nuestro país (y en Francia), de 1990, 2000 y 2010. Como, desde hace unos años, en los anuarios de la UCTL se expresa a pie de página cuál es la línea o encaste predominante en cada vacada, a ello nos acogimos precisamente. Para qué hacer estudios o indagaciones desde fuera si ya el propio ganadero (que sabrá lo que ha hecho en su casa) te señala oficialmente cuál es esa línea dominante en la genética de sus reses. Así que, con un poco de paciencia y echando también la vista atrás, elaboramos estos cuadros (más complejos en realidad que lo que ahora mostramos). Cuando una ganadería mantenía dos líneas por separado, o era fruto de una mezcla de dos líneas alejadas, considerábamos dos encastes distintos, aunque sólo se tratase de un mismo hierro, única manera que teníamos de hacer notar esa diferencia.

Encastes de las ganaderías de la UCTL (número de ganaderías)

Castas – Encastes - Líneas
1990
2000
2010
Casta Cabrera (Miura)
1
1
1
Casta Gallardo (Pablo Romero)
1
1
1
Casta Navarra
-
-
-
Casta Vazqueña
12
7
5
Casta Vistahermosa
Encaste Murube Urquijo
37
26
20
Encaste Contreras – Baltasar Ibán
12
15
11
Encaste Saltillo
6
6
4
Encaste Santa Coloma
Línea Buendía
23
31
25
Línea Graciliano
14
16
15
Línea Coquilla
5
3
2
Encaste Albaserrada
5
3
3
Encaste Urcola
8
4
5
Encaste Parladé
Encaste Gamero Cívico
25
23
18
Encaste Pedrajas
9
6
5
Encaste Cd. de la Corte
8
11
7
Encaste Atanasio
29
34
34
Encaste Domecq
47
142
185
Encaste Núñez
32
59
62
Encaste Torrestrella
11
18
20
Cruces de Vistahermosa
Encaste Hidalgo Barquero
7
7
7
Encaste Vega-Villar
10
11
9
Encaste Villamarta
14
11
11
Otras castas (Cuadri, Pinto Barreiros, Jijón, Martínez, Arranz, AP…)
42
26
29
Total ganaderías inscritas o aspirantes
262
340
364
                                                     Total encastes y líneas en las ganaderías
358
461
479

Por otra parte, también nos interesó plasmar esas cifras en porcentajes para conocer hasta qué punto tenía peso específico un determinado encaste en cada una de las líneas que marcaba el citado Real Decreto de 2001. Y así obtuvimos estos datos:


Encastes de las ganaderías de la UCTL (porcentajes)

Castas – Encastes - Líneas
1990
2000
2010
Casta Cabrera (Miura)
0,27
0,21
0,20
Casta Gallardo (Pablo Romero)
0,27
0,21
0,20
Casta Navarra
-
-
-
Casta Vazqueña
3,35
1,51
1,04
Casta Vistahermosa
Encaste Murube Urquijo
10,33
5,63
4,17
Encaste Contreras – Baltasar Ibán
3,35
3,25
2,29
Encaste Saltillo
1,67
1,30
0,83
Encaste Santa Coloma
Línea Buendía
6,42
6,72
5,21
Línea Graciliano
3,91
3,47
3,13
Línea Coquilla
1,39
0,65
0,41
Encaste Albaserrada
1,39
0,65
0,62
Encaste Urcola
2,23
0,86
1,04
Encaste Parladé
Encaste Gamero Cívico
6,98
4,98
3,75
Encaste Pedrajas
2,51
1,30
1,04
Encaste Cd. de la Corte
2,23
2,38
1,46
Encaste Atanasio
8,10
7,37
7,09
Encaste Domecq
13,12
30,80
38,62
Encaste Núñez
8,93
12,79
12,94
Encaste Torrestrella
3,07
3,90
4,17
Cruces de Vistahermosa
Encaste Hidalgo Barquero
1,95
1,51
1,46
Encaste Vega-Villar
2,79
2,38
1,87
Encaste Villamarta
3,91
2,38
2,29
Otras castas (Cuadri, Pinto Barreiros, Gijón, Martínez, AP…)
11,73
5,63
6,05
Total ganaderías inscritas o aspirantes
262
340
364
                                                Total encastes y líneas en las ganaderías
358
461
479
En rojo se marca la cifra más elevada para cada encaste.

Como puede comprobarse, todas las líneas y encastes han ido perdiendo peso específico (y número de ganaderías) en la UCTL en los últimos veinte años excepto la línea Domecq (hoy con mucho mayoritaria en ésta y otras asociaciones ganaderas de lidia), Torrestrella y los Núñez (en la misma línea pero a mucha mayor distancia que los domecqs) que han aumentado porcentualmente su presencia frente al resto de las vacadas de bravo. Es verdad que también ha aumentado el número de ganaderías inscritas (o desdobladas), pero las nuevas incorporaciones no han llevado consigo el mantenimiento de la diversidad, sino que se han forjado sobre la base de esos encastes predominantes, aumentando su valor porcentual. Recordemos que ello, necesariamente, conlleva una menor selección (en orden a la bravura tradicional) y que son vacas y becerras de desecho de un ganadero las que sirven de base para otro, y las de éste, a su vez, para un tercero, ya me entienden... 
Ha habido líneas o encastes que en estos últimos veinte años han sufrido descensos espectaculares, como los Coquillas, los restos o gotas perdidas de Vázquez (sólo un par de vacadas pueden presumir hoy de tener esa línea genética mayoritaria -que no absoluta-), los Murubes (que han pasado de ser un 10,3% a un 4,17% y que hoy sólo parecen servir para festejos de rejones) y en menor medida Saltillos (encaste absolutamente marginal si miramos el número de ejemplares), Gamero-Cívicos, Pedrajas o Urcolas (tanto monta) que han perdido la mitad de su peso específico en la Unión. 


Si dos años más tarde repitiéramos el estudio, seguro que las cifras serían todavía más concluyentes, puesto que en estos dos años se han perdido algunos de esos encastes minoritarios en varias conocidas vacadas (atanasios, clairacs, coquillas, vega-villares).
Se ha ido reduciendo, por tanto, el espectro ganadero hacia dos encastes mayoritarios, núñez y domecq y con ello perdiendo riqueza genética, algo que a nuestras autoridades parece no importar demasiado siendo, como es, patrimonio de nuestro país, ya que entre dos encastes del toro de lidia hay más diversidad genética que entre dos razas cualesquiera de vacuno europeas. Lo de Núñez es un proceso más antiguo, que comenzó en la década de los setenta y se amplió notablemente en los dos siguientes decenios; lo de Domecq es mucho más reciente, de ahí que su crecimiento y expansión haya sido más rápido y espectacular y la sensación dejada en el aficionado, mayor. Téngase en cuenta, además, que el tamaño medio de las vacadas que se nutren en dichos encastes es habitualmente muy superior al que puedan tener ganaderías de la línea Buendía, Pedrajas, o Albaserrada, y que como demostraremos en sucesivas entregas, el número de reses corridas de los encastes mayoritarios es abrumadoramente superior -incluso- al que representa su porcentaje en estos cuadros.
Esta es sólo una primera aproximación al tema. En futuras fechas espero poder mostrarles algo más de ese estudio, comparándolo con lo que ocurría años atrás o más de un siglo atrás. 

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