sábado, 22 de marzo de 2014

Tauromaquia: Datos, dineros y deudas

Por Ángel Arranz Izquierdo 

Por enésima vez, el amigo Pablo Pastor, me invita a colaborar en el número especial que anualmente el diario El Adelantado de Segovia dedica a la Tauromaquia.
En esta ocasión, los textos, fundamentalmente, consisten en rememorar la década de 1.960.
Hace cuatro años, firmé en el mismo medio, un artículo titulado: La feliz-infeliz década de los 60. El título lo decía todo, solo hay que leerlo o releerlo.
Intenté demostrar la bipolaridad en todas o casi todas las idiosincrasias españolas de hace cincuenta años… que en muchas apreciaciones coincide con la bipolaridad actual: triunfalismo y derrotismo; propaganda y realidad; crecimiento y endeudamiento; pasividad y fanatismo; creatividad y mimetismo; envidias y generosidad; opulencia y miseria; comprensión y represión; gatos por liebres; ventajas y desigualdades vomitivas; bulas y burlas etc. etc. Y siempre, siempre, la patria expulsando a bienintencionados o capacitados hijos por la malignidad o incapacidad de todos o de casi todos nuestros dirigentes en dar oportunidades y futuro a muchos, a demasiados españoles que lo necesitan y merecen. Otra cosa es ir, venir, o intercambiar voluntariamente aprendizaje, participación y sabiduría. En lo trascendente: ¿somos mansos o estáticos?

Curro, Camino y Puerta a hombros en Las ventas (1967)
No, no estoy de acuerdo con los que sentencian que cualquier tiempo pasado fue mejor.
No, no estoy de acuerdo con los que sentencian que cualquier tiempo pasado fue peor.
No, no estoy de acuerdo con los que sentencian que el pasado y el presente son diferentes… sin profundizar en las formas y fondos de las diferencias y circunstancias.
Las sentencias –de todo tipo y condición-, si son frívolas o injustas, causan infinidad de daños, apaños, equivocaciones; y no producen ninguna solución y credibilidad duraderas y ejemplares. En las sentencias, como en casi todo, hay que distinguir el grano de la paja.
Cualquier tiempo pasado fue mejor, fue peor, fue diferente y también fue parecido. Sí, en todas las décadas y tiempos hubo y hay mejores, peores, diferentes y parecidas situaciones y posibilidades dependiendo del sectory en función de con quién y en qué las comparamos.
Creo que es necesario hacer contrastes cada X años para saber por a donde trascurre el trascurso integral de la vida en general y de la tauromaquia en particular.
Y para justificar el título de estas reflexiones tauro sociales echo mano de estadísticas que Vidal Pérez Herrero publica en sus completas y rigurosas Agendas Taurinas.
¡Ojo!, las estadísticas solo son estadísticas; es decir, fuera de las estadísticas hay tanta actividad e interés como dentro. Es algo así como los argumentos y participación de los políticos bipartidistas en el Parlamento, y los argumentos y representación de los ciudadanos en la Calle.
DATOS. Por ejemplo; en el palmarés de los toreros que han encabezado el escalafón desde 1.901 no aparecen nombres de toreros peculiares o cumbres como Cagancho, La Serna, A. Bienvenida, Pepín Martín Vazquez, Rafael Ortega, Antoñete, Romero, Paula, Esplá, Rincón, Tomás o Morante; y si aparecen toreros que con la perspectiva del tiempo resultan, no sé si fuera de lugar, pero sí sé –con todas las consideraciones- que se han quedado en anécdotas casi efímeras.

