domingo, 13 de enero de 2013

Un "nuevo" Tratado de monta a la jineta, el de Ruiz de Villegas


Desde hacía más de sesenta años no se publicaba un tratado de jineta inédito en España. La Unión de Bibliófilos Taurinos, de la mano de Valentín Moreno y José Campos, acaba de publicar un nuevo texto que hasta ahora permanecía manuscrito y casi inédito en los anaqueles de la British Library (la Biblioteca Británica). Y permanecía casi desconocido desde que su autor Don Hernán Ruiz de Villegas lo escribiera, en alguna parte de su puño y letra, en plena mitad del siglo XVI. Reinaba a la sazón don Felipe II en el Imperio español, aquél sobre el que no se ponía el sol.


Los españoles nos batíamos, con muchos más éxitos que lo contrario, en los cuatro rincones del orbe, afianzando una posición política y militar que jamás hemos vuelto a alcanzar. De Indias llegaban flotas con preciados tesoros para mantenerlas y aun ni con ellos eran las finanzas reales capaces de soportarlas. El genio, la erudición y la bizarría españolas brillaban a la par que el astro rey. En España se recupera en aquel tiempo una nueva escuela de cabalgar, la jineta, en la que, con estribos cortos, había de manejarse al caballo con las rodillas en muy buena manera, y permitir con ello el más libre uso de las manos, ora para atacar o para defenderse con mayor soltura y desenvoltura. La jineta sirvió también para el ejercicio cortesano, bien en juegos de parejas, bien en diferentes modalidades de cañas, o bien para alancear o lidiar toros en plaza o coso.
Este tratado, escrito según su rescatador, nuestro compañero y buen amigo Valentín Moreno Gallego, Bibliotecario del Palacio Real, en torno a 1567-1572, no deja de ser rareza también por su antigüedad. Quizá pase por ser el tercero de los tratados que, cronológicamente, asocian la monta a la jineta y el toreo, tras el de Francisco Chacón, Tractado de cauallería de la gineta (Sevilla, 1551) y el de Diego Ramírez de Haro, Tratado de la brida y de la gineta y de las caballerías que entrambas sillas se hacen…, que se publicó por vez primera por esta misma Unión de Bibliófilos en 1961, y que también es de mediado el siglo XVI según, nuestro también compañero y amigo, José Campos Cañizares.

Uno de los frenos que el autor propone (imagen del original manuscrito con letra del autor)
En él nos brinda don Hernán sus experiencias y saberes, dirigidos como en tantos escritos de la época a su propio hijo, nos ilustra con preciosos dibujos de bocados, frenos, espuelas o estribos, y nos introduce en el toreo a caballo de aquel siglo, donde aun la lanzada era la suerte por excelencia. Suerte estática, rara vez dinámica, en la que el caballero esperaba a caballo parado al toro para introducirle el acero por los pechos o por el morrillo. Aun no se practicaba, con la asiduidad que lo haría más adelante, el rejoneo, arte quizá todavía poco valorado, entre otras cosas porque con él no siempre se acababa con el lunado antagonista al primer intento, con lo que ello conllevaba de riesgo adicional y desdoro del caballero.
Teníamos constancia de la remota existencia del manuscrito por Pascual de Gayangos, quién lo menciona en 1875, o por las referencias al mismo en la edición que Antonio Balenchana hiciera de otra pieza rarísima, el libro de Bañuelos de la Cerda que hasta 1877 permaneciera inédito, en los “Apuntes bibliográficos” de José María Nogués que se incluyen en la reedición de la Caballeriza de Córdoba de Alonso Carrillo Laso, allá por 1895, o en la bibliografía del marqués de la Torrecilla (en 1916). Ello, sin embargo, no era sino meras referencias bibliográficas en su mayor parte, y sólo el primero de los autores llegó a estudiar levemente el texto conservado en la British Library, manuscrito conocido como Egerton 592.

