jueves, 12 de junio de 2014

Críticas

Por Ángel Arranz Izquierdo

No son lo mismo las críticas con criterio que las críticas sin magisterio. No son lo mismo las críticas objetivas que criticar por criticar o alabar por alabar. No son lo mismo las críticas triunfalistas que las críticas realistas o las críticas derrotistas… se construye mucho más con críticas rigurosas que con palmaditas en los hombros.
Hay críticas “positivas” que pueden ser destructivas, y hay críticas “negativas” que pueden ser constructivas. Las críticas, dependen de quienes las expongan tienen más o menos credibilidad. La credibilidad, a medio y largo plazo, las da la calidad y la claridad de la  verdad al margen de críticas que en el momento de hacerlas tengan audiencias “millonarias…o casi caninas”.
Está claro que critica, criterio y criticar tienen el mismo tronco griego con ramificaciones muy similares… familiares para ser exactos. Crítica en síntesis es: juzgar; criterio en compendio es opinar; criticar en resumen es examinar. Volvemos a la referencia que yo mismo hacía a la Santísima Trinidad en los primeros comentarios de mi espacio: pasos, pases y poses.
Aunque la crítica taurina es relativamente fácil, en muchas ocasiones resulta difícil… porque ganaderos y toreros los suelen ver de distinta forma y fondo. Los críticos, los espectadores que pasan por taquilla, los curiosos y los recién llegados también… y luego están las versiones de unos y otros.
La Tauromaquia, el arte de torear, además de ser ocio tiene un alto componente de negocio, y es ahí donde los intereses de todas y cada una de las partes juegan equívocas pasadas. Y más cuando se intenta o se consigue cambiar publicidad por realidad… o al revés. Por otra parte está la pasión… ese sentimiento que abre o cierra los ojos.

Curro, Camino y Puerta, junto con el mayoral de Bénitez Cubero, a hombros en 1967. Hubo una vuelta al ruedo al segundo toro de la tarde.
Los que tenemos la suerte de no vivir del medio y no ocupamos foros “importantes” somos muy minoritarios en audiencias, pero nos permitimos el “lujo” de contar y cantar lo que vemos… con sus errores y sus aciertos… siempre desde la perspectiva de la experiencia y la imparcialidad. No, no somos sospechosos de malformación o contaminación. Al pan… pan aunque sea duro, y al vino… vino aunque sea peleón.
El origen del fervor a los héroes y mitos populares –poco o nada que ver con las “élites populares”-, lo es, porque los hacen, los cultivan y los alimentan los pueblos.
El fervor a héroes y mitos es porque son del pueblo y forman parte de la idiosincrasia colectiva. A veces coincide, y a veces no coincide la difusión “programada” con los gustos y disgustos de los pueblos. Por eso pasa lo que pasa entre las propagandas que hacen con las cosas las  falsas “elites”, y las lecturas que de esas cosas hacen los pueblos.
Ya sé que hay pueblos para todo, pero hay necesidades con un denominador común y mayoritario en todos los pueblos del mundo, por mucho que dividan, digan o contra digan las cotorras y loros adiestrados de un sistema de sistemas dramáticamente fracasado.
La verdad, muy aproximada, o definitiva, de la crítica, del criterio y de criticar es la tranquilidad o intranquilidad que te susurra la conciencia a los que tenemos la “osadía” de juzgar, opinar y examinar. Por supuesto las críticas mías, y creo que las de Rafael, son a partir del respeto a la contradicción pasional que hay en todos los continentes y contenidos del arte de torear. En eso queremos estar… y porque hay que dar réplica a críticas partidistas, quizá sobornables, o de usar y tirar.
Antes de empezar la Feria de San Isidro 2.014, los críticos oficiales la calificaron -¿hay excepciones?- como la mejor y la más larga de la historia. Mentira han agrupado ferias y verbenas en una sola y la suma total –novillada arriba o abajo- es similar a los San Isidros anteriores más recientes.
¿Cómo se puede decir que una feria es la mejor sin haberse celebrado?... ¿porqué estaban “todas” las figuras aunque alguna hiciese el paseíllo una sola tarde?
Hay que ser muy osado –en las peores acepciones de la palabra-, muy domesticado, o muy indocumentado para largar dichos sin hechos.
Con y desde esos cuentos y cuentas empezó la que ha resultado ser una mediocre feria de muestras del mundillo taurino y del arte de torear.