Diego Puerta
La temporada de 1.960 lidera el escalafón Diego Puerta, y comparte liderato la temporada 1.962 con Jaime Ostos. En 1.961 el líder es Curro Girón. En 1.963 y 1.966 lo es Paco Camino. En 1.964 es “El Viti”. En 1.965 y 1.967 es Manuel Benítez “El Cordobés”. En 1.968 y 1.969 es Miguel Márquez.
Las temporadas del año 2.000 y 2.002 es líder del escalafón “El Juli”. En 2.001 es “Finito de Córdoba”. En 2.003 y 2.004 es César Jiménez. En 2.007 es Manuel Díaz “El Cordobés”. En 2.005, 2.006, 2.008 y 2.009 es “El Fandi”.
Comparando las dos décadas, firmo y afirmo que encabezaron el escalafón de los años sesenta, seis distantes y distintas figuras; y un respetado y respetable Miguel Márquez… pero que ni entonces ni ahora tenía y tiene el reconocimiento de verdadera figura del toreo.
En los años 2.000 son líderes del escalafón una figura casi de nacimiento como “El Juli”, y otra con más torería que continuidad como “Finito de Córdoba”. Los respetados y respetables César Jiménez, Manuel Díaz “El Cordobés” y “El Fandi”, de momento, los aficionados ortodoxos y cabales, no los tienen ni mantienen en las retinas como auténticas figuras del toreo.

El Juli
En cuestión de figuras la decadencia es evidente, en 40 años hemos pasado de 6-1 a 2-3. En la década de los 60, los siete líderes del escalafón salieron a hombros en Las Ventas; en la década 2.000, tres de cinco.
En la temporada 1.960 se celebraron 323 corridas de toros en España. En la temporada 1.969 fueron 627. En esa década las corridas de toros tuvieron un ascenso quizá irrepetible.
En la temporada 2.000 se celebraron 894 corridas de toros. En la temporada 2.009 fueron 762 incluida Francia;  los números van en descenso… en 2.013 el número de corridas de toros es inferior a los de los últimos años 60. Y se ha triplicado el censo de lidiadores en el escalafón superior. No era normal el triunfalismo de las 1.108 corridas de 2.007, ni es normal el derrotismo de las últimas temporadas.
¿Cuándo empezarán las autocríticas, responsabilidades, reciclajes y reactivaciones de los profesionales taurinos? ¿Cuándo una organización institucional consensuada, necesaria y creíble para  potenciar la originalidad, simbología, particularidad, rentabilidad y prestigio, sin complejos, de La Tauromaquia?¿Y los ataques o descalificaciones de antitaurinos pagados, confundidos o profanos?
Esos son datos fidedignos; mis opiniones, aunque me duelan -ojalá no produzcan dolor ajeno-  cuestionan esos lideratos, “baratos”, porque también contribuyen al lío o decepción en el aprecio y categoría del arte de torear.
DINEROS. Desde hace varios siglos hasta hace cuatro décadas, cuando nos presentaban a una persona presuntamente acaudalada para echarnos un capote o lo que fuese, solían decirnos… “tiene tanto dinero como un torero”. Los chascarrillos solo son chascarrillos; es decir, hay en ellos más dudas y chorradas que verdades. El caso es que torero parecía sinónimo de multimillonario.

