jueves, 15 de mayo de 2014

Pasos, pases y poses

El comentario de Ángel Arranz


Tuercas

Que me perdonen los expertos en mecanismos médicos. Es un poco grueso llamar tuercas a los sofisticados y meritísimos métodos y aparatos que los cirujanos manejan con precisión matemática para proteger y salvar sentidos, órganos y vidas. Con la mejor intención, creo que todos entendemos el título de esta croniquilla. Juan José Padilla, en la Feria del Pilar del año 2011 y Manuel Escribano en septiembre del 2013 lo pueden comprobar y atestiguar. Sus accidentes laborales fueron de tal calibre y consecuencias, que solo los hombres extraordinarios son capaces de superar desde el punto de vista físico y síquico. Bravo, bravísimo por los dos, porque se han “crecido en el castigo”. Las manos, las ciencias que los atendieron y cuidaron son casi milagrosas.
Padilla ve y saborea su vida y su profesión de forma más clara y apetitosa. Ayer con la birria de los toros de su lote no lo pudo demostrar. Y es un excelente relaciones públicas; brindó a Adolfo Suarez (hijo), aplausos; a la Infanta Elena, palmitas… y le brindó Manuel Escribano… por aquello de los buenos ánimos en las adversidades.
Escribano, intenta ir de menos a más en su recuperación para conseguir sus sueños. Por su constancia, disposición y trayectoria en la temporada anterior lo merece. De los varios toros que le tocaron y le soltaron ayer… no colaboró para el éxito ni uno.
Joselito Adame tampoco se libra de las enfermerías. Empezó a justificar su categoría de posible figura en España, Francia y México la temporada pasada al obtener éxitos en la Feria de San Isidro y de Otoño en Madrid. Si echa un pasito más adelante –cuando las circunstancias lo admitan- en la cara y perpendicular de los toros… lo conseguirá y… pasará de éxitos a triunfos. Ayer estuvo en maestro toda la tarde-noche, en especial con “Estudiante”, así se llamaba el primer sobrero y primero que lidió completo. A mi modo de ver y entender, el presidente le birló una oreja.
Ojo, un éxito es relativamente “fácil” de conseguir. El triunfo, los triunfos es la suma de éxitos frecuentes cortando las dos orejas a un mismo toro en las plazas y ferias más catalogadas y cotizadas del universo taurino.
Claro, hubo, hay y habrá grandes o genuinos toreros que han protagonizado imágenes imborrables en el ruedo sin poner en marcha los tornillos y las tuercas que abren y cierran las puertas grandes… pero eso otra página.
Lo más importante para el arte de torear, es que las roscas de tuercas y tornillos aprieten en su justa medida y densidad. Ayer fue un desbarajuste. Lo mismo pasa con apretar o aflojar los machos.
Los toros de la corrida titular fueron pestosos y blandísimos… como pasteles podridos. Se llamaban Diligente, Resultón, Campeón, Laborioso, Jaleo y Hacendoso y eran de “La Palmosilla” con “encaste” J. P. Domecq Solís. De los tres sobreros, solo aprobó el examen el llamado Estudiante, también de la familia Domecq.
La corrida duró tres horas menos cinco minutos… casi hubo tiempo para que creciera un pino. ¡Qué cosas!
            Como torero, Juan José Padilla
            No es paradigma de maravillas
            Es animoso, además pone banderillas
            Manuel Escribano, aspira a ser torero sano
            El empeño de ayer resultó vano
            Con los toros negros y los meanos
            Joselito Adame, nuevo ídolo mejicano
            Lo mejor del continente americano
            Cuando puede, como los buenos hermanos
P.D. Machos: borlas que cuelgan, adornan y ajustan los cordones que sostienen la taleguilla.

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