martes, 29 de enero de 2013

Hundimiento en la "arena" de Madrid


Un conocido portal taurino, y es sólo un ejemplo, en un editorial, se posiciona claramente a favor de la “cúpula inversa”, del “paraguas convexo”, del “paracaídas desinflado”,  justificando su existencia en la imperiosa necesidad que tiene la fiesta para sobrevivir… recurriendo a otro tipo de espectáculos. Vayamos por partes. Se supone que un espectáculo secular, como la corrida de toros, necesitaría para sobrevivir recuperar buena parte de los valores que ha perdido en las últimas décadas, comenzando por el propio toro de lidia y sus cualidades ansiadas, naturales e innatas: casta, acometividad, fiereza, bravura, nobleza; y no la mansedumbre, sosería, el rajarse, la embestida ñoña y bobalicona, aborregada o mortecina, y la debilidad y caídas tan frecuentes en el toro actual. Es como si para justificar la crisis del arte teatral de hace un par de décadas, se hubiera recurrido a fomentar el uso de los teatros –como recintos escénicos- montando partidos de fútbol sala o convirtiéndolos –algo que ha sucedido en buena medida- en grandes almacenes, cafeterías de lujo, u ofreciendo corridas de toros (que en Cádiz las hubo en el Teatro del Balón, original precedente que no tuvo el éxito necesario para su continuidad).  Eso sería, aclarémonos, rentabilizar el local, no promover o potenciar la corrida de toros.

Repetimos imagen: Curro, Camino y Puerta a hombros... ¿necesitaba la plaza de otros espectáculos para su supervivencia o para la de la fiesta? Las tres figuras, ¿se soportaban con los ingresos de taquilla? Por cierto, si hubiera existido la cubierta, 8000 personas se hubieran privado de ello, y con suerte -mala- alguno o algunos de los maestros hubieran muerto aplastados en el ruedo. Lo de los cojos... no tiene remedio
Para ese portal el asunto pasa porque esos espacios taurinos se utilicen para otros espectáculos mientras en ellos no se celebren festejos taurinos, y sinceramente no me importa lo más mínimo que se haga, siempre y cuando se respete el espectáculo táurico que ha dado su ser al recinto. El problema es que con la instalación de la famosa boina, el espacio o edificio de Las Ventas, que ya es rentable en sí mismo, recordemos, perdía la mitad de su aforo, suprimía varios miles de abonos –que había que reubicar en otros lugares- e incrementaba el precio de la entrada –algo que no les importa a algunos periodistas que entran gratis en los toros- entre otros problemas, y seguridad al margen.
Las Ventas es un edificio público, construido para corridas de toros, utilizado casi todo el año para ello, y que no necesita de ingresos para su existencia. El edificio está considerado como de Interés histórico-artístico, y como otros edificios en igual situación en la Comunidad de Madrid, debe contar con un presupuesto para su manutención y reparación, que sale de las arcas de la propia Comunidad, como le sucede al resto de edificios de especial protección en el ámbito madrileño. La explotación del coso, en la actualidad, pasa por la cesión de la misma a una empresa privada –el tripartito, Taurodelta- a cambio de casi tres millones de euros anuales. Antes, es verdad, se sacaban cinco y pico, pero la Comunidad, incomprensiblemente, bajó el canon y nos quedamos en ello. Como el dinero para mantenerlo y repararlo, no sale del canon, todo ese dinero se debe destinar a otros fines… y aquí paz y después gloria. Díganme ahora, por qué es necesario que se den otro tipo de espectáculos en el recinto… ¿Para ayudar económicamente a la empresa concesionaria? Pues sí, claro, y no por otra causa.  Así que ya vemos por dónde van los tiros.
Nadie niega, por otro lado, el que la empresa –ésta o la que sea o fuere- organice, fuera de temporada otros espectáculos, o incluso dentro de la misma, siempre y cuando no afecten a la temporada o a la propia plaza. Imaginen, por cierto, que la cubierta se hubiera mantenido hasta mayo y se hubiera hundido sobre los pacientes espectadores de Las Ventas durante una de esas novilladas de abril, es decir que a la gente le hubiera caído encima o golpeado en la cabeza una de esas vigas que soportan el paraguas de 160.000 kilos… ¿Qué necesidad hay de ello? No nos oponemos a que la carpa circense se levante cada año para admitir al Circo Mundial o al que fuere; tampoco que se utilice el coso para los espectáculos motoristas; hemos contemplado en la plaza espectáculos de ópera o zarzuela hace años, ha habido conciertos de música contemporánea, los Beattles tocaron en este escenario cuando el mismísimo Franco regía los destinos de esto que hoy deja de ser España y así podríamos seguir. Ninguna –salvo el circo- de esas actividades requirió una cúpula, pero instálenla si con ello consiguen atraer más espectadores, a mi me da lo mismo. No, lo que no quiero -personalmente- es que se deje la cúpula para dar bajo ella espectáculos taurinos, sólo espectáculos taurinos, esos que la nefasta Taurodelta ha disminuido en el último año peligrosamente y por bajo de las propias exigencias del pliego (por cierto, sin comentario al margen de la Comunidad).