El Viti
Los toreros más ricos del pasado y del presente, solo son riquillos comparados con los ricos de verdad. El prestigioso y cotizado Enrique Ponce es la figura del toreo que a hecho más paseíllos  –datos fiables- en toda la historia del toreo moderno; y económicamente, está más cerca de los caudales  “mileuristas” que de los de Bill Gates o Amancio Ortega.
Lo cierto es que las figuras de la década 2.000, ganan menos dinero que las figuras de los años 60.
Manuel Benítez “El Cordobés” ganaba tanto o más dinero que los “deportistas y artistas” más cotizados de su época. “Ayer” 2.009 y hoy 2.014, hay varios jugadores de futbol en la liga española que cualquiera de ellos tiene más ingresos que los que tienen juntos los diez primeros toreros del escalafón superior. Es fácil imaginar la guita que manejan casi todo el resto de toreros.
El futbol como juego carece de enjundia –habilidades y preciosismos de escasos jugadores aparte-, es tan simple que el más tonto del lugar lo entiende a la primera de cambio, o casi. Lo del futbol como negocio no lo entiende casi nadie. Es un enigma que habrá que despejar porque deben a Hacienda y a la Seguridad Social lo que no está en los escritos.
En este apartado y contraste también sale perdiendo La Tauromaquia.
DEUDAS. En 1.949 y 1.950 los novilleros Aparicio y Litri cobraban tanto o más que los matadores más relevantes de esos años. En 1.955 y 1.956 pasó lo mismo con Antonio Borrero “Chamaco”. Con Manuel Benítez “El Cordobés” se repite la historia en las temporadas 1.961 y 1.962. Desde entonces, se pueden contar con los dedos de las manos los novilleros que han ganado el suficiente dinero durante la temporada como para pasar el invierno sin ayudas, préstamos o hipotecas.
En esas condiciones los novilleros que llegan a tomar la alternativa lo hacen con demasiadas carencias en actitudes, aptitudes, oficio, personalidad, o estilo y toque de distinción propios. Hacen pocos paseíllos porque hay pocas novilladas y algunos… CUANTO MÁS TOREAN MÁS DEBEN.
El escalafón novilleril está casi abandonado por parte de casi todos los empresarios o gestores de las plazas de primera y segunda categoría. Hace demasiado tiempo que no se promocionan ternas de dos o tres novilleros que den la vuelta al planeta de los toros con interés en el ruedo y en las taquillas. En parte, son víctimas de un mecanismo estructural viciado y vicioso que es urgente denunciar y desarticular.

Paco Camino
Los llamados medios de comunicación -¿o manipulación?- de “masas” casi ignoran La Tauromaquia. Están en deuda con la parte artística, y predomina la exhibición o atención a las partes banales de toreros mediocres –los bobos los llaman mediáticos-, o a la parte morbosa en las cogidas de los toreros que más suenan. Y existen informadores taurinos propiamente dichos que hacen su actividad de cara “al público en general” a través de sus amistades o intereses con los profesionales. Están en deuda con los aficionados fieles y clásicos; las “élites” taurinas los menos precian, y no se dan o no quieren darse cuenta que lo que gusta a los aficionados cabales gusta a todos, y lo que gusta al “público en general” suele ser volátil y de menor importancia, proyección o mérito. Parece que quieran implantar el toreo de usar y tirar, el toreo de consumo, el destoreo. Eso es panecillo para hoy y hambre para mañana.
Los ganaderos tienen que recuperar su trascendencia y criterio. No sabemos si están agradecidos a las figuras. Sabemos que están en deuda con la bravura, movilidad, sentido y equilibrio que necesitan los toros para que haya equidad y emoción en los alberos.
Las élites –también las “elitillas” taurinas- y sobre todas, las élites económicas y políticas son tan caprichosas y egoístas como peligrosas e insaciables. Salvo excepciones… se dedican a endeudar a los demás. La globalización del capitalismo especulador no cuenta con los toros, hay poco dinero para llevarse. Estamos en plena era de confusión, hipocresía y decadencia en general y de La Tauromaquia en particular. Época o era,  que  hay que superar y borrar o la ruina en datos, dineros y deudas no tiene fin.
 Es la acción, el ejemplo, la razón y la firmeza de la “aristocracia” sencilla y elegante de los pueblos preparados la que tiene o tendrá la última palabra y credibilidad para pronosticar el futuro en las plazas de toros y en la vida misma. 

Todo lo demás es más de lo mismo o peor.

viernes, 21 de marzo de 2014

Memoria para la creación de un Centro Español de Documentación e Investigación sobre Tauromaquia

No se preocupen, sólo es un proyecto que modestamente hemos elevado a las autoridades del Ministerio de Cultura para su estudio. 


