martes, 26 de noviembre de 2013

Andrés de Miguel analiza al público de la edad de oro, en el CEU, este próximo jueves

El gran aficionado, miembro de la Peña de Los de José y Juan y sociólogo, don Andrés de Miguel, analizará el próximo jueves, dentro del XIII Aula de Tauromaquia de la Universidad CEU San Pablo, al público que asistía a las corridas de toros en los tiempos gloriosos de Joselito y Belmonte. 
Las plazas no siempre se cubrían por completo, pero -en general- sufrieron un proceso de rejuvenecimiento y fortalecimiento en los tiempos de Gallito y Belmonte. Las pasiones se encendieron, se hablaba de toros no sólo con pasión, sino de forma habitual y constante. Cualquier periódico nacional o local que se preciara incluía noticias taurinas de forma cotidiana, tanto de los espectáculos de su propia población como de los festejos importantes de cualquier otro lugar, las revistas especializadas se multiplican dando respuesta a la creciente demanda... En Barcelona, como en Madrid, Valencia o Sevilla serán legión, dando así muestra evidente de que el público las demanda. En la Ciudad Condal, sin ir más lejos, funcionan tres plazas de primera a la vez (única ocasión en la historia que eso ha sucedido en una capital provincial) y junto a la de la Barceloneta (1834) funcionarán la de Las Arenas (1900) o la del Sport-Monumental (1914-16). Junto a ellas, recuerden, la existencia de plazas menores, como la de la Escuela Taurina de la que ya hemos hablado en este mismo blog (http://recortesygalleos.blogspot.com.es/2013/01/una-plaza-de-toros-casi-inedita-en.html). Todo ello no hace sino rubricar la existencia de una afición sólida, importante y constante en la capital catalana aun antes de que se produjera la inmigración masiva posterior a nuestra guerra in-civil.


Los públicos se decantan por una u otra figura de la edad áurea, pero no sólo por ellos; algunos se inclinan aun por los toreros de la década anterior -quedan pastoristas o partidarios de Cocherito en esos primeros años- o se decantan por toreros como Gaona, Saleri II o los nuevos diestros emergentes en aquellos años. El bando bombista, que lógicamente hubiera tenido que sumarse a las filas gallistas por la afinidad de su toreo y su evidente evolución con Joselito, fruto de los encendidos odios que levanta José por su apoyo a Rafael -su hermano- y por la competencia desmedida con Ricardo Torres en ese año en que ambos compartieron cartel, se pasa con armas y bagajes a las filas belmontistas... con algunas notables excepciones. 
En cualquier lugar de España se habla de toros, es conversación habitual, normal y desenfadada; en casa, en el trabajo, en el bar o en la barbería, se comentan las faenas de los principales diestros en las principales plazas... porque se conocen de sobra merced a su inclusión en los medios de comunicación. Hoy en día, perdidos estos medios de difusión, alejada la vida taurina de la cotidianeidad, no es que no se oiga hablar de toros, es que casi nos avergonzamos de ello...
De todo esto y de muchas cosas más nos hablará Andrés de Miguel, este proximo jueves.
Recuerden que, como siempre, la sesión dará comienzo a las 19.30 horas en el Aula Magna de la Facultad de Derecho (planta segunda, edificio Biblioteca) sita en Julián Romea 22, al lado del Hospital Clínico o de la Plaza de Cristo Rey. La entrada, libre y gratuita y la diversión e interés, garantizados. 

jueves, 14 de noviembre de 2013

Esta tarde Javier Cañón y Julio Fernández hablarán de la genética de los encastes en el CEU

El catedrático de Genética de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, don Javier Cañón, y el veterinario e investigador -y ex-veterinario de la Unión de Criadores de Toros de Lidia- don Julio Fernández hablarán hoy de la "Caracterización genética de los encastes del toro de lidia" en el XIII Aula de Tauromaquia de la universidad CEU San Pablo.
Ambos científicos han estudiado y caracterizado genéticamente los diferentes encastes y ramas de la cabaña brava española, al menos presentes en las principales ganaderías de nuestro país, elaborando genotipos con los que comparar a diferentes reses para ver su idoneidad con el encaste al que pertenecen, debieran pertenecer o pretenden pertenecer. Ello ha de, obligadamente, limitar el número de ejemplares que algunos -no sé si desaprensivos o ilusos- quieren hacer pertenecer a encastes de recia solvencia, gran trayectoria histórica o incluso sangre azul. Desde ahora, y con las lógicas limitaciones de la técnica y de los inevitables y frecuentes -en muchos casos- cruces producidos a lo largo de décadas, podrá realizarse una aproximación o adscripción definitiva de un toro o vaca a un encaste determinado.