Al menos las pirámides de Gizah siguen en pie...
La plaza no necesita ser rentabilizada de ninguna forma, SOLO ES LA EMPRESA LA QUE NECESITA MAYORES INGRESOS, no engañemos a la gente. Si la fiesta necesita para su supervivencia que saquemos dinero a la gente –a otro tipo de aficionados- con “El Canto del Loco”, pongamos por ejemplo, “Houston tenemos un problema”, pero un verdadero problema, un problema muy gordo. Como edificio protegido Las Ventas debe ser mantenida con un dinero que sale de las partidas presupuestarias de la Comunidad. Si se refieren a otras plazas, en un “totum revolutum” interesado, en el portal que pertenece a varios accionistas profesionales del mundillo taurino, allá cada cual. Yo sigo, en lo personal, siendo contrario a ello, pero su defensa o ataque habrá de correr a cargo de sus abonados… No entiendo, repito, por qué se tienen que organizar otros espectáculos para salvar la fiesta, porque a lo mejor la gente acude al circo en masa, o a las macrofiestas y sigue sin acudir a los toros, como en estos años. ¿Se creen que el dinero o beneficios obtenidos en esos otros espectáculos servirán para pagar la fiesta...? Infelices. 
Les recuerdo, a varios de aquellos lumbreras, que la macrofiesta del Madrid Arena –esa que se saldó con cinco chicas muertas en una avalancha por huir de un peligro real o supuesto- tuvo una asistencia de más de 9000 personas (hay quien las sitúa en el entorno de 20.000, un aforo similar al de las Ventas), mientras que la misérrima programación taurodeltiana no consigue aforos de tres o cuatro mil personas cualquier domingo de abril. A lo mejor si la macrofiesta se hubiera llevado a cabo en Las Ventas –QUE ES LO QUE QUIERE LA EMPRESA, pero sin concursar contra otras empresas especializadas en el ramo- hubiera tenido incluso más concurrencia… pero no entiendo por qué eso favorecería a la fiesta de los toros en general, o la paupérrima programación taurina de julio –CON O SIN BOINA-.


Pero… defienden a las claras las intenciones de la empresa no sé por qué –o sí sé por qué-. Fíjense en algunos casos. El Coliseo de La Coruña, esa moderna plaza “multifuncional”, ¿ha aumentado la programación taurina de aquella capital gallega, ha conseguido llenarse alguna vez, ha permitido la multiplicación de festejos taurinos o la afición de los coruñeses, ha elevado la categoría artística o emotiva de los festejos? Entonces, ¿por qué la multifuncionalidad favorece a la fiesta? En San Sebastián –Donosti-, con entradas de un tercio o media plaza en estos últimos años –y con el cautivo abono de los 15 años-, la plaza cubierta y “multifuncional”, ¿ha aumentado el número de corridas, se ha multiplicado la afición, ha mejorado la calidad del ganado lidiado o sólo por aquello la calidad artística de las faenas realizadas? No termino de entender… O mejor dicho, claro que lo entiendo. ¿Y Taurodelta, qué ha hecho en Vista Alegre, en Carabanchel? Espacio multiusos que ha organizado CERO CORRIDAS en 2012, y casi nulas en años precedentes. Desde ese portal se entiende que la defensa de la fiesta pasa por la supervivencia de las empresas taurinas que se dedican a otros menesteres –incluso a dejarles en publicidad (seamos bien pensados) miles de euros-, esto es, porque tengan otras fuentes de ingresos diferentes. Aclarémoslo.

