La empresa tripartita, verdadera triunfadora de San Isidro

El desastroso San Isidro de este año creo que no tiene parangón en la historia. En una entrada anterior, sobre las ferias que de niños pudimos contemplar en esta misma plaza, les apostaba a que no habría en este paupérrimo San Isidro 2012 ni las cinco aperturas de puerta grande de 1965, ni sus 26 orejas cortadas… Claro que en aquel entonces a la primera feria del mundo concurría lo más selecto del escalafón y varias tardes cada uno de ellos. Simplemente les remito a esa entrada, por no abundar en ello (http://recortesygalleos.blogspot.com.es/2012/05/lo-que-era-la-feria-de-san-isidro.html). Tan sólo nos hemos quedado en 2012, a cinco puertas grandes y 23 orejas de aquellos fabulosos resultados, con tres corridas más que sumar a las que entonces se organizaron y celebraron, incluida la de la Prensa actual. Decíamos como resumen que en 1965, “Sumen, para 16 festejos hubo un total de 26 orejas y cinco puertas grandes, más diez vueltas al ruedo (probablemente fallos a espadas )”; para 1966 apuntábamos: “Así que resumamos, en esas 16 tardes, se cortaron 37 orejas, con un total de 12 salidas a hombros”; y para la feria de 1967, por último, apostillábamos : “Sumen…, en 16 festejos hubo 31 orejas y 9 aperturas de la cancela mayor”. Huelgan otros comentarios. Eso sí, dado el buen nivel de entradas vendidas y lo barato de los carteles de este año en la monumental venteña, sólo cabe apuntar un auténtico triunfador: la empresa tripartita. Eso sí, a costa del sufrido, y más que castigado, bolsillo de los abonados y espectadores paganos, más sobre los primeros que sobre los segundos, claro.

Imagen del Cartel de San Isidro 2012

Esta feria de San Isidro ha contado con una de las peores combinaciones de carteles de la historia, pero es ya algo a lo que nos tiene acostumbrados la empresa Taurodelta, hoy conformada por el tripartito más famoso de la tauromaquia moderna. Carteles pésimos con el abono cautivo, para sólo mejorarlos cuando convenga que nos renueven el arriendo de la plaza, como parcialmente ocurrió el año pasado. Y claro está, los resultados cantan.

Hagamos unos números. Este año, incluyendo la corrida de la Prensa, ya plenamente instaurada su celebración dentro del ciclo isidril (porque si no quizá no fuera  gente a verla, al parecer…), se han anunciado y celebrado 24 festejos mayores de toros, de ellas 2 corridas de rejones y 3 novilladas. Por lo tanto, incluyendo la de la Asociación de periodistas madrileños, han tenido cabida un total de 19 festejos mayores con matadores de toros.
En estas 19 corridas se han lidiado, sin contar sobreros, 114 reses (no a todas las podemos llamar toros de lidia, claro). Esas 114 reses tenían 228 orejas, y de ellas en la feria (en el desolladero es otra cosa) se han cortado SOLAMENTE 3. Es decir, un 1,31% del total. No es que yo mida el mérito de una faena por las orejas cortadas, pero al menos supone un término de comparación para el común de los mortales. Este es el porcentaje más bajo que se recuerda en ningún ciclo ferial, con la única excepción de 1947, el año de su creación, cuando en las 5 corridas celebradas no se cortó apéndice alguno (claro que esas 5 corridas no tienen nada que ver con las 19 actuales). El primero en cortar una oreja –por cierto a un toro de Pablo Romero- fue El Andaluz, en la primera de feria de 1948, el 9 de mayo, y la siguiente se cortaría un día más tarde por Gitanillo de Triana a un toro de Urquijo. Ese mismo día Parrita sería el primer matador que corta dos orejas a un mismo toro en la feria. Tres cortaría, a sus dos toros, Paquito Muñoz, el 12 de mayo de ese 1948, y con reses de Antonio Pérez haría otro tanto Luis Miguel Dominguín el 15 de mayo, siendo acompañado por su hermano Pepe –fantástico en banderillas- en salida triunfal a hombros aunque éste no hubiera cortado apéndice en el festejo.

Nadie ha salido por la Puerta Grande de Las Ventas en 2012, nadie de entre los de a pie. Un récord que la empresa Taurodelta tiene en su haber, y que repite el resultado de 2008 y 2010, pero una situación que, como mínimo, no se daba desde que el Reglamento de 1962 obligó a que para salir por ella se necesitasen al menos dos orejas cortadas a uno, dos o más toros. El primero en hacerlo sería el 16 de mayo de 1962 el diestro Jaime Ostos, que ese día cortó tres apéndices auriculares a dos toros de Francisco Galache de Hernandinos, en festejo en el que alternaba con Julio Aparicio y  Paco Camino. 

