domingo, 12 de agosto de 2012

Un 9 de agosto de 1903 se inauguraba el Chofre donostiarra


Un 9 de agosto de 1903 se inauguraba en San Sebastián la antigua y ya desaparecida plaza del Chofre. Fue con una corrida de ocho toros –se lidió además un sobrero- de la ganadería sevillana de Ibarra –en trance ya de división en dos grandes lotes- en los que los diestros Luis Mazzantini, Emilio Torres Bombita, próximo ya a su despedida definitiva y tras haberla realizado en Madrid, Antonio Montes (sustituto de un muy mermado físicamente Antonio Reverte, que fallecería el 13 de septiembre de un tumor hepático) y Lagartijo chico (el capaz pero algo apático sobrino del gran Rafael Molina) hicieron el paseíllo. El sobrero lo mataría el novillero Bernalillo.
El Chofre a poco de su inauguración

El primero de los toros ibarreños que pisó el ruedo se llamó Caparrota, y en el festejo destacó la actuación de Antonio Montes, que cortaría la primera oreja en el coso donostiarra. Le correspondió a Mazzantini estoquear a Caparrota, y lo hizo tras brindar al monarca –Alfonso XIII- con estas palabras: “Señor, tengo la alta honra de brindar a su majestad la muerte del primer toro que se lidia en esta plaza, a la que deseo completar fortuna”. Don Luis, también en el ocaso de su carrera, tras una buena faena, acabaría siendo ovacionado y recibiendo un obsequio real de una botonadura de oro y granates.
La ganadería se desharía en dos grandes lotes a comienzos del año siguiente, uno que fue a parar a manos de Fernando Parladé y otro a manos de Manuel Fernández Peña, al que muchos han tachado de tratante de ganados, pero que en realidad era yerno de la viuda de Murube y quien en la práctica manejaba la ganadería. Éste, a su vez, y quién sabe si tras quedarse con algún refresco para la vacada familiar, la vendería al año siguiente al Conde de Santa Coloma.
La plaza de Atocha en dos imágenes, la fotográfica y la cromolitográfica de La Lidia

La plaza venía a sustituir a la erigida en el barrio de Atocha, al lado de la estación de tren, que se había quedado pequeña para la afición guipuzcoana, y cuyos accesos y espacio circundante eran más limitados que los que poseía la nueva plaza inaugurada. La de Atocha fue una plaza provisional, al principio sólo de madera, para conmemorar el fin de la guerra carlista, erigida en 1876 e inaugurada el 16 de julio de ese mismo año, que vino a sustituir a la de San Martín. Con el incendio de aquella en 1878, la de Atocha se convertiría en la principal plaza donostiarra, y fue sucesivamente reformada para adecuarla oportunamente desde 1882 en adelante, sustituyendo la madera por vigas de hierro y la tablazón de muchas de sus estructuras por mampostería, dejando un coso con una capacidad para unas 10.000 personas. Pero también a ésta le llegó su hora.
Imágenes del ABC de la nueva plaza antes de su inauguración, pero ya finalizada

La nueva plaza del Chofre, erigida en sólo 14 meses (a pesar de que entre medias hubo una huelga que duró tres meses, paralizando la obra), se situó entre la carretera de Pasajes y la playa de Zurriola, en un barrio que se hallaba en expansión, y donde uno podía encontrar en los alrededores merenderos y tabernas, así como amplios espacios para aparcamiento de carruajes o los modernos automóviles, el frontón Jai-Alai, o un agradable paseo –que aun tardaría en llegar- por la playa inmediata. Fue obra de iniciativa privada, a través de una empresa que se llamó Nueva Plaza de Toros de San Sebastián, encabezada por los señores Joaquín Carrión, Gregorio Reparaz, Blas de Otero, José mendiluce, Pedro Umérez, Victoriano Iraola y Manuel Pérez Icazategui. El coso costó la friolera de un millón trescientas mil pesetas de la época, capital que en buena medida se consiguió a través de acciones de cincuenta pesetas… Hubo que remover más de doscientos mil metros cúbicos de tierras, pero al fin, elevada sobre el terreno circundante, la plaza se elevó con gracia y elegancia, constituyéndose en una de las mejores de España –si no la más- en su día. El `proyecto fue dirigido por don Félix Urcola –arquitecto y ganadero-, aunque el diario ABC avanzaba que era de Francisco (sic) Urcola.
Otra vista de la nueva plaza del Chofre; en la esquina inferior derecha, la playa de Zurriola