También la Plaza Mayor de Madrid sigue en pie...
Y repito, a mi, ni fu, ni fa. Que lo hagan o dejen de hacer, me trae sin cuidado (creo que hay empresarios mucho mejores que los actuales a los que no se deja participar o programar la temporada de Las Ventas), siempre y cuando no me supriman mi abono, ni me obliguen a comprar una entrada más cara (a ellos, como he dicho, no les afecta, porque siguen yendo a una entrada de regalo a un tendido bajo, muy bajo).
El portal de marras defiende “que los toros con cubierta permiten comodidad y seguridad, pero eliminan estética esencial”. Lo de la comodidad –no referida a que si llueve, no te mojes- no sé cómo explicarlo, necesito que me lo aclaren; lo de la seguridad… brilla por su ausencia. Otra cosa es en edificios construidos ad hoc, pero en este experimento de la carpa… seguridad es que te caigan 160.000 en la cabeza.  Si al empresario del Madrid Arena le han vetado volver a organizar espectáculos en espacios públicos, a los Choperitas le debería ocurrir de igual forma, por más que, gracias a Dios, en este caso no haya habido muertos… de milagro y por cuatro días. Gravísimo, repito, porque podía haber habido decenas o centenares de heridos o muertos.
Defiende el ínclito portal que si en Barcelona se hubiera aprovechado la plaza para otros fines -¿por qué nunca se lo han reclamado a Balañá, o a Matilla, por cierto?- la fiesta seguiría viva… ¡Vaya conclusión! Es decir, a su parecer ,si se hubieran celebrado allí conciertos de raperos, los diputados regionales de CiU, Esquerra, Izquierda Unida-Los Verdes o parte de los socialistas catalanes, hubieran votado a favor de las corridas de toros… ¡Fantástico! Se nos cantan las inmensas bondades de las plazas cubiertas… al parecer para la fiesta, pero no se concretan, quizá porque no existen demasiadas… bondades. Es verdad que en Valdemorillo –“próximamente en antena”- la cubierta ha evitado que nos nieve sobre la cabeza como antaño, pero yo no he visto que mejore la calidad del festejo con ello, sino, simplemente, que no se pierda asistencia. El secreto está en programar corridas con mayor interés; ya verán como en los victorinos serranos la entrada es bastante buena, y compárenla con la de otros días. Luego el secreto está en otra cosa. Que lleguen a afirmar que “el futuro de los toros pasa, entre otras cosas, por hacer rentable sus recintos”, me parece un sinsentido. Lo que quieren decir es que las empresas actuales sólo pueden pervivir si sacan dinero de otros lados, es decir, que el espectáculo taurino es anti-económico en sí mismo. Pues analicen ustedes los costes y propongan soluciones para que una corrida de toros no cueste más que lo que se consigue obtener lícitamente por taquilla. Y así se mantendrá por sí misma, sin necesidad ni de subvenciones, ni de ingresos ajenos. Para pagar al Juli, Morante, Manzanares o José Tomás, con toros de Matilla, no debería ser necesario organizar espectáculos de ventrílocuos.

...y se daban toros... y no se hundían los tendidos. Imagen de las Fiestas Reales de 1803 (grabado original, colección personal)
Para pagarlos en Madrid, los famosos taurodeltianos, ya nos organizan veinte festejos isidriles sin el mayor interés… Mal está. Pero que encima quieran suprimir las entradas más económicas para que la gente tenga que pagar tendidos en vez de gradas o andanadas… con el beneplácito de ese portal taurino, y quién sabe si la Comunidad, ¡hombre, no tiene un pase! ¡Qué el portal recurra, como Choperita, al manido tema de “sol y moscas”, directamente absurdo y demagógico! Algo muy típico de quien defiende también su propio negocio…

Anotaciones al margen

1.- El hundimiento de la cúpula ha de implicar un estudio de responsabilidades.