Un toro de Partido Resina este pasado mes de abril (Foto: RCB)
Ambos veterinarios han sido los impulsores y decididos defensores de estas técnicas, tanto desde la Universidad como desde la principal Asociación ganadera de bravo de nuestro país. La trayectoria de Javier Cañón en la búsqueda de las características genéticas de esta "raza de razas" como suele denominarla, es absolutamente impecable. En dos intervenciones previas en este mismo Aula de Tauromaquia nos explicaba tanto las características genéticas de la raza, las grandes distancias genéticas entre diversos encastes (a veces superiores a las existentes entre dos razas de vacuno europeas diferentes), y la gran singularidad y antigüedad de su genoma (lo que les hacía ser casi una reliquia del pasado histórico de la especie, próximos a reses en el principio de la domesticación de la raza y con fuerte influencia africana en algún caso), como la genética de la bravura y otras características comportamentales en el toro de lidia actual. 

Toro de Cebada Gago esta pasada primavera (Foto: RCB)
Julio Fernández es, a su vez, otro de los grandes impulsores de esta definición genética desde el mundo ganadero, primero desde la Unión de Criadores de Toros de Lidia, y luego, tras su salida de aquella por la creciente crisis económica, desde el ámbito científico. Fue, durante muchos años uno de los pilares veterinarios de la asociación ganadera y su experiencia en la materia está fuera de toda duda. 

Dos toros de Cuadri en la exuberante primavera onubense (Foto: RCB)
Con ambos en unión, la sesión del Aula de Tauromaquia promete aclarar muchos aspectos sobre la genética de los encastes, sus características y singularidades, sus distancias y proximidades genéticas y la gran riqueza que -lo repetimos una vez más- supone para nuestro país la existencia de esta meta-raza; un verdadero patrimonio español para la humanidad. 

Uno de los toros de Mauricio Soler Escobar lidiados esta temporada (Foto: RCB)
Como siempre, les recuerdo que la entrada es libre y gratuita, y que la sesión dará comienzo, a las 19.30 horas de esta tarde, en el Aula Magna de la Facultad de Derecho del CEU (2ª planta), Julián Romeas 22.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Se amplia el plazo de inscripción para el Curso de Experto Universitario en Dirección de Espectáculos Taurinos

El Curso de Experto Universitario en Dirección de Espectáculos Taurinos que tan brillantemente dirigen la Dra. Beatriz Badorrey y el Prof. Miguel Padilla, amplia el plazo de matrícula para las dos siguientes semanas.
Es el primer curso que, como saben muchos de ustedes, ofrece la Universidad pública española en la materia y que va avalado con un título universitario de Experto, al margen de estar reconocido como mérito científico por el Consejo General de Colegios Veterinarios, lo que es muy útil de cara a la redacción de méritos para concursar -como veterinario o presidente- a alguna plaza de toros.


El actual Reglamento Nacional de Espectáculos Taurinos, aprobado por Real Decreto 145/1996, de 2 de febrero de 1996, junto con los distintos Reglamentos de las Comunidades Autónomas sobre la materia, regula el régimen jurídico de los espectáculos taurinos que, en sus diversas manifestaciones, se encuentran profundamente arraigados en nuestra cultura y aficiones populares. 
El buen orden de estos espectáculos públicos está garantizado gracias a la figura del presidente que, como establece el art. 37 del citado Reglamento Nacional, es “la autoridad que dirige el espectáculo y garantiza el normal desarrollo del mismo y su ordenada secuencia, exigiendo el cumplimiento exacto de las disposiciones en la materia, proponiendo, en su caso, a la Administración competente la incoación de expediente sancionador por las infracciones que se cometan”. 
Desde “tiempo inmemorial” la presidencia de las fiestas de toros se encomendó a los corregidores, que eran los delegados de los monarcas en las ciudades. Y ello porque, entre otras atribuciones, debían ocuparse de la tutela del orden público en sentido amplio, debiendo asumir la dirección de las corridas de toros para prevenir los escándalos y alborotos que, entonces, solían darse en este tipo de espectáculos populares y multitudinarios.
Al elaborarse los primeros Reglamentos taurinos, la presidencia de las corridas de toros quedó a cargo de los “gefes políticos” o gobernadores civiles, por ser los herederos de los antiguos corregidores, quienes habían ostentado la competencia en esta materia. Ese respeto a la tradición histórica fue el motivo por el cual los espectáculos taurinos, a diferencia del resto de los espectáculos públicos, quedaron bajo la dirección de la autoridad gubernativa.
Pero, en las últimas décadas, este planteamiento se ha visto modificado, debido al cambio operado en el propio concepto de orden público, que hoy ya no es un factor determinante en este tipo de espectáculos. Por ello, el actual Reglamento Estatal distingue claramente la actividad de policía en sentido estricto, de la dirección técnica del espectáculo, asignando ambas funciones a diferentes personas, sin perjuicio de la estrecha comunicación que debe haber entre ellas. Por lo que se refiere a la dirección o presidencia esta corresponderá “en las capitales del provincia al Gobernador civil, quien podrá delegar en un funcionario de las Escalas Superior o Ejecutiva del Cuerpo Nacional de Policía, y en las restantes poblaciones al Alcalde, quien podrá delegar en un concejal” (art. 38.1). Pero se introduce una importante novedad: “Asimismo, cuando las circunstancias lo aconsejen, las autoridades competentes podrán nombrar Presidente a personas de reconocida competencia e idóneas para la función a desempeñar habilitadas previamente al efecto” (art. 38.2). En el mismo sentido, el Reglamento navarro dispone que la Presidencia de los espectáculos taurinos corresponderá al Alcalde de la localidad donde se celebren, que podrá delegar en un concejal del Ayuntamiento o “en un aficionado de reconocida competencia”. Por su parte, el Reglamento Vasco establece que la Dirección de Juego y Espectáculos, oída la Comisión Vasca Asesora en Asuntos Taurinos, designará cada temporada a la persona encargada de la Presidencia de los espectáculos taurinos en las plazas de toros permanentes de primera y segunda categoría. Y añade: “Se valorará, a dichos efectos, el conocimiento y la experiencia en materia taurina y la imparcialidad” (art. 23.2). Y esos mismos criterios regirán en el nombramiento de Presidente en las plazas de tercera categoría, en las no permanentes y en las portátiles, si el Ayuntamiento se constituye en empresa organizadora del espectáculo (art. 23.3). Igualmente, el Reglamento aragonés señala que en la designación de Presidentes de espectáculos taurinos se valorará “el conocimiento y la experiencia en materia taurina” (art. 14.2 y 3). En la misma línea, el Reglamento andaluz dispone que en la designación de Presidentes de plazas de toros se valorará “el conocimiento, profesionalidad, imparcialidad y experiencia en la materia” (art. 18.2 y 3). Y, el Reglamento General Taurino de la Comunidad de Castilla y León establece que podrá ser nombrado Presidente cualquier persona aficionada a la fiesta taurina sin ningún interés económico, profesional o de parentesco con los miembros de la empresa organizadora, profesionales actuantes o representantes de las ganaderías intervinientes en el espectáculo. Y añade: “Tendrán preferencia a estos efectos aquellos aficionados que estén en posesión del título acreditativo de haber superado el correspondiente Curso de Presidentes de Espectáculos Taurinos organizado por la Dirección General competente”.
Así pues, la actual legislación taurina estatal y autonómica ha abierto el abanico de personas que pueden ejercer la Presidencia de los festejos taurinos. Ahora bien todos ellos, sean funcionarios públicos o no, deben contar con los conocimientos y competencia necesarios, para poder asumir la dirección técnica de la lidia.