Ruiz Miguel,  Esplá y Palomar a hombros,  junto con Victorino,  en 1982. Hubo una vuelta al ruedo al cuarto dela tarde.
Mediocre porque el balance final es de cuatro salidas a hombros –resumo solo las corridas de toros- una de ellas triunfal, las otras tres más triunfalistas que realistas… me viene a la memoria la corrida de Victorino en la que salió a hombros por la Puerta Grande acompañado de Ruiz Miguel, Esplá y Palomar. Y hubo cortes de orejas en la misma proporción, como he dicho estos días: “hay más orejas de verbenas que de las unas”. Las Ventas tiene que tomar su primacía porque si permite frivolidades:¿qué pasará en el resto de plazas?
No nos engañemos, para que haya una limpia y larga mejoría en los resultados  artísticos tienen que pasar un par de lustros, eso haciendo las cosas bien… dejándolas como están, la continuidad de más de lo mismo o peor está asegurada.
Una salida a hombros triunfal por la Puerta Grande y contados exitillos no justifican la programación y consolidación de veinticuatro corridas de toros donde también hemos visto: una corrida de once toros por la incapacidad de los seis titulares; tres toreros a la enfermería en el segundo toro con la correspondiente suspensión del festejo; la decepción de toros, toreros y toreos en carteles “estrellas”… estrellados; las carencias y equivocaciones de recursos y repertorios en las lidias de demasiados toros… con medios toros hay medios toreros y medios toreos; ha habido más indiferencias que aplausos y más silencios que ovaciones, más voluntad que aciertos; ha habido más toros vulgares o raros que bravos y ha habido mala suerte en toreros y… toros.

Programa de la llamada corrida del siglo (Colección personal)
Sí, la valoración final es casi de “ni fu ni fa”, en parte, por combinaciones descompensadas en muchos carteles.
No hay que ser un genio para pronosticar que poco más o menos así ocurrirá los más próximos San Isidros… ”porque lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”
Es una quimera pensar que se puede mejorar en el inmediato futuro con los parámetros actuales de pesar y medir las posibilidades reales en el arte de torear… y en cualquier otro arte, ciencia, oficio, invento y evento. Parámetros viciados, agotados o viciosos de falsos o trucados espejos donde han de mirarse los que empiezan en el universo taurino… y que el sistemático sistema y sus voceros se empeñan en que es el buen camino a seguir y pronto darán frutos sabrosos y sanos.
Los críticos “clandestinos” creemos que para mejorar lo establecido hay que empezar en la formación y compromiso en los genes de todos los implicados a seleccionar, promocionar y potenciar. Es decir, la mejoría tiene que venir desde abajo, y además tienen que rectificar o renunciar los que todavía manejan el regular-irregular y vulnerable cotarro taurino.
Cuando Rafael y yo mismo exigimos artes de torear más puros y completos es porque nuestra veteranía los ha degustado. Noventa años de vivencias entre los dos… es para explicar, exponer y reivindicar, con propiedad y conocimiento de causa, las esencias de pasos, pases y poses… en toros, toreros y toreos… con y sin ton ni son. Modernidades, las justas, enriquecedoras y gratificantes.
Reclamamos lo que hemos visto hacer a extraordinarios toreros clásicos y menos clásicos desde el año 1960 a 1975 en Las Arenas y La Monumental de Barcelona en mi caso, y los 38 años que cada uno de nosotros hemos visto casi todo lo que se ha programado en Las Ventas… sin contar múltiples festejos en otras plazas.
Solo con el optimismo y triunfalismo no se superan insuficiencias y crisis. Los problemas hay que cogerlos por los cuernos para estudiar, tratar y curar sus causas y consecuencias… y se repitan lo menos posible. Las crisis son de formas, pero, fundamentalmente, son de fondos y no se solucionan con el “ji ji-jaja, las negligencias, o ya vendrán tiempos mejores”.
Hay que cambiar estructuras y organigramas anacrónicos, hay que recuperar o implantar principios, prioridades y fines sinceros… porque el más de lo mismo o peor rompe la grandeza del melodrama en el ruedo, rompe el respeto propio y ajeno… y provoca el rechazo de lo artificial, rutinario o superficial.
El arte de torear es o no es. El sí pero no, o el no pero sí acaba perdiendo en crédito y credibilidad que para mantenerse o crecer necesita cualquier actividad que se precie y aprecie. Faltan causas en vez de escusas por justificar y sobran oídos sordos y evasivas ¿por casualidad?
Sí, hay optimismos  triunfalistas que no se los creen ni los que los dicen ni los que los hacen… pero hay que comer todos los días, y hoy por hoy, los estómagos son más urgentes de atender que las ciencias, conciencias y experiencias... esas amistades peligrosas, esas confidencias o intereses cómplices, ese quiero y no puedo. Solo hay que ver los usos y abusos de casi todos los poderosos con infinidad de ciudadanos a los que humillan hasta la máxima deshumanización. Eso no es valor, ni valer, ni calor, ni color, ni riqueza; eso es error, terror, horror, oscuridad y bajeza. Y cuanto más tiempo tarden en corregir o dimitir actitudes y aptitudes más culpables son de las ruinas actuales y de las que se avecinan.

