Pasos, pases y poses

El comentario de Ángel Arranz

Realismo Ayer, Finito de Córdoba y Morante de la Puebla volvieron al hotel como hubiesen vuelto de la peluquería y la sauna más caras de Madrid… pasando por las sastrerías de Justo Algaba o Enrique Vera (hijo). Volvieron bien aseados, bien peinados y afeitados, bien vestidos. Parecían un San Luis. Los toros en la misma línea de presentación: bonitos, con cabezas considerables, brillo en el pelaje. El rostro de los toreros tiene más superficie que la terminal de un pitón, desde la última fila de andanada, en principio, no se aprecia si los pitones habían pasado por el barbero, lo cierto es que aparecieron y saltaron astillas de los pitones en varios momentos de la tarde. Después de la “corrida”, en los corrillos de los pasillos o fuera de la plaza, los aficionados optimistas-positivos echaban pestes del “Fino” y del “Comandante”… de pronto se hicieron pesimistas-negativos. Los pesimistas-negativos les animaban… “hombre el uno y el otro han dejado dos pinceladas de cartel con capote y muleta”. A los insaciables optimistas-positivos no les salían las cuentas… “no me conformo, entre los dos y con dos toros cada uno, han ensayado intervenciones con capote y muleta en más de cien intentos y solo en cinco o seis han plasmado lo que se esperaba de ellos”… “un cuatro o cinco por ciento de efectividad no dan beneficios”. Uno de los oyentes el más realista sonreía pero no intervino en el debatillo. Los espectadores realistas se quedaron como estaban… porque con cierta claridad saben lo que dan de sí los pasos, pases y poses con y ante los toros, toreros y toreros. Y distinguen el realismo mágico  del realismo trágico. Estoy hasta la montera de los “vendedores” que asocian por sistema lo optimista y lo positivo. Estoy hasta la bragueta de los “vendedores” que asocian por sistema lo pesimista y lo negativo. Intento ser realista. Los optimistas-positivos ven la “botella” –la alcaldesa no, por favor- medio llena y medio vestida, les falta tiempo para la alegría y el despilfarro… como si las bebidas, las químicas y las etiquetas fuesen eternas. Nada más lejos de la realidad. Mientras, los pesimistas-negativos ven la botella medio vacía y medio desnuda… les falta tiempo para cavilar, preparar y producir la próxima cosecha. ¡A ver si nos aclaramos quien es quien! Los realistas solemos ser optimistas o pesimistas  dependiendo de la información, equiparación e interpretación que tengamos y hagamos. ¡Ojo! Ayer pasó lo que tenía que pasar. Toros con leña -pitones y problemas- para toreros refinados, no suele funcionar. Finito está para hacer el paseíllo en plazas poco doctas y exigentes, o para festivales de carácter benéfico y universal. Al “don” de Morante no le sienta bien el cambio de establecimiento especializado a centro comercial. Como mínimo tuvieron un toro cada uno de la corrida de Montalvo… para hacer lo que hizo Talavante en su primero; ir de menos a más hasta lograr una faena de trofeo si acierta con los aceros. Pero que había que salir a los medios, citar de lejos, aguantar las incertidumbres de los toros, jugársela en una palabra. Yo no daría dos orejas –trofeos- a lidiadores que casi resumen su tauromaquia en el toreo de muleta con la mano derecha o izquierda. La izquierda se ve poco, aunque las haya con mucho mérito como la de Talavante; pero, a mi modo de ver, son tauromaquias incompletas.             ¿O no es así?             Realista acaba en “ista”             Como acaba anarquista             Fascista, capitalista             Socialista, comunista             Oportunista, carterista             Esnobista, vanguardista              “Ista” no tiene significado             Es añadido interesado             Quiero ser realista sin “ista”             No de sangre azul, ni dictador             Es más leal, ser correcto lidiador P.D. Ana BOTELLA es alcaldesa, por azar de Madrid, es mujer de José Maria Aznar, ex presidente follonero del Gobierno…esa guerra ilegal de Irak…esos malentendidos con los “compañeros”…esos bigotes de quita y pon, esos morros y gestos de cara… PD. Justo Algaba y Enrique Vera (hijo) son extraordinarios sastres de toreros.