Otro complejo bocado con detallada explicación de Ruiz de Villegas
De ahí que ésta sea la primera vez que se imprime y divulga el preciado manuscrito, esfuerzo en el que han tenido mucho que ver los dos bibliófilos citados. Valentín Moreno Gallego, ha sido el impulsor de la idea, el transcriptor de la obra, el biógrafo del autor y quien ha estudiado el devenir del original y sus referencias. La ardua labor de estudio, transcripción y anotación del texto le hacen acreedor del mayor y más plausible de los reconocimientos, que desde aquí le brindamos. José Campos Cañizares, entusiasmado también por el hallazgo, pronto se brindó para colaborar en la edición, acompañando a la obra del necesario estudio introductor que explicara las formas y maneras del toreo ecuestre de aquel siglo, pues no por nada pasa por ser uno de los máximos expertos –si no el que más- de aquella materia en la actualidad. De uno y de otro puedo dar completa fe; no se trata de recién llegados al mundo de las letras y la investigación, sus obras son numerosas y de extraordinaria calidad, ambos dos se doctoraron con la más alta calificación y ambos, asimismo, han estudiado detenidamente la época, el toreo de antaño y las circunstancias políticas, sociales y literarias de uno de los momentos más preciados de la historia de España.
Fruto de sus desvelos, de su esfuerzo, de su abnegada y gratuita entrega a la causa bibliofílica nace este volumen. Desde 1961, si nuestra memoria no nos falla, tan sólo se había publicado un tratado inédito manuscrito sobre monta a la jineta y toreo ecuestre en nuestro país, las Advertencias para torear… de don Juan Núñez de Villavicencio, por la propia Unión de Bibliófilos Taurinos en 1965 y de la mano, como el precedente, de Diego Ruiz Morales. Era ya obra tardía, fechada en el reinado de Carlos II y no tan temprana como la que hoy presentamos. Los restantes textos que han visto la luz en este medio siglo son reediciones –facsimilares o no- de ediciones previas.

Detalle de un estribo
Pero el Tratado no sólo se limita al toreo ecuestre, al que dedica apenas dos de sus capítulos, sino que es un completo recorrido por el mundo del caballo, de la doma y de la monta, por lo que nos parece apropiado copiar en estas líneas toda la amplitud de su Índice, en el que el curioso y el lector podrán encontrar la riqueza excepcional de este “nuevo” Tratado de Caballería a la Jineta, escrito entre 1567 y 72, por Ruiz de Villegas.

ÍNDICE

PRESENTACIÓN

ESTUDIOS INTRODUCTORIOS
      Ruiz de Villegas y el manuscrito de su Tratado (1567-1572), por Valentín Moreno Gallego.
      Una decidida atención por la caballería a la jineta y el toreo caballeresco, por José Campos Cañizares.
      Bibliografía consultada.

TRATADO DE CAUALLERÍA A LA GINETA, 1567-1572

      Capítulo primero en que se dize de la naturaleza de los cauallos y de que talle deuen ser.
      Capítulo segundo en que se trata de las colores de los cauallos.
      Capítulo 3º que habla de las señales y remolinos de los cauallos.
      Capítulo 4º en que se dize de qué tiempo y quando se han de domar los cauallos y cómo se han de criar y regir.
      Capítulo 5º de cómo se han los cauallos de herrar.
      Capítulo 6º que habla de los frenos y de la naturaleça de las bocas de los caualleros.
      Capítulo 7º De las sillas y espuelas de la gineta y de los otros xaeçes y de cómo se han de poner en los cauallos.
      Capítulo 8º. De cómo se han de enseñar los cauallos después de domados.
      Capítulo nono. De cómo se a de poner el cauallero en la silla de la gineta y passear en su cauallo.
      Capítulo dézimo. De cómo correrá el cauallero la carrera a su cauallo.
      Capítulo XI. De cómo a de correr el cauallero la carrera con lança.
      Capítulo XII. De cómo correrá el cauallero con lança y adarga.
      Capítulo XIII. De cómo correrá el cauallero poniendo mano a la espada y capa.
      Capítulo XIIII. De cómo se a de correr la carrera con capuz çerrado.
      Capítulo XV. De cómo se a de poner el cauallero en las cauallerías.
      Capítulo XVI. De cómo el caballero a de jugar a las cañas.
      Capítulo XVII. De cómo deue el cauallero guiar una escaramuça a los galopes.
      Capítulo XVIII. De cómo se an de esperar los toros con lança, e cómo sin ella se habrá el cauallero con ellos.
      Capítulo XIX. De cómo esperará el cauallero al toro con espada.
      Capítulo XX. De algunos siniestros que los cauallos tienen y de los remedios de ellos.
      Capítulo XXI. De algunas enfermedades que los cauallos tienen y de la cura de ellas.
      Capítulo XXII. Que trata de los piensos de los cauallos.
      Capítulo XXIII. Que diçe cómo se a de mudar el pelo al cauallo en blanco en los lugares de las señales.
      Capítulo XXIIII. En que se enseña qué cossa es lançar a tablado.
      Capítulo 25. De todos los frenos en general.

Un completo texto sobre equitación y caballo que aborda de forma precisa e interesante el pretérito del toreo ecuestre. De ahí que nos enorgullezca presentar, en una ocasión más, una nueva edición de texto hasta ahora inédito que permanecía manuscrito, y que lo hagamos de la mano de dos grandes amigos bibliófilos, más que dignos herederos de Ruiz Morales. Enhorabuena y muchas gracias.

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