2.- Si existía un seguro –que es de suponer-, queremos que se hagan públicas las conclusiones del estudio que realicen.

3.- ¿Se ha dañado la estructura de la plaza con el hundimiento? La tracción de la cúpula, primero en un sentido y luego en el contrario sobre los apoyos montados, ¿ha supuesto algo sobre la estructura del coso?

4.- El peso de los apoyos, en puntos concretos, ¿ha podido dañar en algo los soportes de los tendidos altos? (160 toneladas apoyadas en 60 puntos concretos, recuerden).

5.- ¿Se sancionará a la empresa por el desastre o volveremos a mirar para otro lado y aquí no ha pasado nada?

6.- ¿Debería inhabilitarse para la organización de espectáculos en locales públicos a la empresa que, sólo por cuatro días, se ha librado de víctimas –heridos o muertos- personales?

7.- Si se realizaron pruebas de carga, ¿dónde están los resultados de las mismas? ¿Quién los ha firmado y quién dio el visto bueno si es que existe? Ya sabemos que en el momento del hundimiento no había sobrecarga alguna.

8.- ¿Quién ha firmado y aprobado el proyecto? ¿Contaba ya, a cuatro días de su estreno con gente, con la autorización administrativa correspondiente? ¿Contaba la nueva estructura con un plan de evacuación ad hoc, que previese su posible hundimiento?  ¿Dónde están los informes, y son éstos favorables y quién los firma?

9.- Si la instalación de la cubierta se justificaba, en espectáculos taurinos, para que el viento no molestara, ¿cómo es posible que en primera instancia se dijera que el mismo viento fue el que provocó el hundimiento? ¡!!!!!

10.- ¿Existe autorización de la Comunidad de Madrid, tácita o explícita, para que se reduzca el aforo en 8000 personas en esos festejos taurinos que Taurodelta quería que se organizaran?

11.- ¿Podrían mostrar el documento en el que se autoriza a Taurodelta a poner la dichosa boina para que comprobemos su alcance, duración y condiciones?

12.- Si es que existe seguro¿se hará cargo éste del coste -4 millones de euros, mucho más que todo el canon que paga la empresa a la Comunidad- del desastre? Y si no fuera así… ¿quién pagará el desaguisado económico? ¿Repercutirá éste sobre los emolumentos de diestros, ganaderos, empleados o los costes a los aficionados durante 2013 o años sucesivos? ¿Se aumentará –o se dejará que lo hagan- el precio de las localidades en años sucesivos para paliar económicamente la mala gestión de Taurodelta, si se concede de nuevo su arriendo a la misma? ¿Llegará a pagar la empresa cuando debe alguna vez?

Estas, a mi juicio, deberían ser preguntas que se hicieran y que deberían hacer los que se dedican a esto del periodismo taurino… que probablemente harían -o harán- tantos buenos periodistas, pero se ve que algunos prefieren sólo justificar a la empresa y apoyar proyectos disparatados (a las pruebas me remito). 

2 comentarios:

  1. Magnífica serie de artículos que desmenuzan por lo fino la falacia,la mentira y el atropello perpetrado contra la Fiesta ,contra los aficionados y contra la Ley, porque meter ésta tropa sus sucias manos en Edificios Protegidos,al parecer y sin al parecer con la aquiescencia insensata de los que usurpan la Autoridad ,es un atropello contra la Ley.
    Hay personas a las que no se les permite ni poner un toldo en sus casas para aliviar el calor,como esta tenga esa calificación,e incluso menos.
    Quedamos a la espera de noticias sobre la serie de implacables preguntas que se formulan más arriba.
    Más se me hace que pasará lo de siempre:"¡del tuyo que con el viento no oigo!.
    Enhorabuena.

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  2. Magnífico alegato contra un sinsentido que, además, ha resultado ser la típica chapuza española

    Deseo que las atinadas preguntas que aquí se formulan no caigan en saco roto

    Propongo presentarlas por escrito en el Registro General de la CAM. En ese caso, cuente con mi firma.

    Un cordial saludo

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