El propio diario madrileño decía que “El estilo del edificio responde a la más pura tradición árabe, tanto en su general estructura como en todos sus detalles de puertas, ventanas y arcos”, y añadía “En el frontispicio figuran como elementos decorativos una cabeza de toro y los escudos de Guipúzcoa y San Sebastián en azulejos de colores y reflejos metálicos; la fachada se ha orientado intencionadamente en su actual lugar, obedeciendo a una preocupación estética; a la puesta del sol los azulejos brillan, los esmaltes chispean y es la visión de una puerta dorada de ciudad oriental”.
Las puertas de acceso daban lugar a un pasillo interior desde el que se accedía a las localidades, mejorando de este modo la incomodidad de acceder a ellas desde el exterior del coso; los palcos y andanadas iban rematados con una arquería grácil y bellamente adornada de arabescos policromados. Los primeros, además, señorialmente contaban también con su antepalco, como en los mejores teatros. El ruedo tenía 55 metros de diámetro y el conjunto de la plaza se alzaba hasta los 100 metros redondos.  Había unos servicios de primera –tanto higiénicos como de otra índole, sumando los espacios bajo cubiertas hasta los 6682 metros cuadrados. La amplitud del patio de caballos o de arrastre era ejemplar para su tiempo. El piso del desolladero era de asfalto, contando con instalaciones de agua corriente y luz eléctrica y unos desagües y alcantarillado bien diseñados. La plaza contaba con una sala de espera para los toreros, aneja a la capilla, una enfermería francamente bien dotada y de buenos accesos a las localidades.  

Programas de la Semana Grande taurina de San Sebastián de 1906, 1908 y 1910. Fíjense en el hierro de Santa Coloma (al principio el de Ibarra) o en el de Pablo Romero...

Con su construcción se esperaba paliar el elevado coste de las entradas de la antigua plaza de Atocha, pero mal secular de la fiesta, ya los aficionados se quejaron ese mismo año de los elevados precios de las localidades del nuevo coso.
Por la proximidad geográfica y festiva con Bilbao, desde un principio el Chofre rivalizó –como antes lo había hecho Atocha más tímidamente- con la plaza vizcaína de Vista Alegre. En ella se organizarían las corridas de su Semana Grande paralelamente a las de Bilbao, compitiendo por las mejores ganaderías y los más afamados diestros. Cuando, por las razones que fueran, una figura de la época no acudía a Bilbao, seguro que estaba en San Sebastián, lidiando en el Chofre. Eso pasó, por ejemplo, en la edad de oro del toreo, cuando Joselito faltó en 1913 y 1915 de la plaza bilbaína, o en 1918 cuando enfermó en la Bella Easo y no pudo acudir a Vista Alegre. Y aunque el gran poder económico bilbaíno siempre intentó atraer a lo mejor de la fiesta, lo cierto es que San Sebastián, como lugar de veraneo de los reyes y de buena parte de la aristocracia titulada y económica de nuestro país, siempre sabía congregar a lo más selecto de cada época del toreo, tanto en ganaderías como en diestros.
No es éste momento de glosar la gran historia del Chofre, quede para nueva oportunidad, sólo recordar, como en los programas que ilustran esta entrada, que en ella se congregaba lo más alto y elevado de la torería y el mejor ganado para solaz de guipuzcoanos, forasteros y veraneantes que tenían a su plaza como una de las más importantes de España entera.
Para este año, decimoquinto aniversario de Illumbe, la moderna sucesora del Chofre, empieza hoy su Semana Grande. En ella el cartel nos anuncia que actuarán (con la modificación ya efectuada por la ausencia de Manzanares):

Domingo 12 de agosto – Corrida Mixta – Ganaderías de Hnos. Sampedro y Alcurrucén para Pablo Hermoso de Mendoza, Sebastián Castella y Jiménez Fortes. 
Lunes 13 de agosto – Corrida de Toros – Ganadería de Núñez del Cuvillo para Morante de la Puebla, El Juli y Alejandro Talavante. 
Martes 14 de agosto – Corrida de Toros – Ganadería de El Pilar para Antonio Barrera, Leandro e Iván Fandiño. 
Miércoles 15 de agosto – Corrida Mixta –Ganaderías de Luis Terrón y Juan Pedro Domecq para Pablo Hermoso de Mendoza, Enrique Ponce y Daniel Luque (sustituye a Manzanares). 
Jueves 16 de agosto– Corrida de Toros – Ganadería de Torrestrella para Juan José Padilla, Paquirri y El Fandi. 
Viernes 17 de agosto- Corrida de Toros –Ganadería de Garcigrande y Domingo Hernández para Juan José Padilla, Morante de La Puebla, El Juli, Sebastián Castella, un sustituto de José María Manzanares (el que haya hecho méritos en esta Semana Grande) y Alejandro Talavante. 
Sábado 18 de agosto – Concurso Nacional de Recortadores – Ciudad de San Sebastian 

Antes, cuando se inauguró el coso, las figuras se enfrentaban aquí a lo más selecto, complicado y duro de la cabaña brava, ahora... han cambiado los tiempos.

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