viernes, 7 de junio de 2013

Toros, toreros y toreos

El comentario de Ángel Arranz
  

Porcentajes
Todos los profesionales –incluidos los taurinos- tendrían que poner su condición de aficionados vocacionales a la altura o por encima de todas las consideraciones derivadas de los planes y los hechos. En efecto, hay que ponerse en la piel de los que pasan por taquilla… y viceversa. Unos y otros seríamos más comprensibles y objetivos.
Y, no me cabe ninguna duda, los aficionados o curiosos no van a las plazas de toros para ver cogidas y cornadas. Van, vamos a pesar y medir el pulso entre dos sujetos; uno pone la fuerza, el otro pone la razón.
Ocurre que la afición práctica, o la profesionalidad de los lidiadores conllevan irremediablemente, los accidentes en todo tipo de rituales, desde el encierro o la capea hasta la cátedra del arte de lidiar y torear. De ahí el mérito y el respeto a todos los practicantes de una pieza. Cuando en el pulso hay excesos o demasiadas carencias en una u otra parte, el público se aburre, deserta o protesta. Exige un mínimo de equilibrio, la indiferencia es lo peor. En estos casos, como en casi todos, la normalidad, el éxito o el “fracaso” es cuestión de porcentajes.
Y el porcentaje de incidentes y accidentes en este largo ciclo primaveral taurino es alto, eso significa que algo está fallando.
Ayer, el que pagó con doble cornada su gallardía fue el mexicano Sergio Flores en la tarde de su confirmación de alternativa. Vayan nuestros mejores deseos para la recuperación y para los ánimos de todos los toreros heridos y dolidos.
Sí, “Jareño” con 590 kilos abrió plaza a una corrida de Juan Manuel Criado. Toros con el comportamiento de una mayoría más que preocupante: noblotes sin emoción, flojos maliciosos a la defensiva, mansos bobalicones o con peligro sordo y sonoro… El porcentaje de auténticos toros bravos es bajo o bajísimo.
Y “Jareño”, toro noblote con reservas, es el que mandó a la enfermería a la joven y brava promesa mexicana a juzgar por su buen concepto del arte de torear que apunta desde que era becerrista. Salud y suerte.
Uceda Leal, ante los tres toros que lidió, anduvo con altibajos. A destacar sus verónicas y medias al cuarto bis –sobrero de González Sánchez-Dalp que sustituyó al invalido titular- de máxima calidad… limitada. Varios muletazos de buen trazo y profundidad algo acelerados y sin acabar de redondear series rotundas y completas. Cortó una oreja por su elegancia, sobriedad y por una estocada de premio marca de la casa.
El distinguido Curro Díaz sorteó el peor lote, ni tuvo su tarde, quizá tenía que haber lidiado más… que intentar el toreo bonito y hasta bueno. Tiene que corregirse con los aceros.
¿Son suficientes estos resultados para ser optimista sobre el porvenir de La Tauromaquia?
El porcentaje de espectadores que presenció la función ocupaba un tercio del aforo. Urge reflexionar y tomar medidas –con claridad y sin triunfalismos- en todos los sentidos para intentar cambiar la tendencia de lo inválido hacia lo válido en cada uno de los sectores profesionales que componen o descomponen el único ate vivo que hay.
Con autenticidad, a La Tauromaquia se la respeta y admira dentro y fuera de su propia jurisdicción.
¿Van los industriales y la “industria” taurina en esa dirección?

            Toro manso
            Torero ganso
            Toreo falso
            Toro fiero
            Torero miedo
            Toreo medio
            Toro flojo
            Torero arrojo
            Toreo cojo
            Toro parado
            Torero pasmado
            Toreo descalificado
            Toro poder
            Torero querer
            Toreo ser
            Toro bravo
            Torero bravo
            Toreo bravo
            Toro mulo
            Torero bulo
            Toreo nulo
            Con esos porcentajes
            La industria va de cu…

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