Se trata de hacer algo similar a lo que con el Teatro se hizo ya en 1971, con otro régimen, otras circunstancias político-sociales, y que hoy es una brillante realidad cuarenta años después. Un Centro que sirva de referencia para cualquier investigador o curioso que se acerque a la Tauromaquia, que busque bibliografía específica, datos precisos, que potencie la imagen cultural, artística, etnográfica o científica de la fiesta. Un Centro capaz no sólo de ofrecer libros, revistas, fotos o carteles para los que se acerquen a la misma, sino que potencie esa absolutamente necesaria visión que la fiesta debe ofrecer en su perspectiva contemporánea: la fiesta como cultura en sí misma y como generadora de nueva cultura en cualquiera de sus manifestaciones artísticas o creativas.
Hemos dedicado unos cuantos días a elaborar esta Memoria, que llevábamos años pretendiendo -con su origen en 1992, y que intentamos llevar a cabo a través de la ya desaparecida Fundación Luis Carmena y Millán- y que hoy, al amparo del PENTAURO y de la nueva Ley Taurina 18/2013, tendría un marco perfectamente posible. 


Agradezco muy sinceramente a Antonio Petit Caro, excelente persona y periodista, la acogida que hace del mismo en su magnífico portal, Taurología.com, aunque resten de sus comentarios cualquier posible elogio hacia el que subscribe, sin duda guiado en su caso por su benevolencia y extraordinaria bonhomía. Por eso les remito directamente a su blog, para que en él encuentren el texto redactado. 


Sin duda contendrá aun, como esbozo inicial, muchos errores y deficiencias,  pero todo puede limarse, corregirse y mejorarse con el debido trabajo y esfuerzo. 
Así que disculpen el nunca pretendido autobombo, y pasen rápidamente página para centrarse en lo verdaderamente importante, lo que ha pasado en Valencia y lo que puede pasar en Sevilla, Madrid o el resto de la temporada. 

martes, 4 de marzo de 2014

Este jueves a las siete en punto, analizaremos el PENTAURO

En el Aula de Tauromaquia de la Universidad CEU San Pablo, dentro de su programación regular, y en comunión con la Unión de Abonados y Aficionados Taurinos de Madrid, analizaremos este jueves -a las siete en punto de la tarde- el llamado PENTAURO (Plan Estratégico Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia).
Nacido a la sombra de la nueva Ley Taurina 18/2013, el PENTAURO surge como un proyecto para conocer, vigorizar y potenciar a la tauromaquia en estos comienzos del siglo XXI, intentando adecuarla a criterios modernos, ya que muchos aspectos de la misma -especialmente en el ámbito empresarial y de difusión- siguen anclados bien en el siglo XIX, bien a mediados del pasado siglo. 


El problema, sin embargo, es que en su amplia definición y desarrollo se han dejado innumerables cabos sueltos, que no se han definido muchos aspectos de los que habrá que tratar, que se ha orientado prácticamente en su totalidad desde criterios profesionales, dejando de lado la participación o diseño que puedan hacer los aficionados independientes, y que -en el fondo- la creación de hasta 46 grupos de trabajo no parece adecuada para una eficaz y rápida concreción de sus objetivos. Por ejemplo, y para que conozcan ustedes su limitada amplitud de miras, así como se dedican decenas de grupos de trabajo a la difusión, a la reforma legislativa, al conocimiento de datos y cifras económicas, nada se dice en materia cultural sobre el mismo, tan sólo muy tangencialmente, y eso que la la propia ley es la que ha acordado que la Tauromaquia sea declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial... paradojas de esta fiesta gobernada por "profesionales".
Mucho del trabajo podría y debería haberse iniciado una década atrás, o al menos cuando se creó la famosa y "dichosa" Mesa del Toro, que tan brillantemente nos veta a algunos. Este organismo, en el que también está muy hipo-representado el sector de los aficionados que -recordémoslo- es quien mantiene y soporta económica y anímicamente el espectáculo, no se ha preocupado en sus años de existencia de clarificar cuáles son las cifras reales de la tauromaquia, cuántos los espectadores que acuden a sus plazas, cuánto lo que se recauda y paga por IVA, cuánto el gasto en toreros y ganados, cuáles son las repercusiones económicas de esos pliegos que dicen abusivos por el arriendo de cosos públicos, por qué pujan hasta el punto que lo hacen por los mismos frente a otras empresas por quedarse con aquellos, etc. Tampoco los toreros, subalternos o ganaderos han aclarado y definido realmente cuáles son sus problemas, por más que algunos los sospechemos, entre otras cosas porque no existe unión ni unidad en sus intereses o pareceres.La Mesa del Toro, puramente endogámica, no ha sabido dar respuesta a todas estas y muchas otras cuestiones, no ha sabido tratar -creo que ni siquiera se habrán puesto a pensar en ello...- cómo publicitar este espectáculo en el siglo XXI, cómo dotarlo de mayor interés -y emoción- para públicos y aficionados, como percibe la sociedad un festejo al que muchos -y no les falta razón en bastantes casos- acusan de "casposo". 


