Toros, toreros y toreos

El comentario de Ángel Arranz

Torería A los toreros se les califica por la aureola o señal que han dejado a lo largo de su trayectoria. Definitivamente: no es lo mismo torear que pegar pases. Ayer, Morante, sólo dejó una verónica y dos trincherillas para el recuerdo. ¿Podía haber  hacer algo más? Sí; ¿pero qué? Los deslucidos toros de su lote hicieron “honor” a sus nombres: Deriva y Humareda. Ya sabemos… “los toros artistas para los turistas”. Morante, lo que hace, siempre es con torería, y ayer no se puso cansino intentando pegar pases repetitivos, sueltos, sucios, fuera cacho, paso atrás, o sin tono ni sonido. Las posibilidades del tal Humareda me recordaron a las de los “discursos” de esas cotorras o loritos  “públicos” que dicen los que les dictan o lo que les escriben… tengan o no tengan razón de ser y contenido. “Discursos” marrulleros y brevísimos de humos malolientes, contaminados, o sin compromiso. En la brevedad de Morante, la norma, es la torería; algunas veces es la cumbre, nunca es la podredumbre. El torero de la Puebla del Río, en octubre, cumple 34 años. Desde mi punto de vista y desde el resto de mis sentidos, permítame intentar definir con 34 palabras la extraordinaria torería del artista de artistas sevillano.             ¡Morante!             Talento             Talante             Pintura             Escultura             Partitura             Fantasía             Utopía             Poesía             Cabeza             Pereza             Memoria             Historia             Canto             Cante             ¡Morante!             Compostura             Arquitectura             Criterio             Misterio             Don             Inspiración             Ciencia             Paciencia             Geometría             Simetría             Cadencia             Excelencia             Rareza             Pureza             Además             Compás             Adelante             ¡Morante!