Pero desde 1962 hasta la etapa de la presente empresa nunca había dejado de abrirse la puerta Grande de Las Ventas durante su feria de San Isidro…, nunca, jamás… Este año, por mor de unos carteles nuevamente paupérrimos se ha producido el hito, el indigno y oprobioso hito del herrumbamiento de los cerrojos madrileños. Muchas gracias, de nuevo, a Taurodelta y a su gran programación de la primera feria del mundo, a los diestros en general, y nuestros más cariñosos recuerdos a quien lo ha respaldado en ello: la Comunidad de Madrid.

Para que comparen, los porcentajes de orejas cortadas en estos años en que Taurodelta se ha enseñoreado de nuestra plaza de Las Ventas (como madrileño soy co-propietario de ella a través de la Comunidad), quedan reflejados en el siguiente cuadro:

Año	Número de corridas y de posibles orejas	Orejas cortadas	Porcentaje
2012	19 - 228	3	1,31%
2011	19 – 228	14	6,14%
2010	19 – 228	5	2,19%
2009	19 – 228	8	3,50%
2008	19 – 228	6	2,63%
2007	19 – 228	11	4,82%
2006	19 – 228	13	5,70%

Para que se hagan una idea, solamente, en las tres ferias que les indicábamos de cuando éramos niños, se cortaron un 13,54% en 1965, un 19,27% en 1966 y un 16,14% de todas las orejas posibles en 1967. Igualito que ahora… Es verdad que desde entonces ha llovido mucho y ha habido también años malos…

Sigamos.  Con los resultados obtenidos podemos concluir, en lo positivo (entonces también se fallaba con los aceros y se perdían trofeos, conste), que ha habido al margen de esas tres orejas, dos vueltas al ruedo, 13 ovaciones saludadas desde el tercio y 8 faenas saldadas con aplausos (al margen de 6 más con división de opiniones, que dejaremos por el momento). Fantástico.  Es decir, que sobre un total de 114 toros y 114 faenas, han sido valoradas finalmente de forma positiva 26. SOLAMENTE 26 FAENAS, un 22,8% del total, o al revés, han sido silenciadas o valoradas negativamente un total del 77,2% de todas las faenas que hemos visto durante la feria, ¡vaya resultado! Hombre, siempre hay quien pueda aducir que la espada privó de mayores logros a faenas interesantes, pero en el último tercio la suerte suprema es tan importante, al menos en Madrid, como el muleteo… y eso, además, también sucedió y acontecería antaño.  De ese 77,2%, silencio hubo en un 60,5% de los casos, división de opiniones en el 5,2% de ellos, pitos en el 7,9% y bronca en el 3,5% del total.

En las 3 novilladas, sin embargo, los resultados fueron mejores. Se cortaron dos orejas a los 18 novillos lidiados (que teniendo, claro está, 36 orejas, supone un porcentaje del 5,55% del conjunto, es decir algo más de cuatro veces que el pobrísimo resultado de los matadores).

Como Taurodelta es la empresa que ha regido en los últimos años el coso de Las Ventas, veamos cuáles han sido sus resultados en ellos, para contemplar el fracaso más que estrepitoso de este año:

Resultado de las corridas de toros de la Feria de San Isidro en los seis últimos años (incluida la corrida de la Prensa)

Año	Número corridas	Puertas grandes	Orejas	Vueltas	Saludos	Palmas
2012	19	0	3	2	13	8
2011	19	3	14*	3	12	8
2010	19	0	5	2	20	3
2009	19	1	8	1	10	7
2008	19	0	6	3	23	5
2007	19	3	11**	3	14	6
2006	19	2	13	2	18	6

* Dos faenas de dos orejas

**Una faena de dos orejas

Año	Silencio	División	Pitos	Bronca	Avisos
2012	69	6	9	4	43
2011	67	1	8	3	31
2010	74	2	8	0	23
2009	79	3	6	0	35
2008	67	1	9	0	37
2007	62	2	15	2	33
2006	64	2	4	5	29

Creo que sobran comentarios. El número de orejas nunca fue tan bajo como el actual, buena prueba de lo magnífico de la programación. El total de avisos ha superado al de cualquier otro año (es una auténtica pesadez esto de las faenas interminables), muchos de ellos dados sin que el espada hubiera cogido aun el estoque. El número de broncas sólo ha sido superado en 2006 y por los pelos… Es verdad que cargamos las tintas sobre la empresa, pero es que ella ha sido la responsable de que hayamos tenido que soportar uno de los carteles peores de cuantos se han programado a lo largo de la historia de las ferias de San Isidro. También, obviamente, tienen su buena parte de culpa los anunciados y las reses lidiadas, pero por no hacer más larga esta entrada, dejémoslo para otro día. Habrá más.