El objetivo general de este curso es ofrecer una visión completa del desarrollo de los espectáculos taurinos, estudiando los aspectos jurídicos, veterinarios y estéticos inherentes a los mismos.


Podrán encontrar más información en esta recta final de la matrícula en los siguientes lugares y teléfonos:
Fundación UNED
Secretaría de Cursos
Francisco de Rojas 2, 2º Derecha
28010 Madrid
Teléfonos: (+34) 91 386 72 89 / 91 386 15 92
Fax: (+34) 91 386 72 79
http://www.fundacion.uned.es

jueves, 7 de noviembre de 2013

Hablaremos de Joselito y Belmonte esta tarde en el CEU

Esta tarde volveremos sobre las dos figuras míticas de la tauromaquia en el Aula de Tauromaquia de la Universidad CEU San Pablo. 

José y Juan (véanse entradas previas en este mismo blog) compartieron cartel en 258 tardes a lo largo de la llamada Edad de Oro del toreo; 258 paseíllos en apenas cinco años y medio de vida profesional en común, desde el 16 de octubre de 1913 en que Juan tomó la alternativa, hasta el fatídico 16 de mayo de 1920 en que José llegó al walhalla táurico tras la mortal cornada de Bailaor en Talavera. Cinco años y medio, porque la primera tarde que ambos compartieron cartel fue en Barcelona (plaza de Las Arenas) el 15 de marzo de 1914, y la última fue el día de San Isidro de 1920, en Madrid, y considerando que durante 1918 Juan anduvo completamente ausente de la temporada española. Por ello las cuentas salen a una media de casi cincuenta tardes por temporada, enfrentándose ambos y haciéndolo a las vacadas más interesantes de la época. 



Tras la de Muruibe fueron los toros de Santa Coloma o Miura los que más torearon ambos astros, y tampoco le anduvieron a la zaga los de Pablo Romero, Parladé (Gamero Cívico) o los Saltillos. 
Bajaremos otras cifras y datos de los dos diestros sevillanos, rememoraremos alguna de esas tardes, veremos cómo fue Rafael el Gallo el diestro que más les acompañó en esos años, y que tras el mismo figuraron Rodolfo Gaona (una de las cumbres mexicanas de todos los tiempos, tercero en discordia en aquellos años áureos), y tras de ambos encontramos a Vicente Pastor, Sánchez Mejías o Saleri II, tres diestros de los más interesantes de su época. Por tanto no dejaron de enfrentarse a los mejores para demostrar que ellos eran los primeros, las indiscutibles figuras de su época, los toreros más interesantes, largos y profundos de la edad de oro. 
De todo ello y algunas cosas más hablaremos esta tarde, a partir de las 19.30 horas, en el Aula Magna de la facultad de Derecho del CEU San Pablo (calle Julián Romea 22; 2ª planta), con entrada libre y gratuita, como siempre.