Es precisamente trabajando con los sectores implicados en la Mesa del Toro, y olvidándose de algunos otros (entre ellos los aficionados que sólo figuran en 3 de los 46 grupos de trabajo creados) de donde se pretende sacar el filón de información y soluciones para la Tauromaquia en este PENTAURO. De ahí que algunos estimemos que nace con algunas malformaciones, deficiencias que habrán de incrementarse a medida que se avance -si es que se hace- en muchos aspectos. Esos mismos grupos de interés que no se han  puesto de acuerdo libremente en años, ahora, con intervención omnipresente de la Administración... ¿lo conseguirán? Por otro lado, ¿lo lograrán favoreciendo al espectáculo y promoviendo uno de mayor calidad e interés para la afición, o mirarán -como en los numerosos casos previos de reformas reglamentarias- a favor del suyo propio y peculiar (entiéndanlo como particular y como acomodado al peculio) de cada cuál?
La ley 18/2013, en uno de sus artículos (art. 5, punto 2) decía lo siguiente:
"Para lograr los fines a que se refiere el apartado anterior, el Gobierno desarrollará las siguientes medidas:

a) La aprobación de un Plan Nacional, en el que se recogerán medidas de fomento y protección de la Tauromaquia, garantizando el libre ejercicio de los derechos inherentes a la misma.
b) El impulso de los trámites necesarios para la solicitud de la inclusión de la Tauromaquia en la lista representativa del Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad a que se refiere el artículo 16 de laConvención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural inmaterial aprobada el 17 de octubre de 2003 en París por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
c) La actualización de la normativa taurina, a través del marco de colaboración de la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos.
d) El impulso de normas y actuaciones que fomenten el principio de unidad de mercado, responsabilidad social y libertad de empresa en el ámbito de la Tauromaquia, en consideración a los beneficios económicos, sociales y medioambientales que esta actividad genera.
e) El impulso y fomento, en colaboración con las restantes Administraciones Públicas, de los mecanismos de transmisión de los conocimientos y actividades artísticas, creativas y productivas que confluyen en la corrida de toros y el arte de lidiar. Así como potenciar otras medidas de identificación,documentación, investigación, valoración y transmisión de este patrimonio en sus distintos aspectos."

Es así como nace el PENTAURO, dando respuesta a su primer apartado. ¿Se solucionarán con éste los problemas de la fiesta, se llegará a definir sus auténticas cuitas, serán capaces los sectores "interesados" de dejar de un lado -precisamente- sus intereses particulares y volcarse sobre el de la fiesta?  Mucho miedo me da que se hable tanto de libre mercado, responsabilidad social, libertad de empresa, beneficios económicos, y se haya pensado -en este PENTAURO- tan poco en la fiesta más como fenómeno cultural y generador de cultura y de otras manifestaciones artísticas que también la soportan (vean lo que dice el apartado e/ del artículo copiado). Y si, por otra parte, tampoco se ha presupuestado nada sobre el particular, ¿se podrá abarcar todo lo que se pretende? Son  dudas que nos asaltan y que intentaremos aclarar en las dos Mesas Redondas que se inician este jueves a las siete de la tarde en la Facultad de Derecho del CEU (c/ Julián Romea 22, Aula Magna, 2ª planta). La entrada,  como siempre es libre y gratuita y las opiniones asimismo libres y fundadas.