Ficha del festejo de la corrida del siglo (Colección personal)
Hay que recuperar la verdad y la dignidad individual y colectiva porque los intereses generales están a años luz de los intereses de grupos o particulares… en todos los casos, casas, cosos y cosas.
La crítica, la verdadera crítica genérica, y especializada, debe tener un protagonismo soberano y clarividente sobre el pasado y el presente para que el futuro sea mucho más creíble que engañoso, más puro que duro, más lógico que tragicómico…es bueno reír a partir de un mínimo de seriedad. La autocrítica es tan necesaria como la crítica.
Precisamente de esos pros y contras en el ruedo Las Ventas y en los ruedos y rodeos de la vida, damos cuenta sin sospechas –otra cosa es el porcentaje de coincidencias de autores y lectores- Rafael y yo de los San Isidros 2012, 2013 y 2014. Tres temporadas a las que en realidad casi podrían sumarse las cuatro anteriores y las cuatro venideras porque como ha quedado claro los cambios profundos de La Tauromaquia necesitan de una década o más para construirse, asentarse y consumarse.
Hemos editado las ferias de 2012 y 2013, creo que también lo haremos con la de 2014, será difícil que haya más, porque la labor es tan densa como ¿desértica?

Reconocimiento en Las Ventas a la trayectoria y diez  Puertas Grandes de Francisco Ruiz Miguel
Los libros, como los autores, son previsibles, imprevisibles, prescindibles, imprescindibles, perdurables, imperdurables, de consulta, y del montón.
Por cierto, para escribir estas reflexiones finales me he leído varios apuntes propios de esta feria, he encontrado alguna letra fuera de lugar, añadida o sobrante, hay otros adjetivos que irían mejor en mis “coplillas”… pero no sé sí dejarlo como está, porque son los “borrones” que tienen todas las faenas que se hacen sobre la marcha. El lector lo entiende y será capaz de perfeccionar los textos.
Yo me conformo con que el 10% de lo mucho que he dicho, escrito y hecho como invitado en el espacio abierto de D. Rafael Cabrera Bonet, sirva como orientación y contraste para el presente y futuro de jóvenes y primerizos aficionados…con criterios solventes. Con esa pequeña aportación a mi verdad, a otras verdades no oficiales… me doy por satisfecho.
Termino con 25 paradojas casi duales –las mismas que las crónicas críticas de la feria 2.014- con las pinceladas siguientes: 

            Comentario para interrogar
            Silencio por dudar
            Opinión para contrastar
            Callada por comparar
            Juicio para entender
            Mutismo para equivocar
            Crítica para compartir
            Regla para dividir
            Crítica para pactar
            Mudez para resolver
            Criterio para informar
            Parecer para callar
            Criterio para decidir
            Nora para anular
            Criterio para proyectar
            Principio para suprimir
            A criterio colectivo y libre
            Idea gremial con calibre
            Criticar por criticar
            Es hablar por hablar
            Hacer pasos, pases y poses sin compases
            Es potenciar virus en las peores fases
            Hacer sin ton ni son reglas de juego
            Es eternizar crisis y desasosiegos
            ¡Infernal sistema “ecosocial”, poco tiene de ideal!

Muchas gracias.


P.D. “Ecosocial”…quiero decir que el sistema maltrata economías, ecologías o  economatos sociales.

1 comentario:

  1. AMEN. De lo mejor que he leído sobre San Isidro, críticas... en muchos años.

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